jueves, 10 de abril de 2008

Dolor

-¿Cómo podemos reverenciar a un ser supremo que cree necesario incluir en Su divino sistema la creación del dolor? ¿Para qué sirve el dolor?

-El dolor es un síntoma útil. El dolor nos previene de los peligros físicos.

-¿Por qué sentimos dolor?

-Supe de un niño que sufre de una enfermedad genética muy rara, conocida como disautonomía familiar.

-¿En que consiste esa enfermedad?

-En que el que la padece no puede sentir dolor. Un niño que sufre de esta enfermedad puede cortarse, quemarse, caerse y romperse un hueso, sin saber que algo malo le ha sucedido. No se quejará del dolor de garganta o de estómago, y sus padres nunca sabrán que el niño está enfermo hasta que sea demasiado tarde. ¿Te gustaría vivir de esta forma, sin sentir dolor?

-La verdad, ¡no!

-Como puedes ver, el dolor es una parte desagradable pero necesaria de nuestra existencia. El dolor es el medio por el cual la naturaleza nos avisa que estamos cometiendo algún exceso, que alguna parte de nuestro cuerpo no funciona como corresponde, o que le estamos exigiendo más de lo que está capacitado para hacer.
-Muchos atletas que terminaron sus carreras prematuramente, quedando a veces inválidos para siempre debido a que se esforzaron en ignorar el dolor o tomaron drogas que los insensibilizaron, sin afectar el origen del dolor.
-Constantemente muchas personas son internadas de urgencia en el hospital porque ignoraron las señales de advertencia de un dolor leve, pensando que era pasajero.
-Sentimos dolor cuando forzamos nuestros músculos más de lo que éstos pueden soportar.
-Sentimos un dolor que nos hace retirar la mano de un objeto caliente antes de quemarnos seriamente.
-El dolor nos señala que algo no funciona correctamente en nuestro organismo.
-Como tú, algunas personas, equivocadamente piensan que el dolor es una de las formas en que Dios nos castiga, recordando quizá cómo algunos padres golpeaban a sus hijos cuando eran niños, creyendo que todas las cosas desagradables que acontecen son castigos.

-¡Olvidalo!, ¡ya me convenciste!

-¿De qué te convencí?

-De que el dolor no representa un castigo divino sino la forma en que la naturaleza advierte a todo mundo que algo no funciona correctamente.
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