miércoles, 23 de mayo de 2012

La Inquisición en la Colonia


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Mi hermano mayor, Rodrigo, tenía librerias y era un apasionado de la lectura.
Leyendo un libro de la historia de la inquisicion, fue que supimos como en Guadalajara quemaron a un sefardita; también decia que un grupo de judios que llego a la Nueva España, se translado a Moterrey y fueron de los primeros españoles en formar esa ciudad.


Yo estuve viviendo algún tiempo ahí y me di cuenta como el grupo dominante económicamente, es muy cerrado.
Viven en áreas cerrada muy grandes y hacen mucho alarde del catolisismo que profezan, no se sí efectivamente sean muy católicos o sea pura simulación.
Los apellidos dominantes son Garza, Cantú, Treviño, etc.
Hace mucho lei que en tiempos de Isabel la Católica, se obligo a que los apellidos de los sefarditas residentes en España deberían de ser el nombre de de alguna parte de la naturaleza o alguna especie de animales (Garza, Lobo, Montes, Robles, etc.).
Estos apellidos tienen un nombre especial; por más que he tratado de recordarlo no ha sido posible que se me venga a la cabeza.
Fíjese que todo esto que estoy comentando no es discrepante
con la chamusquina que hicieron los del Santo Oficio con el pobre hombre que tuvo que decir que en el pasillo de su casa habia enterrado a un Niño Dios.
Lo que más adelante le voy a platicar es con el objeto de que aún en nuestros días se pueden guardar secretos como que judios actuales nieguen que lo sean.
1.         Hace como 20 años, nos hicimos amigos de un piloto fraquista que combatió en la segunda guerra mundial dentro de la Division Azul que Franco envio a la Unión Soviética para combatir al lado de los nazis.
Como nos hicimos muy buenos amigos, una vez me dijo que él era judio.
Yo le conteste que era imposible que fuera español y judio, ya que Isabel la Católica se había encargado de acabar con sus antepasados.
Conclusión, ya iba a completar 500 años de guardor el secreto de su origen.
2.             Rodrigo tuvo la oportunida de conocer a un grupo de indigenas de la sierra de Puebla que se lo presentó el senador Palomo para que conociera un Talmud de más de 500 años.
Los indígenas le enseñaron el libro al cual verdaderamente lo veneraban.
Conclusión:
Esos idígenas no han de haber sido unos indígenas cualquiera sino descendientes de algún grupo de judios que prefiriron permanecer en la sierra totolamente ignorados para evitar ser
víctimas de la Inquisición.
3.         Esto que le voy a platicar no lo creería si no es porque conozco y estimo mucho a la persona que me lo narro:
Esta persona es un judio agnóstico; una vez que fue a la Habana lo llevaron a una iglesia católica, le mostraron el altar principal, después de caminar por algunos pasadizos se pararon y le dijeron que ya estaban atras del altar mayor.
Encendieron la luz y cual no fue su sorpresa al ver (no recuerdo el nombre) el equivalente de un altar judio al altar católico.
Durante años los sacerdotes católicos no han sido tales sino rabinos.
Este dato la próxima vez que lo vea se lo pregunto.
Como se ha dado usted cuenta, visto, todo giro a traves de ese pobre sefardita que tuvo la mala suerte de caer en manos de la Inquisición.
Después de lo que he narrado
poca cosa se debe de saber de cualquier familia de pueblo, pero en fin, más vale saber algo que ignorar todo.
Lo que he expuesto son cosas totalmente ciertas, unas porque yo mismo las he vivido y las otras porque la gente que me las platico, es gente muy seria.
Es absurdo que en época de viajes interplanetarios, la gente tenga que vivir con hechos que tiene que guardase en su conciencia por temor de que pueda perder hasta la misma vida si los exterioriza.
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