martes, 28 de agosto de 2018

Biografía (María Callas)


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BIOGRAFÍA DE MARÍA CALLAS


-¿Quién fue María Callas?

-Maria Anna Cecilia Sofia Kalogeropoúlos
fue soprano de ópera estadounidense de origen griego. 

-Nació el 2 de diciembre de 1923 en Nueva York. Era hija de Evangelia Dimitriadis y George Kaloyerópulos, una pareja de emigrantes griegos que llegaron a Estados Unidos en agosto de 1923, asentando su domicilio en la ciudad de Nueva York

-Su padre, George Kaloyerópulos, farmacéutico de profesión, abrió un negocio familiar en un barrio griego de Manhattan y, por la complejidad del apellido, lo cambió por Callas.

-María Callas ha sido considerada la cantante de ópera más eminente del siglo XX. Capaz de revivir el bel canto en su corta pero importante carrera, fue llamada ‘La Divina’ por su extraordinario talento vocal y actoral.

-Tras la separación de sus padres, María viajó a Grecia en 1937 con su madre y su hermana Yacinthy, volviendo a adoptar su apellido original, Kaloyeropulu. 

-De adolescente rozó los 100 Kg. y se transformó en una mujer de 69 y ciento setenta centímetros de altura cuando su voz y su genio alcanzaban su cima. Los inicios de su carrera fueron interpretando papeles dramáticos como Isolda, Brünnhilde y Aida.

-Comenzó su formación en el Conservatorio Nacional de Atenas, y para inscribirse tuvo que falsear la edad, ya que no tenía los 16 años mínimos. 

-Estudió con la soprano Maria Trivella, y después bel canto con Elvira de Hidalgo, que la formó en la tradición del belcanto romántico italiano. En 1938 hará su debut no profesional como Santuzza en Cavalleria rusticana, en Atenas.

-Estuvo cantando en Atenas durante varios años antes de realizar su debut italiano con La Gioconda de Ponchielli en Verona en el año 1947. Esa producción estuvo dirigida por Tullio Serafin, quien se convirtió en su mentor musical. 

-El debut de María fue en febrero de 1942, en el Teatro Lírico Nacional de Atenas, con la opereta Boccaccio. El primer éxito lo tendría en agosto de 1942 con Tosca, en la Ópera de Atenas. Pronto cantó Fidelio, Tiefland y Cavalleria rusticana, también en Atenas. En 1944, durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas ocupantes pierden el control de Grecia y la flota británica llega al puerto de El Pireo. María Kaloyeropulu decide volver a los Estados Unidos para encontrarse con su padre.

-En 1949 se casó con el industrial italiano Giovanni Battista Meneghini, 30 años mayor que ella, que se iba a transformar no sólo en su esposo sino también en su manager, protector, financista y dietólogo. Estuvieron diez años casados. 

-Desde 1949, animada por Tullio Serafín se decantó por la coloratura de papeles que pertenecen al bel canto; entre ellos Norma, Lucia di Lammermoor y varios personajes de óperas italianas olvidadas durante mucho tiempo. 

-Reconocida especialmente por el color especial de su voz, su presencia dramática y su musicalidad, cantó sobre todo en La Scala de Milán, en las óperas de Roma y París, el Covent Garden de Londres y el Metropolitan Opera House de Nueva York.

-Su nombre está asociado en la memoria colectiva a Aristòteles Onassis, el gran amor de su vida.

-En 1959, María Callas conoció al naviero griego Aristóteles Onassis, por el que abandona a su marido Giovanni Meneghini.

-En 1965, realizó su última representación operística con Tosca en el Covent Garden de Londres. 

-Realizó pequeñas apariciones con di Stefano e impartió una serie de clases maestras en el Juilliard School de Nueva York entre los años 1971 y 1972.

-En ese momento tenía 41 años. Tres años más tarde, Aristóteles Onassis dejó a María Callas por Jacqueline Kennedy. Durante la última década de su vida, vivió prácticamente recluida en París.

-¿Cuál era el rango de su voz?

