Karma

        Por elemental ley, todo ser humano llega al punto donde está: los pensamientos que ha incorporado a su carácter lo han llevado ahí, y en el concierto de su vida no existe el azar, sino que todo es resultado de una ley infalible.

        Cuando el ser humano se considera creación de las condiciones externas, es vapuleado por las circunstancias; pero cuando se da cuenta de que él mismo es poder  creativo, y que puede estar al mando de las semillas que, ocultas dentro de su ser, hacen brotar circunstancias, entonces se convierte en su propio amo.

        El que las circunstancias derivan del  pensamiento de cada cual, es sabido por todo aquel que por algún lapso ha practicado el control y la purificación de sí, pues habrá advertido que el cambio en sus circunstancias corresponde en exacta proporción al cambio en su condición mental.

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        Isaac Newton descubrió LA LEY DEL KARMA, misma que es conocida como ley de causa y efecto: es decir, que a toda acción se opone una reacción equivalente. Se obtiene lo que se invierte. Si plantamos jitomates no cosecharemos cardos. Es importante tener presente que este principio tiene efecto en todo lo que hacemos y en todo lo que experimentamos.

        Además de Isaac Newton, muchos grandes hombres han expresado la LEY DEL KARMA de muy diversas maneras, aunque su principio es constante: "Los demás te tratarán como tú a ellos. Lo que tú ofrezcas, eso mismo recibirás".

        En una tumba egipcia, cuya antigüedad se remonta al año 1600 adne, están inscritas estas palabras: "Buscó para los demás el bien que deseaba para sí".

        Confucio enseñó: "No hagas o otros lo que no quieras que te hagan a ti".

        Aristóteles sentenció: "Debemos comportarnos con el mundo como desearíamos que el mundo se comportara con nosotros"

        Benito Juárez dijo: "El respeto al derecho ajeno es la paz".

        En La Biblia está escrito: "Haz a los demás lo que quisieras que los demás te hicieran a ti".

        Estos principios se aplican a nuestas relaciones y también a lo que cosechamos en otras áreas de la vida.

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        No podemos transgredir la LEY DEL KARMA. Nuestra salud mental y física, nuestro éxito en los negocios y nuestras relaciones personales, son gobernadas según la misma fórmula que nos exige "pagar por adelantado".

        Lo fascinante de la LEY DEL KARMA es que nunca sabemos a ciencia cierta cuándo recibiremos nuestra recompensa; cuándo obtendremos los beneficios del tiempo y esfuerzo que invertimos. Pero las recompensas siempre llegan, y la incertidumbre con respecto de su llegada constribuye a hacer la vida más emocionante.

        Lo que ahora tenemos en la vida es resultado de lo que hemos sembrado hasta la fecha. Si en la actualidad gozamos de excelentes amistades y relaciones afectuosas, se debe a que hemos preparado el terreno y sembrado la semilla.

        Si nuestro negocio florece, es porque estamos realizando los esfuerzos necesarios para lograr buenos resultados.

        Si criticamos a la gente, seremos criticados. Si hablamos bien de los demás, los demás hablarán bien de nosotros. Si defraudamos, seremos defraudados. Si nos alegramos por el éxito de otros, probablemnete lograremos más triunfos. Si decimos mentiras, nos mentirán. Si amamos, seremos amados. ¡Todo se duplica!

        A lo largo de mi vida he visto como toda persona que se porta mal le va mal. Conste que no deseo mal a nadie, sin embargo, veo como la LEY DEL KARMA se cumple inexorablemente.

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        El ignorante siempre se margina. Sobre la gente notable piensa: ¡Cuánto quisiera tener su talento!" y "¡Ojalá tuviera su suerte!", aunque jamás reflexiona sobre los meses y años de esfuerzo que hicieron realidad el éxito en esas personas.

        ¡Cuán frecuentemente conocemos el caso de un artista que ha logrado el éxito "de la noche a la mañana" en el mundo del espectáculo, y luego nos enteramos que la nueva estrella llevaba quince años luchando!

        El corredor, del que no me acuerdo su nombre, el cual rompió la barrera de los 10 segundos al correr los 100 metros planos, no fue producto de esos 10 segundos sino de la intensa preparación que tuvo lugar durante todo un año.

EN SINTESIS

        Todo lo que existe en el Universo esta en sincronía. Todo es perfecto. Portate bien y te irá bien, portate mal y te irá mal.

Lo que sembramos, eso es lo que cosechamos. Pero, si quieres tener éxito en algo, no basta con portarte bien, tienes que trabajar.

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