Anécdotas (Hernán Cortés)

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ANÉCDOTAS (HERNÁN CORTÉS)

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Desdeñado respondón

Mediante la conquista de México, Hernán Cortés le prestó a la corona de España servicios enormes.

Solía pedir continuamente al rey grandes recompenses en pago a sus servicios.

En una ocasión que Cortés visitaba al rey Carlos I para pedirle otra gracia, éste le preguntó desdeñosamente:

-¿Quién sois?

A lo que Cortés le contestó con la famosa frase:

-Soy un hombre que le ha dado más provincias a Su Majestad, que ciudades le dejaron sus antepasados.

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Feromonas en acción

Nunca antes habían visto los indios un caballo; creían que hombre y bestia formábamos un solo monstruo...

Al otro día llegaron unos indios a informar la próxima llegada de una comitiva de paz. 

Se nos ocurrió prepararles un buen recibimiento. 

Unos compañeros metieron una yegua en celo en el recinto donde yo debía entrevistarnos con los caciques, para que el sitio tomara el olor del animal, y poco después se la llevaron. 

Cerca del recinto instalaron el mayor de nuestros cañones.

Formaban la comitiva de paz unos cuarenta individuos ricamente ataviados y que llevaban unas vasijas de barro muy primorosas, con copal para sahumarme. 

Mientras el principal cacique empezaba a hablar, un artillero disparó el cañón. todos los indios se estremecieron de terror, pues creían que los cañones eran como animales que combatían por iniciativa propia. 

Inmediatamente después mis hombres acercaron al recinto un garañón que, al percibir el olor de la yegua, comenzó a relinchar y a tirar de coces, todo ello mientras miraban hacia el sitio donde nosotros estábamos, que era donde había estado la yegua. 

Tras ver que los indios temblaban de susto me acerqué al garañón, lo acaricié y mandé a unos soldados que se lo llevaran a otra parte. 

Luego regresé adonde estaban los indios y les dije que el caballo ya se había apaciguado porque sabía que ellos venían en son de paz.

Con eso dijeron:

-En verdad venimos en son de paz, y te pedimos que perdones nuestro yerro y no nos mates más gente ni nos hagas más daño. En adelante seremos fieles vasallos de tu rey y por tales nos damos desde este momento...

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