-Con una compleja voz de soprano que abarcó tres octavas afrontó un inmenso repertorio, desde el bel canto hasta el verismo e incluso Wagner, siendo su tipología vocal muy peculiar y difícil de clasificar tanto por su facilidad para cantar notas sobreagudas (hasta el Mi6, propias de una soprano ligera) como por también interpretar roles de mezzosoprano como lo son Eboli, Carmen, Santuzza, Kundry, Dalila e incluso las arias de Rossina y Angelina, además de por su muy particular timbre de voz con un  sonido metálico muy penetrante. Tenía una sorprendente capacidad de matizar, articulando entre sobreagudos brillantes y graves reforzados en voz de pecho, lo que ha llevado a algunos críticos a considerarla como Soprano sfogato, una voz capaz de alternar entre registros de soprano aguda como de contralto con gran agilidad, siendo heredera directa de María Malibrán y Giuditta Pasta, musas de Vincenzo Bellini.

-¿No me cuentas algunas anécdotas de María Callas?

-Siendo miope no toleraba las lentes de contacto y tampoco quería salir a escena con gafas, se cuenta que una noche de invierno, en la Scala de Milán, cantó ante un público integrado mayoritariamente por partidarios acérrimos de la otra gran soprano del momento, Renata Tebaldi. Al término de la representación, estos bombardearon el escenario con frutas y hortalizas. La Callas no se dio cuenta de nada... hasta que se agachó para recoger un manojo de verduras. Sonriente, digna, sin perder su sangre fría, la diva se irguió con su ramo horto-frutícola entre los brazos, pidió silencio a la sala, y preguntó: 

"¿Dónde consiguen unas verduras tan frescas en invierno?".

-La relación entre María y su madre era difícil. La madre presionaba a María con sus clases, solicitando a sus profesores que le informasen de todos sus avances; y por otro lado comparaba a María con su otra hija, calificándola de ‘gorda’, poco agraciada y únicamente atractiva por su voz. 

-Años después, María confesaría a la prensa que su madre la apoyó solamente para tener algún sustento económico y que, si bien admiraba su fortaleza y agradecía ese apoyo, nunca se había sentido querida por ella.

-En su libro María Callas, La Tigresa Y El Cordero, David Bret sostiene que la diva tenía la obsesión de seducir y "rescatar" homosexuales. Así intentó en vano enamorar a Leonard Bernstein, Luchino Visconti, Franco Zeffirelli y Pier Paolo Pasolini, convencida, según Bret, de que ningún homosexual podría resistir su amor.

-Sus éxitos no fueron muchos hasta que la quiso escuchar Edward Johnson, el director general del Metropolitan Opera House, quien le ofreció inmediatamente los principales papeles en dos producciones en las temporadas de 1946-1947: Fidelio, de Ludwig van Beethoven, y Madame Butterfly, de Giacomo Puccini. Para sorpresa de Johnson, María rechazó los papeles: no quería cantar Fidelio en inglés, y consideraba que el rol de Butterfly no era el mejor para su debut en América.

-Encontró trabajo en 1946, pero continuó practicando con vigor para perfeccionar su técnica. Tomó como agente a Eddie Bagarozy y aceptó cantar la ópera Turandot en Chicago, en enero de 1947, con un reparto de cantantes europeos célebres, en una compañía que fue fundada por Bagarozy y Ottavio Scotto, un empresario italiano.

-María Callas mostró tener un carácter muy fuerte y determinante en sus decisiones, que se evidenciaría en el trato con su madre y más tarde con Aristoteles Onassis.  

-En sus tiempos fue llamada una soprano assoluta o soprano sfogato. La rápida pérdida de peso en la mitad de su carrera, el cambio constante de repertorio tan variado y a la vez sus problemas personales, son citados como posibles causas del deterioro de su voz.

-¿Cuándo se consolidó María Callas?

