Bondad

-Una cita que me agrada mucho de Albert Einstein reza: "Los ideales que han iluminado mi camino, y que una y otra vez me han infundido valor para enfrentarme a la vida con buen ánimo, han sido la bondad, la belleza y la verdad". ¿Qué me puedes decir acerca de a la "Bondad"?

-Las escuelas nos enseñan a ganarnos la vida, pero falta el curso que nos enseñe a ser honrados y cumplidos en el deber. Cultiva, pues, en ti y en otros la preciosa semilla de la bondad, y contribuirás así con tu loable labor al progreso, el perfeccionamiento y la felicidad de los seres humanos.
-Si cuidamos de desarrollar en la niñez la semilla de la bondad, no habríamos de deplorar después la existencia de tantos fascinerosos en las altas y bajas esferas de la sociedad.

-Y, ¿cómo podemos enseñar a los niños lo que es la bondad?

-Por medio de cuentos, fábulas, ejercicios, y sobre todo, con el ejemplo de la práctica cotidiana de actos de servicio desinteresado. De esa manera se forma en la niñez hábitos y costumbres de cortesía, consideración y amor a los demás. La educación que no cultiva la bondad puebla al mundo de individuos venales y despiadados.
-Así un gobernante bondadoso imparte justicia a los humildes, en tanto que un funcionario ensoberbecido
y egoísta piensa sólo en aprovechar su elevado puesto para el lucro personal, sin importarle un comino la suerte del
sufrido pueblo.
-Como ves, la semilla de la bondad es innata y hereditaria en el corazón de los seres humanos, pero es preciso cultivarla con solicitud y esmero para que florezca y fructifique.

-¿Por qué dices que la bondad es innata en los hombres?

-La raza humana tiende al bien, así como evoluciona lenta aunque constantemente hacia la verdad, en la práctica, la bondad, que es servicio al prójimo, se plasma en moralidad, honradez y justicia social. Así como la crueldad y la mentira se complementan en la iniquidad, así el amor y la verdad se acoplan para el progreso humano.

-Yo me acuerdo cómo el 19 de septiembre de 1995, durante el temblor en la ciudad de México, ¡cómo nos empeñamos todos en prestar, desinteresadamente, un servicio a los desvalidos!

-En el género humano se encuentra el sentido de cumplir con la elevada misión, el noble apostolado de hacer felices a los seres humanos.
-El ser humano debe solamente vivir para hacer el bien, para servir, como la bondadosa madre que gustosa se da en sacrificio para la felicidad de sus hijos. La emulación en el campo de la bondad debe ser la más noble y la más fructífera de las competencias y rivalidades.
-El hombre inteligente que haya cultivado la semilla de la bondad es ángel bienhechor en un mundo de maldad; pero si no la cultiva, es demonio de perversidad que sólo busca encumbrarse en opulencia, poder y posición social, aunque pisotee a sus hermanos.
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