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RINCÓN MÁGICO DE LA CASA
-Emilio, ¿tienes tina en tu casa?
-Sí, en casa tenemos dos baños. Uno de ellos cuenta con una tina.
-Por años no tuvimos tina en casa. Ello se debía a que mi esposa era renuente a la tina. Ella siente que se desmaya en el agua caliente, porque cree que la desviación de la sangre hacia la piel le puede afectar el riego sanguíneo del cerebro.
-Y tiene cierta razón, es posible sufrir un golpe de calor en un baño muy caliente, sobre todo si la habitación contiene tanto vapor que el sudor no puede evaporarse para enfriar la piel.
La temperatura corporal entre 42 y 43°C., puede resultar mortal.
-Pero para mi, ese es el lugar mágico a donde me retiro en momentos en que me siento cansado. Dejo correr el agua, y sale tan caliente, que se desprenden de ella nubes de vapor, como de un volcán. Luego agrego agua fría y revuelvo con la mano.
-Me meto, y poco a poco la incitante agua envuelve todo mi cuerpo.
-Inmerso en un mar apacible y protector, como de claustro materno, me dedico a leer alguna revista, libro o artículo.
-Me siento de nuevo integrado en cuerpo y alma. El baño en tina tiene algo mágico. Los seres humanos nacemos del agua.
-Los cristianos hacen votos de fe con ella.
-De niños, pasamos horas enteras jugando y chapoteando en la tina.
-Luego, a medida que crecemos, vamos perdiendo el contacto con esa parte primordial de nosotros mismos.
-Muy a menudo se piensa que los baños de tina son tan sólo un recurso para el aseo. Pero para mí los baños en la tina guardan la misma relación con la limpieza que una excelente comida con la restauración de las energías del organismo.
-Un baño en tina, como una buena comida, debe saborearse.
-Puede parecer un capricho, pero tiene un propósito. Un baño lo calienta a uno hasta la médula en un día frío, le alivia la espalda adolorida, le relaja los músculos. Y los baños en tina no sólo limpian el cuerpo, sino también la mente. No hay otro sitio en la casa donde se pueda estar inmóvil y con los ojos abiertos sin sentir la compulsión de hacer algo.
-Antiguamente se recurría mucho a los baños típicos con el fin de distenderse, reflexionar y sentirse a gusto.
-Ejemplo de ello lo tenemos con los antiguos filósofos griegos que eran muy aficionados a unas tinas grandes en donde solían ponerse a filosofar.
-Se dice que en la Inglaterra isabelina -cuya sociedad no se distinguía precisamente por su amor a la limpieza- la reina misma se bañaba una vez al mes, "necesitáralo o no".
-Después de una inmersión prolongada en agua caliente, me siento muy satisfecho; mi respiración se hace más profunda y lenta. Me relajo, sin llegar a aletargarme. Ese momento es ideal para empezar a meditar.
-He encontrado los fragmentos dispersos de mi ser y los he reunificado... con tiempo y agua caliente.
-Como devoto de la tina, permanezco en el agua hasta mucho después de que lo sucio del cuerpo se ha ido flotando, ansioso de sentir influencias más sutiles en la mente y en el cuerpo.
-Después de haber terminado algún trabajo engorrozo, después de una ardua semana en el trabajo, al emerger de un baño de inmersión perfecto, quedo sosegado y restaurado, salgo como nuevo.
-Entonces, Emilio, ¿tú te bañas en la tina para asearte y para descanzar?
-Es cierto, pocos placeres compiten con una relajante inmersión en la tina.
-Popea, la segunda esposa de Nerón, se bañaba con la leche de su rebaño de 500 burras con la intención de mejorar su estado de ánimo y aliviar el estrés.
-El emperador romano Gordiano I se daba cuatro o cinco baños breves al día.
-Otro bañista imperial, Napoleón Bonaparte, se retiraba en plena noche para darse un baño con agua casi hirviente, y dejaba horrorizado a su médico.
-La mayoría de la gente no se baña con la frecuencia de Gordiano ni a la temperatura que le gustaba a Napoleón, pero todos podemos comprenderlos.
-¿A qué se debe el efecto relajante del baño en tina?