-Su debut italiano en la Arena de Verona fue en 1947, bajo la batuta de Tullio Serafin. Su trabajo en la ópera de Ponchielli fue un éxito pero no se reflejó inmediatamente en nuevos contratos. Así, Callas se encontró nuevamente sin empleo, pero gracias al apoyo brindado por Meneghini logró continuar con sus estudios privados de canto, haciendo luego una audición para Serafina en el difícil papel protagonista de Tristán e Isolda, de Richard Wagner, que se iba a presentar en el teatro La Fenice de Venecia en la siguiente temporada. Logró el papel y debutó en el teatro veneciano, obteniendo un clamoroso éxito que le permitió cantar Turandot, de Puccini, y el personaje de Brünnhilde en Die Walküre (La valquiria), en las temporadas de 1948-1949

-En 1949 se casa con Meneghini y cambia su nombre a María Meneghini Callas.

-Ese año, durante el receso estival europeo, el 20 de mayo de 1949 hace su debut americano en el Teatro Colón de Buenos Aires, Argentina como Turandot, Aída (solo una función reemplazando a Delia Rigal) y Norma, dirigidas por Tullio Serafin, secundada por Mario del Mónaco, Fedora Barbieri y Nicola Rossi-Lemeni.
-En Venecia se iba a representar la ópera I puritani, de Vincenzo Bellini, con Margherita Carosio en el papel de Elvira. 

-Una tarde María Callas había cansado de interpretar el papel de Brünnhilde y comenzó a leer la música del personaje de Elvira. Cuando la esposa de Serafin la escuchó, se lo dijo a este y pidió a María que lo cantase. Además la Carosio estaba enferma y era necesario sustituirla. 

-La mañana siguiente María cantó para el director musical del teatro, quien decidió que ella sería la mejor elección como Elvira. Se le dio una semana para aprender la ópera entera, una semana que además incluía tres representaciones de Die Walküre. Después de la primera representación de I puritani el 19 de enero de 1949, María Callas se convirtió en "la voz de Italia".

-Después de su Elvira en Venecia, María se convirtió en una celebridad en Italia, pero todavía no se le había ofrecido un papel en el teatro más importante del país, La Scala de Milán. Finalmente se le ofreció un papel en la Aida, de Giuseppe Verdi, que Renata Tebaldi no podía realizar. María y Meneghini esperaban un gran éxito, pero cuando comenzaron las representaciones de Aida el 12 de abril de 1950, la acogida del público italiano fue fría. Para su segunda presentación el 7 de diciembre de 1951, La Scala se rindió a María Callas, un éxito que dio origen a que recibiera el apelativo de ‘La Divina’. La temporada de 1951–1952 inició con I vespri siciliani, de Giuseppe Verdi, siendo una de las actuaciones más aclamadas y recordadas de la soprano.

-El 23 de mayo de 1950 debuta en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, cantando Norma, y es en ese mismo escenario donde intercala un célebre Mi bemol al final del segundo acto de Aida conocido como ‘el agudo de México’ y en donde cantaría las dos únicas funciones de Rigoletto a lo largo de su vida. En Bellas Artes cantaría con Giuseppe Di Stefano "Rigoletto", "Traviata", "Bohemia" y "Lucia de Lamermoor" formando desde entonces una de las parejas más famosas en la Historia de la Ópera. Juntos grabaron 9 óperas completas: "Rigoletto", "El Trovador", "Manon Lescaut", "Baile de Máscaras", "La Bohemia", "Los Puritanos", "Cavalleria", "Payasos" y "La Traviata".

-En julio de 1952 Callas firmó un contrato de grabación exclusiva con Walter Legge, productor musical de EMI. Pocos días después Legge y su mujer, la famosa soprano alemana Elisabeth Schwarzkopf, fueron a verla en La Traviata en la Arena de Verona. Tras la representación, la Schwarzkopf ofreció uno de los tributos más conmovedores: viéndose superada por María, no cantaría nunca más La Traviata. Cuando se le pidió una explicación, la Schwarzkopf respondió: 

"¿Cuál sería el sentido de hacerlo si otra artista lo puede hacer perfecto?". 

