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Cristóbal Colón, durante su cuarto viaje a América, andaba en busca de un paso que uniera a los dos océanos: el Atlántico y el Pacífico.
Al llegar a la desembocadura del río Chagres, cerca del lugar en que ahora desemboca el canal en el Atlántico, interrogó a los indios, si conocían otro mar que estuviese cerca de allí.
Los indios contestaron por medio de sus intérpretes, que existía otro mar.
Le ofrecieron llevarlo, pero Colón rehusó la invitación pues no se decidió a abandonar sus naves. Prefirió llegar al otro mar por barco.
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Cristóbal Colón
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Unos años después Vasco Núñez de Balboa cruzó el Istmo de Panamá y encontró lo que Colón no había podido descubrir por haberse negado a abandonar sus naves.
Fue el primer hombre blanco que contempló el Océano Pacifico desde suelo americano.
Poco después, los españoles navegaron en torno a Sudamérica descubriendo que los océanos se acercaban uno al otro, pero nunca se unían.
Aún en los lugares más estrechos de Centroamérica las montañas de la cordillera separaban a los océanos.
Cuando el emperador Carlos V, soberano de España, se enteró de ello, dijo que sería necesario cavar un canal que uniese a los dos océanos y ordenó, en el año 1524, que se efectuaran estudios topográficos para la construcción de una vía acuática a través del Istmo de Panamá.
Pero no fue sino hasta que pasaron 360 años que se hizo el primer intento de construirlo.
Antes de la creación del Canal de Panamá sólo había una manera de llegar en barco de un océano al otro y ese camino era la larga ruta alrededor del cabo de Hornos en la punta meridional de Sudamérica.
Era una travesía peligrosísima, a menudo los barcos se hacían pedazos en los arrecifes de la Tierra del Fuego o se hundían en medio de una tormenta.
En el año de 1855 se construyó el primer ferrocarril que atravesaba el Continente Americano: el Ferrocarril de Panamá.
Hacia el recorrido de océano a océano en sólo 4 horas.
Esto fue una gran ventaja pues fue posible desembarcar y embarcar mercaderías de un océano al otro.
Aunque algunas cosas por ser demasiado grandes para ser transportadas en furgones de ferrocarril. tenían que ser llevadas por barco, doblando el cabo de Hornos.
Por esta razón las naciones con grandes flotas mercantes continuaban con la idea de cavar un canal pensando en el dinero y tiempo que se ahorrarían.
En 1869 se construyó el Canal de Suez, entre Africa y el cercano Oriente.
Ya no fue necesario que los barcos dieran la vuelta al Continente Africano para llegar a Asia. Se ahorraron varios días de navegación al pasar por el Canal de Suez.
En 1880, una compañía francesa decidió construir el Canal de Panamá. La empresa fue encomendada al mismo hombre que había construido el canal de Suez: Ferdinand de Lesseps, que en aquel entonces contaba con 75 años de edad.
Los franceses no tardaron en descubrir que el Canal de Panamá era mucho más difícil de construir que lo que había sido el de Suez.
En Suez se había abierto una zanja a través de las arenas de un desierto plano, en cambio en Panamá se tenían: altas montañas, impetuosas aguas del río Chagres, en el Océano Pacífico la marea subía 6 metros en tanto que en el Atlántico sólo subía 90 centímetros, y además a todo ésto se añadía, por si fuera poco, que los pantanos de Panamá eran los lugares más insalubres del mundo, existían fiebre amarilla y paludismo, que mataban a muchos centenares de trabajadores.
A los 10 años la compañía de Lesseps se declaró en quiebra, dejaron abandonado su equipo de palas mecánicas, sus hospitales, casas, así como varios cementerios en los que yacían miles de trabajadores. Posteriormente los franceses organizaron otra compañía que prosiguió los trabajos pero sin éxito
El 4 de mayo de 1904, los Estados Unidos compraron los derechos y propiedades de la compañía francesa del Canal por 40 millones de dólares, quienes estaban felices de deshacerse de un "elefante blanco" con el cual no sabían qué hacer.
En 1898 había estallado la guerra entre España y los Estados Unidos.
La flota de los Estados Unidos recibió la orden de concentrarse inmediatamente en el Océano Atlántico y uno de los acorazados, el "Oregón" que en aquel entonces se encontraba en le el puerto de San Francisco, en el litoral occidental de los Estados Unidos, a toda máquina se dirigió al mar Caribe para reunirse con el resto de la flota norteamericana el "Oregón" requirió 70 días en esa travesía.
Fue este incidente el que hizo que el Gobierno de los Estados Unidos decidiera hacerse de la empresa del Canal de Panamá.
Querían, a toda costa, una vía corta entre ambos océanos para su flota de guerra.
En 1904 los Estados Unidos continuaron con el proyecto del canal llevándolo a feliz término 10 años más tarde a un costo de alrededor de 387 millones de dólares.
Dos grandes factores contribuyeron al éxito de la
empresa siendo: el primero que era más fácil de subir y después bajar, mediante escusas, a los barcos, en vez de oradar las altas montañas y la segunda que los doctores Walter Reed, norteamericano y Carlos Finlay, cubano, habían descubierto la causa de la fiebre amarilla: los mosquitos.
Esto se resolvió colocando tela de alambre con malla muy fina en todas las puertas y ventanas de la Zona del Canal, así como echando petróleo en todos los charcos de agua estancada en donde los mosquitos dejaban sus larvas.
Según cuenta la historia el 11 de noviembre de 1905, agonizó el último trabajador atacado por la fiebre amarilla.
En la madrugada del 15 de agosto de 1914, un barco de nombre "Ancon" entró por el Atlántico estrenando el Canal de Panamá llegando al Océano Pacífico 8 horas y media después.
En la actualidad, esta vía marítima sigue funcionando casi exactamente que cuando se estrenó.
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