Menstruación

-Emilio, ¿qué se sabe sobre la menstruación en los libros de las civilizaciones antiguas?

-Todo mundo sabe que la menstruación es el flujo periódico de sangre que experimentan las mujeres en los años de madurez sexual, pero, no todo mundo sabe lo que dicen los libros de las civilizaciones antiguas en torno al tema de marras.

       -Según esos libros, cuando la mujer se encuentra en esos momentos peculiares, se haya en los momentos más indicados para iniciar una conquista amorosa.

       -En el Avesta se dice textualmente:

       "Guárdate muy bien de yacer con ella, porque cometerías un pecado, a la par que podrías comprometer tu salud, guárdate también de escuchar sus palabras, que sólo tienden a esclavizarte, y de beber la mirada de sus ojos en tales días, pues destellan todo el obscuro fuego que la mujer guarda en sus entrañas para consumir las fuerzas del hombre".

-¿Qué es el Avesta?

-El Avesta es una colección de textos sagrados de la antigua Persia, pertenecientes a la religión zoroastriana.

-En uno de los libros de Confucio se leen estas palabras:

       "Nunca debe el hombre dar crédito a las palabras que la mujer pronuncia, pero mucho menos se debe creer lo que dice su boca o lo que expresan sus ojos en los días críticos, pues entonces está poseída de una fuerza poderosa, y sus ojos, que aspiran la vida, tienen una atracción tan grande como los abismos".

       "El que se mire en los ojos de una mujer en días tales, dese por esclavo".
       -En el Corán constan los siguientes versíclos:

       "Huye de la mujer cuando te brinde amores, si te los brinda en días de impureza".
       "Huye la mirada de sus ojos cuando reflejan la pasión carnal que la consume, pues te quemarías en su llama sin poderlo evitar".

-El Corán declara impura a la mujer ocho días antes y después de sus reglas, y prohibe el coito durante este tiempo.

       -En el poema índico Kama Pramathi se leen los siguientes versos:

       "Tu presencia, ¡oh mujer impura! basta para envenenar el ambiente con tus acres hedores; tus ojos divinos se tornan peligrosos dardos fascinadores como los ojos de la serpiente terrena; tu voz perturba el alma y mancha las flores tu aliento. Retírate."

       -En muchos filtros de amor y en distintos maleficios, según antiguos libros de magia, entra muy a menudo la sangre menstrual.

-Plinio llega hasta pretender "que no hay nada más monstruoso que esta sangre, puesto que, por su vapor o por su contacto, se avinagran los vinos nuevos, las semillas se vuelven estériles, se borra la belleza del marfil y de las perlas, las abejas mueren, el aire se infecta, etc."

-Columela dice que, para destruir las cochinillas y otros insectos perjudiciales para las cosechas y los jardines, "las mujeres que tenían la menstruación iban a través de los campos con las faldas levantadas hasta por encima de los riñones".

-Para destruir los caracoles de las huertas, Elío hacia pasar por ellas a una mujer en la época en que está en comunicación con el astro de la noche".

       -Según algunos autores, el poeta Lucrecio murió a consecuencia de un filtro -que le dió a beber, por celos, su esposa- en el cual debió entrar en cantidad excesiva sangre menstrual.

-El Talmud condena severamente cohabitar con las mujeres "que pierden sangre".

"Cuando un hombre se haya acostado con una mujer que tiene su mes -dice Moisés en el Levítico-o y haya descubierto la desnudez de esta mujer, descubriendo su flujo, y cuando ella haya descubierto también el flujo de su sangre, serán ambos seprados de en medio de su pueblo."

-Para finalizar va el siguiente extracto de una carta que Nostradamus escribió a Diana de Poitiers, la famosa querida del Francisco I y de Enrique II:

"No tenéis, señora, necesidad

alguna de aumentar vuestros medios de seducción. Vuestra hermosura es como el sol, que le basta mostrarse para ser adorado. Pero si alguna vez hubiese un hombre bastante ciego para no ver vuestros encantos, si alguien resistiera el poder de vuestra belleza soberana, recordad el antiguo precepto de lo las Pitonisas: 'Cuando tu cuerpo sea impuro, mira y vencerás'. Yo no me explico la causa del poder que a las mujeres concede la Naturaleza en determindos días de cada mes, sólo sé que ese poder es muy grande. Usad de él cuando y con quien os conviniere, y seréis amada irresistiblemente.

-Las conquistas que hizo Diana de Poitiers fueron debidas, seguramente, a su belleza, pero cabe presumir que los consejos del astrólogo Miguel de Nostradamus no cayeron en saco roto.

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