-En noviembre de ese mismo año María Callas compartiría escenario con otro gran mito del bel canto, Joan Sutherland en la representación de Norma de Bellini en el Covent Garden de Londres.
Mujer alta y muy corpulenta, en esa época decidió bajar de peso para "hacer justicia a Medea", papel que interpretaría en La Scala dirigida por Leonard Bernstein en producción de Margarita Wallmann. 

-Entre 1953-1954 bajó más de 36 kilos. Cuando reapareció como la tísica Violetta junto a su gran amigo y frecuente compañero de escena, el tenor siciliano Giuseppe Di Stefano, en la puesta en escena de Luchino Visconti de La Traviata, en un primer momento ni el director orquestal Carlo Maria Giulini la reconoció. Era ‘otra mujer’, y Visconti había hallado la cantante-actriz ideal para sus escenificaciones cinematográficas. Visconti la convertirá en ideal Violetta y luego Ifigenia, Elisabetta, Anna Bolena y Amina en La Sonnambula, de Bellini.

-En 1954 hace su debut en Estados Unidos, en la Lyric Opera of Chicago, como Lucia di Lammermoor. En 1955, probablemente su mejor año escalígero, canta una Norma que adquirirá estatus de legendaria, junto a Giulietta Simionato y Mario del Mónaco, dirigida por Antonino Votto, y en Berlín  junto a Herbert von Karajan canta una Lucia di Lammermoor histórica para la reapertura de la Deutsche Oper Berlin. El delirio del público hace que se deba repetir el sexteto del segundo acto.

-El 17 de noviembre de 1955, al término de la presentación de Madame Butterfly en el Lyric Opera de Chicago, María Callas celebraba su triunfo. La audiencia continuaba aplaudiendo cuando se acercó el oficial de justicia Stanley Pringle, que le presentó un requerimiento judicial por haber sido demandada por su anterior representante, Eddie Bagarozy, quien esgrimía un contrato de 1947 que le designaba como único representante. Aunque no habían tenido contacto durante muchos años, Bagarozy reclamó que él tenía un porcentaje de los honorarios de Callas y que con los gastos pagados por él sumaban 300,000 dólares. El caso fue dirimido en el juzgado el 7 de noviembre de 1957 según unos términos que no se hicieron públicos. Finalmente María hizo su debut en el Metropolitan Opera House el 28 de octubre de 1956, como Norma, de Vincenzo Bellini.

-En 1957 tienen lugar la histórica exhumación de Anna Bolena, de Donizetti, en La Scala, dirigida por Luchino Visconti, junto a Giulietta Simionato, y las igualmente históricas de La Sonnambula, de Bellini, que el realizador trata como un cuento pastoral donde María equipara física y vocalmente a la soprano del siglo XIX Fanny Persiani. Durante la gira de la compañía, primero a Colonia y luego al Festival de Edimburgo, ante el éxito de las representaciones de La Sonnambula, se agrega una quinta función a las cuatro programadas. María aduce no estar contratada y deja Edimburgo por Venecia, donde la espera una fiesta de su amiga Elsa Maxwell donde —según Maxwell— la columnista le presentó al magnate Aristóteles Onassis. Se sucede otro escándalo y la entonces desconocida Renata Scotto, de 23 años, en dos días aprende la parte para consagrarse internacionalmente.

-La siguiente vez que María provocó titulares por un escándalo fue por una representación de Norma en la ópera de Roma, el 2 de enero de 1958, en honor del presidente de Italia, Giovanni Gronchi, y su esposa.

-Desgraciadamente, María contrajo un resfriado y se informó al teatro de que se le debía sustituir, pero La Scala se negaba a sustituirla. María, contra las órdenes de los médicos, salió a escena pero tuvo claro desde la primera nota que su voz estaba en mala condición. Al final del primer acto, media audiencia no se mostraba satisfecha. María huyó rápidamente por una puerta trasera, y anunció que lo había hecho porque no estaba a la altura del público milanés. Al avisar al teatro de su situación vocal, el teatro había respondido ‘Nessuno può sostituire la Callas’ (Nadie puede sustituir a la Callas), lo que enfureció al público milanés. El público estaba rabioso, pero María fue excusada cuando recibió la llamada de la señora Gronchi, quien le aseguró que ni ella ni su marido se habían ofendido.

