01. ¿Quién fue el que inicios el movimiento de independencia de nuestro país?
El cura Hidalgo inició el movimiento de independencia con el estandarte de la Virgen de Guadalupe en mano.
Hidalgo fue fusilado el 30 de Julio de 1811, apenas unos meses después de haber convocado al pueblo a la rebelión, y eso únicamente porque Fernando VII había sido depuesto del trono por Napoleón Bonaparte.
El sacerdote de Dolores, a diferencia de Morelos, nunca demandó el rompimiento con la España monárquica ni exigió que un criollo o un mestizo se ocuparan del Nuevo gobierno, no: el cura Hidalgo pinto en su estandarte la imagen de la augusta patrona de los mexicanos, la Virgen de Guadalupe, con una inscripción que nunca olvidaré: "Viva la Religión, viva nuestra Madre Santísima de Guadalupe. Viva Fernando VII. Viva America y muera el mal gobierno".
Iturbide y sólo Iturbide, no te confundas, consuma la independencia de México gracias al patrocinio político, económico y militar de Monteagudo, cuando Hidalgo ya llevaba diez años de muerto.
-Quienes ordenan la ejecución de Hidalgo y Morelos, dos curas católicos nobilísimos, quienes los Mandan fusilar porque no estaban dispuestos a poner en juego sus intereses políticos y económicos, son los mismos de su clase, el alto clero, adinerado, rico, influyente. Los auténticos príncipes de la iglesia católica, sus superiors jerárquicos, son los asesinos.
¡Claro que al gobierno virreinal le interesaba fundamentalmente aplastar el movimiento, sí, por supuesto que sí, sus razones eran evidentes, pero no perdamos de vista que el clero, integrante del tribunal que los juzgó a ambos, estaba igualmente deseoso de acabar, a como diera lugar, con la vida de los dos, pero por diversas razones…!
02. ¿No fue acaso el virrey quien odenó que les rasparan las manos a Hidalgo y Morelos con ácido por haber sostenido los
Santos Sacramentos con los cuales fueron ungidos al ordenarse en el seminario?
¡Claro que no, el virrey fue inocentes de semejante crueldad! La vesania clerical de sus correligionarios, ese celo fanático y enfermizo por impedir la movilidad política y segar de un tajo la menor amenaza en contra de sus multiples intereses, ocasionó que casi destazaran a esos dos sacerdotes en el nombre de Dios.
El cura Hildalgo, había sido fusilado con el estúpido pretexto de ser un "cismático religioso y por las opiniones heréticas que profesaba sobre varias cuestiones canónicas como la confesión auricular, la virtud eucarística, la concepción inmaculada y la realidad del infierno".
-¡Lo crees después de conocer la inscripción de su estandarte y de saber que sólo pretendía una "patria feliz", una nación libre en la que la ciudadanía disfrutase la propiedad de una fracción de terreno o una casa, además de la libertad individual de opinión, de comercio, de trabajo; una patria donde prevaleciera la igualdad de trato entre la gente; un país próspero en el que se fomentaran las artes, se desarrollara la industria y la agricultura, una nación culta que contara con instrucción escolar masiva, un Nuevo país, ahora sí justo, fraterno y equitativo?
-El día del fusilamiento del cura Hidalgo, él pidio a sus verdugos que no le vendaran los ojos ni le dispararan por la espalda, como era costumbre hacerlo con los traidores. Suplicó don Miguel que le dispararan de frente, a su mano derecha puesta sobre el pecho, a la altura de su corazón. El pelotón falló la primera descarga. Sólo lograron herirlo en un brazo. Para los verdugos no resultaba sencillo pasar por las armas a un cura y temían una represalia de Dios a pesar de que otros sacerdotes, de más jerarquía, habían consolado a los soldados explicándoles que el fusilamiento se ejecutaba en el nombre del Señor para castigar a un enemigo de la religión: "Al matar a Hidalgo te salvarás… Dios te ha escogido y te premiará con el Cielo cuando aprietes el gatillo y acabes con la vida de este gran hereja que ha custionado la existencia del infierno."
