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La médula de la doctrina de Buda radica en dos grandes sentencias.
La primera se conoce en todo el mundo budista como las Cuatro Verdades Sublimes.
La otra es la Sublime Senda Octupla.
Las verdades son éstas:
1) El sufrimiento es universal
2) La causa del sufrimiento es el deseo insaciable o egoísta.
3) El remedio del sufrimieno tes olvidarse de todo anhelo.
4) El modo de desnacerse de los anhelos es seguir la Sublime Senda octupla.
Los pasos de esta Sublime Senda octupla son los siguientes:
1) Conocimientos apropiados.
2) Buena intención.
3) Lenguaje apropiado.
4) Buena conducta.
5) Medios de vida honestos.
6) Esfuerzos legítimos.
7) Atención correcta.
8) Verdader a concentración.
El budismo tiene dos grandes escuelas de doctrina: el budismo hinayana, que profesan los asiáticos del Sur, y el budismo mahayana, que se profesa en China, en el Japón, Corea, el Tibet y Monolia.
El budismo hinayana ensalza la austeridad individual y la salvación por la fe y las buenas obras.
En ambas escuelas de doctrina, constituye una norrma de autodisciplina para los budistas practicar todas las virtudes necesarias para recorrer la Sublime Senda Octupla.
A su vez, la práctica constante de esa ne norma conduce al budista a practicar las buenas obras y a obtener la paz del espíritu.
Los budistas que se esfuercen al máximo por observa todas estas reglas a través de muchas vidas sucesivas, obtendrán finalmente el esclarecimiento.
Luego liberado de todo deseo mundano, el hombre se verá también libre de su turno en las reencarnaciones, y llegará a Nirvana.
Esto se asemeja mucho a la serie de reencarnaciones de la religión hind, ya que Buda había sido hind.
Admitía la antigua idea de que todo ser viviente pasa a través de un ciclo prolongado de nacimiento, muerte y reencarnación.
Buda no está considerado como un DIOS.
"Buda" significa "iluminado" y el Budismo se basa en las enseñanzas de un hombre llamado Siddartha Gautama, que vivió en la India en el siglo VI antes de Cristo.
En los 25 siglos que lleva de existir, el Budismo se ha venido transformando, hasta convertirse en algo que Buda nunca quiso, ni pensó: una religión organizada en la que se le venera como a un dios cualquiera.
Siddartha era un rico principe que vivía rodeado de lujos y placeres. Pero un día salió de su palacio y se encontró con la realidad de la vida: la pobreza, la enfermedad y la vejez, y decidió dejarlo todo y resolver el misterio de la vida. Vagó por seis años, ayunando, meditando y viviendo como pobre, hasta que un día, tras 49 días de meditación bajo un árbol, obtuvo la respuesta.
Fue "iluminado".
Tras esa rara experiencia, dedicó el resto de su vida a predicar sus enseñanzas.
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sábado, 10 de diciembre de 2011
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