-Tres meses después, María cantaría junto al joven tenor canario Alfredo Kraus en Lisboa una de las representaciones más aclamadas de La Traviata, de Verdi. Esta función dirigida por Franco Ghione el 27 de marzo de 1958 es considerada, pese a su sonido precario, como la mejor grabación de esta ópera. Se han descubierto fragmentos filmados de esas funciones.

-Ese mismo año su arte llegó a distintos lugares del mundo: Chicago, Berlín, Viena, Filadelfia, Washington, Dallas, Colonia, Edimburgo. A mediados de dicho año, María Callas representa en el Covent Garden de Londres La Traviata con Cesare Valetti. Cerró este especial año con un recital en directo celebrando su debut en la Ópera Garnier de París, el 19 de diciembre, que fue transmitido a más de una docena de países en Europa y que inició su relación entrañable con la ciudad donde terminaría sus días.

-Hacia fines de 1958 Rudolf Bing —director del Metropolitan Opera, donde ella había debutado en 1956— quiso contratarla para La Traviata y Macbeth, dos óperas muy diferentes para las cuales no llegaron a un acuerdo. La noche del debut de Callas en Medea, en Dallas, Bing le envió un telegrama rescindiendo el contrato. Callas, enfurecida, convocó a la prensa y cantó después una extraordinaria Medea junto a Jon Vickers y la joven Teresa Berganza. Posteriormente, Bing dijo que Callas fue la artista más difícil de tratar, que era tan inteligente que siempre ganaba. La cancelación de Macbeth catapultó al estrellato a quien la reemplazó en el papel principal, la austríaca Leonie Rysanek. Pese a todo, Bing y Callas se reconciliaron en la década de 1960 y Callas retornó al Met en 1965 para dos funciones de Tosca, las últimas que interpretó en un escenario de ópera americano (se retiró tras cantar en el Covent Garden de Londres).

-El 5 de mayo de 1959 se produjo la única actuación de María Callas en el Gran Teatro del Liceo, en forma de recital. Se había levantado en la ciudad una gran expectación, en parte debida a que Barcelona contaba con fieles partidarios de otra gran soprano de la época, Renata Tebaldi. Pese a que los precios ya se habían encarecido en taquilla, las entradas se agotaron rápidamente y la reventa hizo su agosto. Llegado el día, ni las arias de Don Carlo o Mefistófeles, ni la cavatina de El barbero de Sevilla estuvieron a la altura, y mientras cantaba la "Vissi d'arte" de Tosca se escuchó algún grito de "¡viva la Tebaldi!". El balance hasta la media parte era decepcionante. Pero en la reanudación, al desgranar unas páginas de Il pirata, se impuso con autoridad metiéndose al público en el bolsillo. El escenario terminó cubierto de flores que provenían de todo el auditorio.

-El 3 de noviembre de 1959, María Callas dejó a su marido Giovanni Meneghini por el magnate naviero griego Aristóteles Onassis, un idilio que la prensa de la época difundió exhaustivamente. Esta tortuosa relación sentimental se convertiría en una ‘tragedia griega'. La soprano se retiró durante un breve tiempo mientras duraba su relación con Onassis, y a su regreso a nadie se le escapó que su voz había perdido fuerza y evidenciaba los signos de decadencia que ya se habían advertido años antes.

-Por aquel tiempo (1961) María representaba Medea en Epidauro y en La Scala. No tenía buena voz y el 11 de septiembre de 1961, durante el primer acto en el dueto con Jasón (personaje interpretado por Jon Vickers), la audiencia comenzó a pitar. María ignoró el alboroto hasta que llegó la escena donde ella denuncia a Jasón con la palabra 'Crudel!' (Cruel!). Después del primer 'Crudel!' paró de cantar; miró al público y le dirigió su segundo 'Crudel!'; hizo una pausa y comenzó otra vez con las palabras: 'Ho dato tutto a te' (Te lo he dado todo) haciendo un gesto como si amenazara con el puño a la galería; la audiencia paró de silbar, y María recibió una ovación clamorosa al final.