La segunda descarga de fusilería sólo produjo un eco interminable que se perdió en la inmensidad del horizonte. Inexplicablemente volvieron a errar el blanco. Sólo cuando el grupo de realistas dio un par de pasos al frente y accionó sus armas a quemarropa, el cura de Dolores cayó medio muerto al piso.
Fue necesario todavía un tiro de gracia para acabar con su vida.
Acto seguido, un comandante, de apellido Salcedo, le cortó la cabezas de un tajo con un machete que había afilado contra unas piedras ante los ojos aterrorizados del condenado.
Por su gesta, Salcedo recibió una bonificación de veinte pesos, que se apresuró a guardar en un paliacate.
Recuerdo que mi abuelo me contó que, un par de meses después, su padre había escuchado en una cantina de Chihuahua la conversación entre dos de los integrantes del pelotón de fusilamiento de Hidalgo, quienes, entre trago y trago, hacían alarde de su hazaña por haber pasado por las armas a un sacerdote.
"¿No los mata el sentimiento de culpa? -preguntó el autor de mis días.
Uno de ellos repuso con humor negro o convicción religiosa, o simplemente cinismo alcohólico:
-Mire asté: nosotros aventamos las balas, pero Dios decidió cómo repartirlas… Pregúntele a Él…"
La iglesia católica había inventado cargos falsos para acabar con la vida de Hidalgo, había faltado a la verdad con tal de deshacerse de él.
03. Y, ¿que me cuentas de Morelos?
-A Morelos lo manda igualmente fusilar la iglesia católica por procalmar la soberanía e independencia total de la América mexicana. Lo matan por proponer, a través de la Constitución de Apatzingán, la primera Carta Magna mexicana, un gobierno republicano con cambios radicales en la oranización política y económica del México naciente.
El cura Morelos exigía un humanismo igualitario y cristiano, la proscripción de la esclavitud, la instrumentación de una reforma tributaria, la derogación del impuesto per cápita de los indios, proclamaba los derechs fundamentals del hombre y del ciudadano, la cancelación de la tortura, la abolición de privilegios, el rechazo al régimen colonial y solicitaba, entre otras medidas, la adopción del 12 de diciembre para celebrar a la Patrona de nuestra libertad, María Santísima de Guadalupe: Morelos fue un digno, dignísimo, liberal, católico, amante de la evolución y del progreso.
04. ¿Qué es lo que expresó Matías Monteagudo cuando condenó a Morelos?
"Que el reo 'sapit heresim' y los demás RR PP calificadores convinieron en que es hereje formal, negtivo y no sólo sospechoso de ateísmo sino ateísta y habiendo hecho relación de un proceso y causa criminal que en este Santo Oficio se ha seguido y sigue contra el Presbítero don José María Morelos, cura que fue de Carácuaro, por hereje materialista y ateísta y traidor de lesa majestad divina y humana, se degradará al precitado Presbítero don José María Morelos, confitente diminuto, malicioso y pertinaz; que se delcarará hereje formal negativo, despreciador, perturbador y perseguidor de la jerarquía eclesiástica, atentador y profanador de los Santos Sacramentos; que es reo de lesa majestad divina y humana, pontificia y real, y que asista al auto en forma de penitente, 'inter missarum solemnia', con sotana corta, sin cuello ni ceñidor y con vela verde en mano, que ofrecerá al sacerdote, concluida la misa, como tal hereja y fautor de herejes desde que empezó la insurrección; y como a enemigo cruel del Santo Oficio, se le confiscan sus bienes con aplicación a la Real Cámara y fisco de S. M., en los terminus de declaración y relajación por los delitos cometidos del fuero y conocimiento del Santo Oficio".
-Morelos murió cuatro años más tarde. Un crimen injustificable en el que participó la iglesia católica. Los cargos de ateísta, reo de lesa majestad divina y humana, perturbador y perseguidor de la jerarquía ecclesiastica y profanador de los Santos Sacramentos no resisten el menor soplido.
Todo por el poder y el dinero.
El sacerdote de Carácuaro corrió la misma suerte de otros curas patriotas, frailes bien intencionados aprehendidos junto con el padre Hidalgo y Costilla, como Matamoros, Ignacio Hidalgo, Bernardo Conde, Pedro Bustamante, Ignacio Jiménez, Carlos Medina, Mariano Balleza y Melchor de Talamantes .
