Papas

     

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                                                   PAPAS

     Entre los primeros europeos en conocer esta planta, se encuentra el conquistador Francisco Pizarro, cuando él y su gente invadieron Perú en 1530.

     Nunca se percataron del gran tesoro que yacía enterrado a sus pies; tampoco nadie imaginó que un insignificante y común tubérculo iniciará 50 años más tarde una de las conquistas más importantes del mundo.

     El primer hombre en mencionarla por escrito fue John Gerard en 1579, quien por cierto, equivocadamente la bautizó con el nombre de batuta, que en lengua ar arahuaca significa papa dulce. De este modo, la papa no sólo tuvo varios nombres, sino que también se le desdeñó por mucho tiempo.

     Cuando llegó por primera vez a Europa, se pensó que era un alimento maligno y los escoceses rehusaron comerla, simplemente porque la biblia no la mencionaba; además le atribuían enfermedades como la lepra. 

     Lord Byron escribió:

     “Tristes son los resultados de la pasión y las papas”. 

     En esta frase reflejaba una creencia de principios del siglo XIX en el que se pensaba, tenía efectos afrodisiacos. 

     Mucha de esta culpa se debió a su relacióno con ciertas plantas venenosas de la misma familia de las solanáceas como la mandrágora o belladona que son alucinógenas y narcóticas. 

     Estas plantas contenían venenos alcaloides (atropina o escopolamina) los cuales se empleaban para preparar pomadas que “daban a las brujas el poder de volar”, según afirmaba la muchedumbre de aquellos tiempos; de este modo, los europeos que no deseaban ningún trato con el diablo evitaban comerla. 

     Así durante 200 años se le relegó a un papel secundario, considerándola una rareza botánica y nada más.

     Fue hasta el siglo XVIII cuando finalmente fue aceptada por las masas, adquirió importancia, aunque siempre anónima. 

     La historia ha escrito mucho sobre batallas militares o importantes expansiones populares, pero nadie ha mencionado el relevante papel de la papa en cada período. Gracias a ésta se hizo posible la Revolucióón Industrial o la Guerra de la Papa (1778-1779) entre austriacos y prusianos; aunque también se le deben grandes desgracias humanas como la terrible hambruna que asoló a Europa de 1845 a 1851.

     En 1845 la población irlandesa aumentó a más de 8 millones de habitantes (el doble de su actual población [4,628,949]); entonces, la papa conostituía uno de los principales alimetos para el campesino. 

     Después de la época de lluvias de ese año, una plaga arrasó los plantíos y la escasez del tubérculo empezó a manifestarse no sólo en Irlanda. 

     Europa también sufrió con sus cosechas y escasez del alimento ocasionó millones de muertes. 

     Durante este período, muchos europeos emigraron a Estados Unidos, aunque otros muchos perecieron en el intento. 

     Para fines de ese siglo la población irlandesa se vio reducida a la mitad.

     Actualmente, la producción de la papa se encuentra en cuarto lugar, después del trigo, maíz y arroz; su invaluable importancia entre los vegetales se debe a sus propiedades nutritivas así como a su versatilidad en la preparación de platillos. 

     Los nutriólogos clasifican sus cualidades proteínicas mejor que las de la soya. Una sola papa provee de la mitad de vitamina C necesaria durante el día, tmbién contiene varias de las vitaminas B y hierro.

     Existen más de 2 mil variedades de papa y gracias a su dureza y adaptabilidad, se pueden encontrar cosechas en latitudes muy bajas o altas, desde el Circulo Artico hasta el Estrecho de Magallanes, incluso en los calurosos desiertos de Australia y Africa. 

     El único lugar donde las papas languidecen es en las junglas muy húmedas, pues este clima las marchita y propicia la presencia de ciertas plagas.

     Es tan nutritiva que un escandinavo puede vivir saludablemente 300 días del año alimentándose únicamente de papas cubiertas con un poco de margarina. 

     Se necesitan aproximadamente 23 para obtener 2,500 calorías, la cantidad justa requerida por un adulto, de modo que el comerlas no engorda más que una pera.

     De hecho, la papa es 99.9% libre de grasas.

     Un acre de cosecha de papa rinde más que dos acres de grano pues provee más material comestible al año que incluso, el consumo mundial de pescado y carne, ya que sin las    papas, la producción de carne encarecería porque casi la mitad de las cosechas sirven para alimentar ganado.

     Sin embargo, no sólo se emplea como alimento, destilado se convierte en vodka y aguardiente; procesado funciona como combustible y, bueno, uno nunca sabe que nuevo uso se le dé en el futuro

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Ingredientes:

4 papas grandes

1/2 kilo de queso panela

3 cucharadas de leche

2 huevos cocidos

2 pimientos morrones 

1 cebolla

1 diente de ajo

Aceitunas para adornar al gusto

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    -Las papas se ponen a cocer con todo y cáscara, y se cortan a la mitad. Se licúa el queso con la leche y se agrega la cebolla, ajo, pimientos  y las yemas de los huevos cocidos. Se mezcla todo hasta obtener una salsa espesa  para vertirse sobre las papas. Se adorna con las aceituas y la clara de huevo cocida y picada finamente.

     -Puede servirse frío o caliente.

Recomendación:

     Procure que las papas tengan forma uniforme y del mismo tamaño para que al cortarlas se acomoden bien en el platón.

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