-En mayo de 1965 la voz de Callas volvió a ser objeto de disputas. Estaba representando Norma en la Ópera de París con Fiorenza Cossotto como Adalgisa. Cossotto sabía que María estaba extenuada, por lo que decidió derrotarla en escena. La noche de la última representación de Norma, el 29 de mayo, María estaba más débil y Cossotto se ensañó con ella e hizo del gran dueto un duelo entre ambas. Al final, cuando el telón cayó, María se desplomó y fue llevada inconsciente a su camerino. 

-En 1965 la Callas realizó su última representación de ópera con Tosca en el Covent Garden londinense junto a su compañero de escena clásico, el barítono Tito Gobbi. Tenía 41 años.

-En 1966 renuncia a la ciudadanía estadounidense y toma la nacionalidad griega. De esta manera técnicamente anula su matrimonio con Meneghini. Tenía la esperanza de que Onassis, a quien en verdad amaba, le propusiese matrimonio, pero Onassis dilataba la relación y nunca la complugo bajo diversos pretextos.

-El 20 de octubre de 1968 Onassis abandonó abruptamente a Callas para casarse con Jacqueline Kennedy, la viuda del presidente norteamericano John Fitzgerald Kennedy, asesinado en Dallas. Callas, herida en lo más profundo de su orgullo, nunca pudo superar el mal trance por el abandono de Onassis y jamás se lo perdonó a pesar de que Onassis, más tarde, la buscaría repetidas veces cuando su matrimonio con la viuda estadounidense se había convertido en un martirio.

-En junio de 1969, María empezó a trabajar en la película Medea, no inspirado en la ópera de Cherubini ni la tragedia de Eurípides, sino en el mito de Medea según la visión primitiva y barbárica de Pier Paolo Pasolini. Es un papel hablado donde no canta. Filmada en Turquía y en Pisa, trabajaba duramente, tan duro que un día se desmayó después de correr en una escena bajo el intenso sol. Este film tuvo fría recepción y se consideró que la buena acogida de la crítica sólo respondía a los dos grandes personajes que se habían aliado. No obstante, con el tiempo pasó a la historia como uno de los mejores de Pasolini y contó con difusión a nivel internacional.

-El 25 de mayo de 1970 tuvo que acudir corriendo al hospital y se anunció que había querido suicidarse con una sobredosis de barbitúricos. Por aquel tiempo tomaba más somníferos para dormir, y más barbitúricos para encontrar paz.

-En 1971 y 1972 intenta dedicarse a la dirección escénica con una puesta de Las vísperas sicilianas que no alcanzó éxito. Luego impartió una serie de clases magistrales en la Juilliard School de Nueva York que inspiraron el drama teatral Master Class del dramaturgo Terence McNally y mostraron el precario estado de su voz. Se había instalado definitivamente en París en la más completa soledad hasta su muerte a los 53 años en su apartamento de la Avenue Georges Mandel 36 cerca de Trocadero (hoy esa sección lleva el nombre Allée Maria Callas). 

-María Callas volvió a los escenarios en 1973 con "El tenor de la Callas" Giuseppe di Stefano, quien buscaba que ambos reaparecieran evocando los viejos tiempos de éxito juntos, pero sobre todo por elevar el estado de ánimo de María. Por primera vez en ocho años volvía a cantar en público. A principios de enero de 1973, Alexander, el hijo favorito de Aristóteles, falleció en un accidente. Además el matrimonio de Onassis con Jackie iba de mal en peor. Él intentó reconquistar a Callas a pesar de estar todavía casado con Jackie Kennedy, pero ella no quiso (o al menos no intentó) volver con él y lo rechazó cuando se encontraron en octubre de 1973, en París, donde ella residía.

