-Emilio, ahora ya esta demostrada la realidad inobjetable de los poderes psíquicos que todos los seres humanos poseemos. Ya se ha empezado a estudiar científicamente las facultades paranormales del ser humano, pero, yo pregunto: ¿sirven para algo concreto? ¿pueden utilizarse en beneficio de la humanidad? ¿tú qué crees?
-Mira Marcela, esas preguntas que tu te haces ya han surgido, siglos antes, en el seno del misticismo y las religiones, aunque con otras palabras: ¿Para qué sirve un hecho sobrenatural inducido por alguien que gracias a sus virtudes inherentes ha aprendido a desarrollar al máximo todas sus facultades latentes?, es decir, ¿para qué sirven a la humanidad los prodigios y los milagros? Te voy a contestar contándote una anécdota: En una ocasión llegó Buda al embarcadero de un río a fin de atravesarlo, en eso se acercó a él un hombre, quien le aseguró que gracias a su rigurosa disciplina espiritual había aprendido a caminar sobre las aguas; y acto seguido le hizo una demostración de tan extraordinaria facultad. Una vez que terminó, emocionado, le pidió a Buda su opinión, y éste, señalando una barca que estaba frente a él, le contestó:
"No veo por qué has perdido tanto tiempo aprendiendo a caminar sobre las aguas, cuando siempre está ahí una barca para utilizarla".
La enseñanza de esta parábola de Buda es evidente: señala la inutilidad de los milagros y por extensión del uso de los poderes psíquicos frente al verdadero destino humano. De nada sirve ser un psíquico consumado si se pierde la noción de su finalidad cósmica, es decir, "EL QUE NO SIRVE PARA SERVIR NO SIRVE PARA VIVIR".
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