Onicofágia

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ONICOFÁGIA

        -Emilio, ¿por qué hay gente que se roe las uñas?

-La costumbre de comerse las uñas se denomina onicofágia. Se trata de un concepto que proviene del griego onyx ("uña") y phagein (“comer").

-Se debe a que dichas personas tienen ansiedad y constituye una manifestación del deseo desconocido del sujeto, de castigarse a sí mismos (es lo que simbólicamente se ha calificado de automutilación).

-¿Cuándo se da cuenta la gente que una persona padece onicofágia?, pregunto esto porque a veces se tarda uno en darse cuenta que alguien tiene el hábito de comerse las uñas.           

-El gesto de morderse las uñas permite a los demás ver en él sujeto dificultades de comportamiento, especialmente con quien representa para él una autoridad excesiva: docilidad y servidumbre, o bien agresividad que se traduce en discusiones con giros abruptos.

-La onicofágia aparece en estados de ansiedad y suele estar asociada al nerviosismo y al estrés.

cuando se vuelve crónica (es decir, se establece en los sujetos ansiosos, la onicofágia puede ser sujetos ansiosos) la onicofágia puede ser desencadenada por el hambre, el aburrimiento o la inactividad, mientras que también puede constituirse como un síntoma de un desorden mental o emocional.

          -¿En qué consiste la onicofágia?

-La onicofágia, puede tener varios aspectos, desde un roer apenas perceptible hasta la onicofágia grave, con la casi desaparición de toda la superficie de las uñas, que es reemplazada por un reborde de carne traumatizada.

-Entre los efectos negativos de esta costumbre se encuentra el transporte de germenes de las uñas a la boca y viceversa, que puede llevar a la hinchazón del dedo y promover el surgimiento de pus.

-Por otra parte, el modo compulsivo de uñas también suele comerse la cutícula y la piel de alrededor, con lo que se provoca heridas que pueden ser infectadas con microbios o virus.

        -¿A qué se debe la onicofágia?          

-Observando al que a sí mismo se produce daño, se ve que su ansiedad se transparenta y que es profunda y se reaviva por una contrariedad, una preocupación absorbente o ciertas circunstancias en el curso de las cuales se siente particulamente tenso: lectura de malas noticias, películas angustiosos, conversación frustrante o agresiva, situación conflictual. Castigo ligado él mismo a los conflictos inconscientes que no han sido liquidados con la imagen de lo que representa la fuerza, la autoridad, la inflexible dirección, eso que se opone a que sea libre de hacer lo que sería su placer, y que él desea ver desaparecer.

-Es por esta duda por la que se castiga a sí mismo, del mismo modo que el niño se golpea o se da una cachetada cuando hace algo que se le había prohibido.

        -¿Cómo son los que padecen onicofágia?  

-La personalidad de estas personas es que tienen sentido de la jerarquía, la fidelidad a los que saben hacerse estimar y amar. Suelen poseer buenas cualidades de seriedad en su profesión de sacrificio y abnegación en el sentido más elevado de estos términos.

        -Emilio, ¿cómo se trata la anicofágia?

          

-La onicofágia puede ser tratada con medicamentos, como antidepresivos, clomipramina, fluoxetina, sertralina, paroxetina, fuvoxamina, citalopram, nefazodona, escitalopram y venlafaxina.

-Hay especialistas que prefieren recetar pequeñas dosis de antipsicóticos, como risperidona olazopina, quetiapina, ziprasidona yaripiprazol.

-Otra opción es su suministro de vitamina B, que reduce las ganas de morderse las uñas gracias al incremento de la serotonina en el cerebro.

-Por último, la onicofágia se trata con terapia de conducta que promueve el cambio de hábitos.

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