-Una razón es que nuestras pesadas extremidades empiezan a flotar en el agua, motivo por el cual se suprime la carga de los músculos y se facilita la reducción general de las tensiones musculares.
-Además, el baño caliente abate la presión arterial, porque el organismo procura perder calor dilatando los vasos sanguíneos superficiales. Esto provoca una disminución de toda la resistencia al flujo de la sangre y el descenso correspondiente de la presión.
-El agua muy caliente es menos relajante. Quince minutos en la tina, a 43° C., son suficientes para elevar uno o dos grados la temperatura corporal y acelerar el pulso, de 75 a 115 latidos por minuto. El regreso a la temperatura normal del cuerpo tarda alrededor de media hora.
-¿Qué otros beneficios tiene el bañarse en tina?
-Estando en la tina uno reflexiona como nos lo relata Homero cuando nos cuenta cómo Odiseo tomó un baño tibio antes de persuadir a la hermosísima hechicera Circe de que librara del encantamiento a sus compañeros.
-La tradición asegura que Arquímedes realizó su famoso descubrimiento en el baño -un cuerpo sumergido en un líquido pierde un peso equivalente a la cantidad del líquido desplazado-, pero no nos dice nada respecto a la temperatura del agua.
-El baño en la tina puede ayudarnos también a recuperarnos del ejercicio.
-Craig Sharp, fisiólogo del departamento de ciencias del deporte en la Universidad de Birmingham, Inglaterra, opina que los músculos cansados se benefician de dos maneras con el baño: la relajación y una mejor circulación sanguínea.
-Esto último favorece la dispersión del ácido láctico -secreción final del ejercicio anaerobio- y asegura una recuperación más rápida de la fatiga.
-También puede ayudar a eliminar el líquido que durante el ejercicio suele filtrarse de los vasos sanguíneos a los músculos.
-Con esto, se propicia el alivio de molestias y dolores que sufre el organismo después de un esfuerzo agotador.
-Pero, el permanecer prolongado tiempo dentro de la tina hace que la piel absorba agua y hace que formen las conocidas arrugas en los dedos de pies y manos.
-En el momento que se empieza a enfriar el agua, es tiempo de volver a abrir el grifo de agua caliente, o de salirse porque, de seguro, ya te estabas durmiendo y se te mojó la revista que estabas leyendo, lo cual evita que se te formen esas arrugas en los dedos de las manos.
-Los antiguos no solían bañarse muy a menudo.
-Durante siglos se sospechó que el exceso de baños calientes debilitaba a la persona.
-Un experto del siglo XVI sostuvo que el agua caliente podía "agitar humores nocivos" y hacer que invadieran el cuerpo, con efectos que abarcaban desde el vértigo hasta el dolor de muelas.
-Además de la anécdota de Arquímides, ¿no te sabes alguna otra anécdota de alguien en una tina?
-Sí, como no, algunos homicidios se han relacionado en forma especial con el baño en tina. Tal vez el ejemplo más notable haya tenido lugar en 1793, cuando Charlotte Corday apuñaló a Jean-Paul Marat, científico y político que ganó celebridad en la Revolución Francesa.
-Bañarse en tina era costumbre de Marat porque padecía una irritante afección cutánea que lo obligaba a sumergirse en agua.
-Después de su muerte, el cadáver -y también la tina- fueron llevados a una iglesia cercana para un insólito velorio.
-El perturbador cuadro Marat asesinado, del pintor francés Jacques-Louis David, ha hecho que el baño de Marat siga siendo uno de los más celebrados en la historia del arte.
-A pesar del trágico destino de Marat, la tina se considera un territorio seguro, familiar; un lugar para meditar sin las distracciones habituales.
-Las veces en que he estado fuera de casa, por motivos de trabajo, y ya que no teníamos tina en casa, me aprovechaba, solía tomar un baño de tina en cuanto llegaba a una habitación de hotel.
-En síntesi, Marcela, el bañarse en tina satisface propósitos más elevados que el simple aseo.
-Para los cristianos, el baño bautismal borra los pecados y allana el camino hacia la vida eterna.
-Como lo demuestra este audaz concepto, la humanidad ha recorrido un largo trayecto histórico desde que sólo se trataba de asearnos.
-Desde la ablución hasta la absolución, el baño de tina constituye una fuerza que siempre está a nuestro alcance.
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