Un grupo notable de sacerdotes liberals fueron encarcelados o maltratados o fusilados aun en contra de lo ordenado por el propio papa, quien condenó con severidad a quienes torturan a sacerdotes con tal de halagar a su amo, el gobierno español.
06. ¿Por qué razón el alto clero no excomulgaba a los realistas cuando mataban curas rebeldes?
Los escarmientos ejemplares, como la decapitación, no surtieron los efectos esperados. Surgirían nuevos líderes a pesar de todas las temerosas consecuencias.
Esos son los héroes. Luchan por alcanzar un objetivo a sabiendas de que dan en prenda el máximo valor con que cuenta un hombre: su vida.
El ejército realista era, sin duda, el brazo armado de la iglesia católica.
Las altas autoridades eclesiastics ordenaron el arresto de Morelos, otro de los suyos, y lo torturaron casi haste el delirio para obligarlo a delatar a los integrantes del movimiento rebelde, a pesar de que los suplicios estuvieran prohibidos por la Santa Madre Iglesia para evitar precisamente el derramamiento de sangre.
Por ello la iglesia católica, siempre piadosa, había inventado tormentos muy eficientes como la pira, la inyección de agua, el potro de descoyuntamiento, que te despedazaba internamente arrancándote los miembros y extremidades sin separárlos del tronco, entre otras presiones más.
07. Al cometer esos tormentos, ¿por que el clero se preocupaba de que no hubiera sangre?
Había que crear martirios en los que por ningún concepto apareciera la sangre para no cometer pecado. No olvidemos, Emilio: Ecclesis abhorret a sanguine. La iglesia aborrece la sangre.
¿Cómo vas a creer que a Morelos lo acribillaron por ser un enemigo irreconciliable del cristianismo, traidor de lesa majestd divina y humana, pontificia y real, y lascivo, entre las veintitrés acusaciones que le fincó la Inquisición?
-Una vez que el cura Morelos fue derrotado en Temalaca, se le fusiló en diciembre de 1815 con la guerrera puesta al revés, de espaldas al pelotón y arrodillado, como correspondía a los traidores…
08. ¿Traidor a quién…?
Para las autoridades virreinales ambos curas eran rebeldes, pero para el clero se trataba de traidores.
Tal vez una de las razones de que se le acusara de traidor se pueda encontrar en que la Constitución de Cádiz de 1812 establecía como "única y verdadera" religión de Estado la católica, apostólica y romana, prohibiendo el ejercicio de cualquiera otra mientras que la Constitución de Apatzingán, aunque también hace constar que la religión católica, apostólica, romana fuera la que se debía profesar, omite que ésta sea la "única y verdadera", probablemente ello haya sido el argumento de a favor de acusar de traición a Morelos.
Morelos tambíen demandó la apertura indiscriminada de las fronteras, intentaba subsanar la política migratoria de su iglesia para pemitir la internación de de extranjeros con la condición de que éstos reconocieran la soberanía e independencia de la nación y respeten la religión de Estado, sin obligárseles a que la profesen.
¿Sabías que en el acta de excomunión la iglesia católica no sólo ordenó que el cadaver de Morelos fuera decapitado, sino que fue sentenciado también a la mutilación de su mano derecha para que fuera exhibida en Oaxaca?
Se trató de un fusilamiento, tan injustificado como salvaje, para evidenciar el amor a Dios por sobre todas las cosas y cumplir a carta cabal con los Mandamientos lo matarno. A pesar de la prohibición divina del "no matarás" y de aquella de que amarás al prójimo con a ti mismo.
¡Cuál amor al prójimo a la voz de preparen, apunte, fuego y decapítenlo, por haber sido un distinguido patriota y un escrupuloso católico!
La iglesia católica tenía prisa por acabar con la existencia de este cura mexicano verdaderamente notable.
Después del fusilamiento de ambos curas la rebelión, casi moribunda, fue capitaneada por Vicente Guerrero, entre otros insurgentes, a un nivel tan insignificante que ya no representaba una amenaza para las fuerzas realistas.
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martes, 11 de marzo de 2008
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