Se sabe que las causas del alcoholismo son sociales y psicológicas. 
La bebida produce euforia y da una falsa seguridad, de ahí que los borrachos, sencillamente, han aprendido a encontrar en el trago la puerta a un mundo donde sus problemas no existen. 
Al principio no es el cuerpo el que pide un trago, sino el "espiritu". 
El placer de beber oculta siempre un grave trastorno emocional: detrás de cada borracho hay siempre un problema. 
Los alcohólicos son personas que escogen el camino fácil del trago 
cuando no pueden enfrentarse a la realidad.
La mayor parte de las personas aficionadas a la bebida, de una manera inmoderada, ocurren durante la medianía de edad, cuando sienten que sus vidas no han alcanzado el éxito que esperaban, cuando miran hacia el pasado y advierten la diferencia entre sus aspiraciones y sus logros. 
La vida les parece un sinfín de frustraciones y monótonas rutinas.
De los pensamientos no se pude huir, siempre están con uno, jamás desaparecen y es necesario adormecerlos para poder continuar viviendo, aunque se muera uno con el alcohol.
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lunes, 8 de diciembre de 2008
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