domingo, 9 de octubre de 2011

Un Mexicano rompe con EU

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Carta dirigida al embajador de Estados Unidos en México, James Jones.
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Señor embajador:
Por este medio le comunico que, motu proprio, he decidido cancelar la visa número 027683, que me fue otorgada por esa embajada para ingresar como visitante en Estados Unidos, ya que, debido al comportamiento de un alto porcentaje de los integrantes de los diferentes sectores que integran su país, no los puedo certificar como miembros de una nación digna de ser visitada.
Dicha cancelación tiene efectos inmediatos y es por tiempo indefinido, ya que no revocaré mi decisión mientras no se satisfagan, al menos, los siguientes requisitos para una convivencia con civilidad y respeto:
1. Que el gobierno de Estados Unidos deje de actuar como si tuviera derecho a intervenir en los asuntos de otros países.
2. Que el soberbio Congreso de Estados Unidos deje de creer que tiene
derecho a dictar leyes de aplicación universal.
3. Que el olvidadizo pueblo de Estados Unidos recuerde que, más que ningún otro, su origen es de migrantes y, por tanto, debe hacer a un lado sus actitudes xenofóbicas, racistas e intolerantes.
4. Que el gobierno, el Congreso y el pueblo de Estados Unidos tengan en la práctica un absoluto respeto por los derechos de todos los seres humanos, y no sólo los de los que en su opinión forman parte del país del destino manifiesto y del único pueblo imprescindible.
5. Que el gobierno y las autoridades financieras de Estados Unidos dejen de presionar al gobierno y a las autoridades financieras de México para que actúen de acuerdo con sus intereses.
6. Que el gobierno de Estados Unidos se comprometa a lograr una drástica disminución en el consumo de drogas entre sus ciudadanos, ya que la excesiva demanda de las mismas ocasiona a México serios trastornos, al ser éste un país de tránsito de la droga hacia Estados Unidos.
Le agradeceré tomar nota de que esta decisión que he tomado trae aparejada la de abstenerme, en la medida de lo posible, de adquirir todo tipo de bienes o servicios producidos o proporcionados por empresas con capital estadunidense, sin que importe dónde estén ubicadas; esto, desde luego, incluye películas y programas televisivos.
Ignoro si mi decisión tendrá alguna repercusión en el comportamiento de su gobierno, o en la bolsa de valores de Wall Street, pero lo importante es que en mi conciencia sí tiene repercusión y me permite ser congruente en mi forma de pensar y actuar.

Atentamente
Héctor Ricardo Sánchez Navarro
Prolongación de Oriente 6 número 957-A
Orizaba, Ver. (4-69-18)
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