-Su funeral tuvo lugar el 20 de septiembre y su cuerpo fue incinerado en el cementerio parisino de Père. Las razones de su muerte quedan poco claras: oficialmente se trató de una ‘crisis cardíaca’, pero no se descarta que se suicidara ingiriendo una dosis masiva de tranquilizantes. Su urna fúnebre fue robada y encontrada unos días más tarde. Tras su recuperación se dispersaron sus cenizas en el mar Egeo.

-¿Cuál fue la importancia y legado artístico de María Callas?

-Combinada una formidable técnica del bel canto que daba flexibilidad a su caudalosa voz, que se sumaba a un timbre personal, un gran talento dramático y una particular hermosura física, fue una música extraordinariamente versátil. Sus estudios del bel canto con la soprano de coloratura española Elvira de Hidalgo le permitieron abordar papeles muy disímiles y resucitar la tradición del bel canto romántico italiano en la verdadera acepción del término y a través de la exhumación de óperas olvidadas como Anna Bolena, de Donizetti.

-En la definición del musicólogo Kurt Pahlenl, "...su canto se asemeja a una herida abierta, que sangra entregando sus fuerzas vitales como si ella fuese la memoria del dolor del mundo".

-¿Cuál fue la aportación de  María Callas al bel canto?

-El mayor don de Callas se hallaba en su innata musicalidad que le permitía internarse instintivamente en el universo personal de cada compositor sin importar los defectos vocales en los que a veces incurría. 

-Callas supo hacer de sus defectos sus mayores virtudes. 

-Magnética en escena, no fue solo una gran soprano con dotes vocales inusuales, sino también una gran actriz que supo encarnar sus personajes de un modo único. 

-Posiblemente, tanto su talento dramático como su musicalidad fueron la pauta para ser reconocida también por rescatar a diversos personajes de los excesos ornamentales y tergiversaciones vocales, como Amina (de La Sonambula), Lucia di Lammermoor, Norma de Bellini, incluso personajes como Violetta (de La Traviata) entre otros, al restituir tanto su esencia de teatralidad escénica como su expresividad poética en un canto más lírico del libreto, como sus hoy referenciales versiones de Norma, La Traviata, Tosca, La Sonnambula, Lucia di Lammermoor y Medea, entre otras.

-Demostró la vigencia de la ópera con interpretaciones casi cinematográficas. Poseyó una intuición artística infalible, que se apoyó en un gran trabajo a menudo apoyado en directores de la talla de Luchino Visconti y Franco Zeffirelli.

-Además de razones artísticas, ¿contribuyó su vida amorosa a su fama?

-Desafortunadamente sí, parte de su fama no obedeció solo a razones artísticas. 

-Su vida privada y su relación con Aristóteles Onassis hicieron que ocupara portadas de la prensa rosa cuando su carrera estaba prácticamente terminada. 

-En realidad, después de iniciar su relación con Onassis entró en declive. Más allá de anécdotas sin interés, se olvida todo lo que había aportado al género lírico en una época en la que el público empezaba a alejarse de los espectáculos convencionales y rutinarios.

-Los grandes éxitos de su carrera, los que le garantizan uno de los lugares más importantes en la historia de la ópera, tuvieron lugar antes de su relación con Onassis.

-Este dolor emocional, sumado a la súbita pérdida de peso, aceleró el deterioro de su voz y le acarreó múltiples críticas, además de acortar su longevidad vocal. 

-El fenómeno Callas duró apenas algo más de una década, pero su irrupción en el mundo de la lírica dejó una marca imborrable y visionaria. 

-Callas propulsó la revaluación del género belcantista e impulsó la interpretación del verismo desde la técnica del bel canto provocando una importante revisión desde el punto musical e interpretativo. 

-La generación que le siguió cimentó estos valores en los nombres de sopranos como Joan Sutherland, Montserrat Caballé, Maria Dragon, Leyla Gencer, Renata Sotto, Beverly Sills, Mirella Freni y las mezzosopranos Marilyn Horne y Teresa Berganza  motivando un florecimiento del género lírico desde un enfoque históricamente veraz.
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