lunes, 19 de enero de 2015

La Jota


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LA JOTA 

-¡Oye!, Emilio, ¿por qué Jorge no se escribe con dos JOTAS?

-Mira Marcela, el hecho de que la "G" y la "J" tengan el mismo sonido cuando están antes de la "e" o la "i", hace que haya confusión y errores de ortografía al momento de escribir palabras con ese sonido, es por ello que para ambas letras existen normas para su correcto uso ortográfico.



Se escriben con J: todas las palabras que empiezan con in:
injerto, injección
Excepto: ingenio, ingerir, ingenuo.
La raíz latina legi, que significa "ley": legítimo, legislativo, legislar.
El prefijo de origen griego geron, que significa "viejo": gerontocracia, geriatría.
Las palabras que contienen la partícula: gest: gestionar, ingestión, gestación, congestión.
Las palabras que contienen la partícula: gen: vigente, tangente, aborigen, género, margen, homogéneo.
Excepto avejentar, jengibre, berenjena, Jenaro, Jenofonte,
comején, ajeno, enajenar, ajenjo, jején, ojén; y las formas de los verbos que en infinitivo tiene "J": dejen (dejar), tejen (tejer), lijen (lijar), bajen (bajar).
Las palabras que contienen la partícula ges: gesto, gestión, congestión, ingestión.
Excepto: majestad y sus compuestos y derivados:
majestuosidad, majestuosamente.
Los verbos terminados en ger, gir, giar e igerar, así como sus derivados: proteger, afligir, presagiar, morigerar.
Excepto: crujir, tejer, mejer, anejir, brujir, grujir,
Las palabras que tienen como prefijo o sufijo a la raiz griega: geo, que significa "tierra": geoquímica, geodesia, epigeo, perigeo.
Las palabras que tienen como prefijo o sufijo a la raiz griega: gine, que significa "mujer": vagina, poliginia, misoginia, ginofobia.
Las palabras que tienen como prefijo o sufijo a la raiz griega: genea/geno, que significa "nacimiento, origen o linaje": criógeno, endrógeno, bacterígeno, genealogía.
Los sufijos: logía, que significa "ciencia o tratado": astrología, genealogía, farmacología, mineralogía.
Los sufijos: gogía, que significa "conducir": andragogía, psicopedagogía, hidragogía.
Los sufijos: algia, que significa "dolor o pesar": nostalgia, mialgia, otalgia, enteralgia.
Los sufijos: fagia, que significa "comer": onicofagia, disfagia, antropofagia.
Los adjetivos numerales ordinales con terminación gésimo: cuadragésimo, quincuagésimo, vigésimo.
-Etcétera, etcétera, Marcela.

-Son tantas reglas, Emilio, que creo que es mejor aprenderse las palabras de memoria. Ahora quiero que me platiques sobre la JOTA.
      
-La X tenía tres sonidos: además de S y CS el de SH ya estaba en auge. Dura tres siglos, hasta volverse nuestra guturalísima JOTA.

-¿Cuál fue su nacimiento?

    -La pronuncia morisca de la S era SH; son ellos, que en la primera mitad del siglo XV empezaron a guturalizar el sonido SH. A principios de la centuria siguiente ya está documentada esta pronuncia  que hoy tiene el nombre de velar.

-Qué nombre delicado para un sonido tan agresivo!

-Se debe, en efecto, a un velo, evocador de un tejido finísimo, ligerísimo, que flota en el aire. Esta es poesía: la realidad fisiológica es que el velo de marras es el del paladar. El sonido que produce al contacto de la lengua con el velo del paladar es precisamente la calumniada JOTA.

-¿Por qué calumniada?

-Cautivo en San Juan de Ulúa, fray Servando define la JOTA "tan fea en su pronuncia como en su figura": esto es, antepone el concepto de la fealdad de su sonido al de su aspecto. Añade: "tan desconocida de los latinos como de los antiguos españoles". La opinión del lingüista Julio Cejador y Frauca es simplemente feroz. Atribuye la pronucia velar de la JOTA al aire abrasador del desierto, que obliga a los árabes a abrir la boca y ensanchar las fauces para respirar con más anchura.

-¿Es verdad?

-Juzga tú misma, Marcela. Dice Julio Cejador y Frauca: "La guturalización y la resonancia de las fauces son propias de los gritos inarticulados de los brutos, del relincho, del rebuzno, del gruñido, no de la voz humana. Tales sonidos son, por lo tanto, corrompidos, innobles y bestiales".
-Cejador sólo logra que sus injurias a la JOTA se reviertan contra él. Pese a soez diatriba, la JOTA morisca perdurar sin límite de tiempo como atributo característico de la única lengua romance que posee este sonido.

-¿Cómo te explicas esa saña hacia una letra, como si fuera culpable de existir?

-Tal vez por un rencor atávico subconsciente contra los árabes y su presencia en España durante 8 siglos.

-¡Oye!, pero, el tal Cejador olvidó que el sonido de la JOTA también pertenece a las lenguas nórdicas, con el alemán a la cabeza: 100 milloones de personas. Mencionaré un ejemplo del sonido CH alemán, en el nombre de un genio que honra a su pueblo y la Humanidad: Bach. Este sonido es frecuente y querido como los demás: doch, auch, ach, Buch, Sache. Su CH es idéntica a nuestra JOTA, con la ventaja de que nosotros lo representamos con una letra del alfabeto.

-¡Tienes razón Marcela!, además, a los 500 millones de euroamericanos jotaparlantes hay que añadir los innumerables asiáticos que hablan lenguas derivadas del arameo, idioma semítico rico de JOTA como el hebreo y el árabe.

-Me acuerdo de un cuentito antiguo de fines del siglo XIX. Lo aprendí de mi abuela, y ésta de la suya, y ¡quiénl sabe quien fue el autor!

-¡Te escucho!

“Dijo un jeque de Jerez con su faja y traje majo: ¡Al más guapo el juego atajo que soy jeque y de Jerez! Un gitano que el jaez aflojaba a jaco cojo, cogió conciego enojo, de esquilar la tijereta y le dijo: ¡Por la geta te la encajo, si te cojo! Nadie me moja la oreja! dijo el jeque y arrepuja El gitano entonces puja una aguija; el otro no ceja. El jaco cojo se encanija y tales coces baraja con la punta del zancajo, que metió sin gran trabajo al gitano y jeque en caja”. 
¡Y eso esta del carajo!              

-Felicitaciones por tu buena memoria, Marcela.

-En síntesis, la X con el valor fonético de la JOTA luchó tres siglos hasta convertirse definitivamente en la gutural JOTA.
-Así es, pero, volviendo a tu pregunta inicial, yo firmemente pienso que la JOTA debe sustituir, como lo han sugerido insignes lingüistas americanos a la G en su doble fonético ante i y  e.

-Entonces, ¿crees tú que escribiremos jis, jigante, jitano, jenio, jentil, jeolojía, jenealójico?

-Sí, creo que es inevitable, provechosa y providencial simplificación ortográfica.
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Gutierre Tibón
Nuevo Diálogo de la Lengua
Ariel Lingüistica
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