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ANÉCDOTAS DE FRITZ KREISLER
-¿Me podrías contar anéctotas del violinista FRITZ KREISLER?
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El violín perdido
-FRITZ KREISLER, el celebre violinista, perdió un día su valioso violín Stradivarius. Imagínate tú, Marcela, la contrariedad y desesperación del desafortunado virtuoso al darse cuenta de haber perdido un instrumento de tan elevado valor, tan indispensable en sus maravillosos conciertos, que habían hecho de él el primer violinista del mundo.
-Todas las pesquisas practicadas por la policía para encontrar el valioso instrumento resultaron infructuosas.
-Un día FRITZ KREISLER pasaba por uno de los barrios pobres de San Francisco y se detuvo ante el escaparate de una tienda de segunda mano para ver los objetos y curiosidades que tenían a la venta. Su atención fue atraída por varios instrumentos que colgaban en la parte posterior del escaparate.
-Repentinamente lanzó una exclamación de alegría. ¡Allí estaba su Stradivarius! No cabía la menor duda. Él lo hubiera reconocido entre mil violines semejantes.
-Hizo un esfuerzo de voluntad para ocultar su alegría y para sobreponerse al asombro que le causaba el hallazgo, y entró en la tienda.
-Quiero comprar un violín- dijo al tendero.
Este trajo los cinco violines que tenía y los colocó sobre el mostrador.
FRITZ KREISLER fijó su mirada en el violín que había visto en el escaparate. Sí, era el suyo. Era su Stradivarius perdido.
Preguntó al tendero cuanto valía el violín.
-Es un violín muy viejo -dijo el tendero- pero con una buena mano de barniz, quedar como nuevo. Se lo dejo en catorce dólares.
FRITZ KREISLER le dio el dinero y se llevó su valioso violín.
Había comprado con catorce dólares un instrumento valuado en diez mil.
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Amnesia
Fritz Kreisler, cuando niño, tuvo una educación muy esmerada. Llegó aprender, además de su idioma materno, 6 idiomas más.
En una ocasión, ya grande él, le dio un ataque de amnesia, y sólo se podía comunicar con dos de ellos.
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Mujer diletante
-Una mujer se acercó a toda prisa al violinista Fritz Kreisler después de un concierto y le dijo efusivamente:
-Oh, ¡yo daría la vida por tocar como usted!”.
Él le contestó serenamente:
-Eso es exactamente lo que hice yo.
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Engañar Con La Música
En el ámbito de los estudios a propósito del arte, los preceptos teóricos siempre se quedan cortos comparado con el ingenio, el humor y la fuerza que la obra de arte transmite.
Y así lo demostró FRITZ KREISLER.
El ingenio, humor y crítica a la musicología vino con el “redescubrimiento” que según él hizo de obras de Porpora, Pugnani y Vivaldi.
Fascinados los expertos con estas obras encontradas por Kreisler, en 1935 declaró que las obras eran en realidad de él mismo, indignando a los musicólogos.
Así, FRITZ KREISLER demostraba que esa unión entre la crítica del arte y el arte mismo, es frágil y en ocasiones ficticia.
El engaño de FRITZ KREISLER demuestra la fascinación erudita que entre los críticos suele tener determinado estilo, respetando únicamente a los preceptos comunes sin reevaluar lo que, en todo caso, suele perderse como objetivo principal: el arte como experiencia.
A estas piezas, hoy en día, se les conoce como “Al estilo…”, lo cual demuestra la facilidad de FRITZ KREISLER para asimilar un estilo y representarlo en diferentes claves.
FRITZ KREISLER fue duramente juzgado por el escándalo, pero aun así quedó constancia de su magistralidad, de la complejidad de sus obras y de la virtuosidad de sus cuerdas.
-Una lección del artista a los que muchas veces se llaman estudiosos de su obra, sin saber nada de ella.
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