Orquidea Estrella de Belen

Hace como 130 años los biologos descubrieron, en la isla de Madagascar, una orquídea muy interesante.
Amen de su fuerte y agradable aroma tiene forma como de estrella de unos 15 centímetros de ancho, de color blanco y parece brillar contra el fondo verde obscuro de su follaje.

-¡No le veo nada de extraordinario!

-Para alla voy, Marcela, ¡esperate tantito! La forma de esta orquidea y el hecho de que usualmente floree alrededor de Navidad determinó el nombre común con el que se le conoce: Estrella de Belen. Sin embargo, no fue el tamaño o belleza de esta orquidea lo que intrigó a los botánicos, sino la inaccecibilidad del nectario que se encuentra muy profundo dentro del delgado tubo de casi 10 centímetros de largo que se extiende hacia abajo de la flor.
La pregunta que se hacían los biologos era: ¿Cómo podía ser posible que algún insecto pueda polinizar a la orquídea al tratar de alcanzar el nectar?
Como la mayoría de las orquideas, tenía que depender de la polinización cruzada mediante algún insecto específico. Pero en esa fecha no se conocía a ningún insecto capaz de polinizar a tan singular orquidea.
A principios de 1860, el gran Charles Darwin propuso una solución a este problema: el insecto polinizador tenía que ser un insecto de preferencia una mariposa, con un probóscide suficientemente largo para llegar al nectar.

-¿Un proqué...?

-Un probóscide, o sea el aparato bucal en forma de trompa o pico, dispuesto para la succión, que es proio de los insectos dípteros.
-Oye, esa palabra "no me la había hechado al plato", yo conozco la palabra "proboscidio" que significa trompa presnil de algunos mamíferos formada por la soldadura de la nariz con el laio superior, como es el caso del elefante, pero, por favor continua...
-Tuvieron que pasar 43 años para detectar al insecto de marras. En 1903, una investigación inspirada por la hipotética existencia del insecto resulto ser, en efecto, una mariposa halcón, con un probóscide sumamente largo, de 30 centímetros de largo. A ese insecto se le dió el nombre de especie científico, por demás sugestivo, de PRAEDICTA. En realidad, a este insecto nocturno nunca se le ha logrado observar alimentandose de la orquidea Estrella de Belen.
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