Entrevista a Alfonso Romo

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EN 2011 “EMPECÉ A ANDAR CON LÓPEZ OBRADOS”: ALFONSO ROMO

Carlos Acosta Córdova

05 nov 2017

Andrés Manuel López Obrador volvió al centro de la polémica, no sólo por su reciente propuesta -en caso de ganar la Presidencia en 2018- de descentralizar el gobierno federal para distribuir las sedes de dependencias públicas a otros estados, con el fin de “generar una derrama económica pareja”, sino porque es cada vez más el foco de atención de los medios internacionales.

En México, uno de los personajes con más autoridad para hablar de la figura del político tabasqueño es el empresario regiomontano Alfonso Romo Garza, quien coordina los trabajos para elaborar el proyecto de nación de López Obrador, que se presentará el 20 de noviembre próximo.

-A usted se le reconoce como un empresario audaz, siempre echado para adelante. Y públicamente, en su momento, manifestó su simpatía y admiración por los presidentes De la Madrid, Salinas, Zedillo y Fox. ¿Por qué esa fascinación ahora por Andrés Manuel López Obrador? -se le pregunta.

-Tengo una visión más clara de él. Ya he repetido mucho que yo a Andrés no lo conocía; incluso lo combatí, no me gustaba su discurso ni de lejos. Se me hacía un discurso de los sesenta, de los setenta, y nunca tuve oportunidad de conocerlo.

“Lo conocí en 2011, en su casa, a invitación de Dante Delgado. No me interesaba mucho, casi fui a fuerza. Pero me sorprendió gratamente. Me cayó muy bien. Me encontré un hombre culto, profundo, sensible, muy sencillo. Me gustó mucho su matrimonio, su esposa me cayó muy bien. Me sorprendió.

“Tuvimos una plática de mucha profundidad. Me gustó su diagnóstico del país, su preocupación por los olvidados. De ahí parto. Cuando salgo de ahí me dije: ‘Voy a hacer un análisis de cómo gobernó y voy a hacer un estudio muy metódico, como si fuera a comprar un negocio’.”

-¿Se puso a investigarlo?

-Todo. Hice un estudio muy completo, un análisis en cuatro facetas: La primera, cómo manejó el presupuesto. Había mucho ruido, que había sido populista, que había endeudado a la Ciudad de México, todo ese tipo de cosas. Primer análisis. Cómo gobernó, qué pasó con el presupuesto. 

Contactamos varias casas de Bolsa, varias universidades, para hacer un análisis objetivo.

“La segunda: qué pasó con la seguridad. Sacamos toda la información de la AMIS (Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros). 

¿Qué pasó con los robos de autos, a casas, asaltos, secuestros? 

Todo lo que fuera medible, cuantificable.

“Tercera: cómo ejerció el estado de derecho. Quién fue su procurador, quién fue su presidente del Tribunal, qué hizo con el sistema judicial. Influyó en honrar magistrados. Todo que lo que podamos sacar.

“Y la cuarta: Hugo Chávez. Que es amigo de (el entonces presidente venezolano) Chávez, que él lo financió. Y para eso fuimos a Washington, al Departamento de Estado, con el secretario de Relaciones Exteriores, con su secretario de Relaciones Exteriores para América Latina, que lo conocíamos muy bien.

“Y el resultado fue muy bueno, extraordinario”, dice Alfonso Romo, ingeniero agrónomo por el Tecnológico de Monterrey y presidente del Consejo de Administración del Grupo Plenus, corporativo que enfoca sus actividades empresariales en los sectores de biología sintética, agrobiotecnología, educación y servicios financieros.

Romo enumera, en entrevista con Proceso, los resultados del análisis que hizo de la gestión de López Obrador al frente del gobierno capitalino: 

“Primer capítulo: baja el gasto sensiblemente, deja presupuesto equilibrado, equilibrio fiscal, no aumenta la deuda. 

¿Qué hace con el ahorro? 

Con el ahorro se dedica a poner capital semilla, y aquí visitamos el Centro Histórico, los segundos pisos que no se cobran, porque fue con ahorro. Y 40% del tejido social, todo el proyecto de los viejitos, y una serie de cuestiones, que lo tenemos en el estudio. Quedamos muy sorprendidos.

“Dos, la parte de la seguridad: pues todos los índices a la baja. Me sorprendió mucho que es operador; Andrés opera, no platica; opera, trabaja 20 horas diarias. Todos los índices muy bien. A las seis de la mañana los traía a todos ustedes ahí en las conferencias, es muy trabajador. Me consta, porque hoy lo conozco mejor.

“Tercero, su procurador, la parte del Estado de derecho. Bernardo Bátiz, una excelente persona. El presidente del Tribunal -siempre se me olvida el nombre, una disculpa-, lo acabo de conocer, no lo conocía, es una persona de la Ibero muy respetable; muy bien, para todo lo que es nombrar magistrados.

“Este estudio lo hizo Arely Gómez, la exprocuradora (general de la República), cuando ella salió de la Fepade. Le dije: ‘Ayúdame a hacer un análisis de cómo ejerció el estado de derecho’. Ella no lo conocía, había estado con Mariano Azuela. Yo quería opiniones objetivas. Qué mejor que Arely, no una gente de Andrés. Y el resultado fue muy bueno.

“Y en Estados Unidos, sobre el caso de Venezuela, no hay ninguna relación, no tenían información de que haya una relación entre Chávez y Andrés Manuel, para nada. Le pusieron un hombre socialmente inquieto, pero no radical.

“Entonces, después de este análisis sí acepté ayudarlo desde 2011, no tanto como hoy, porque no nos conocíamos tanto, pero fue cuando yo empecé a andar con Andrés.”

Los temas en común

Cuenta el empresario -accionista mayoritario de Vector, la casa de Bolsa independiente más grande del país, con presencia en 10 naciones de tres continentes- que su formación “es una mezcla de ser empresario, ser muy eficiente, pero también ver cómo ejercemos un efecto multiplicador en la creación de la riqueza. 

Entonces, mi perfil, soy de formación jesuita, no soy de formación legionaria, tengo una formación más social, de mi casa y de mi universidad, de los que me formaron.

“Estudié en el Tecnológico de Monterrey y voy a decir una cosa que no debería: a mí no me formó el Tecnológico de Monterrey, a mí me formaron los jesuitas y en mi casa; en el Tec estudié agronomía, pero no me formó; muy duro decirlo, pero así es. Y estoy muy orgulloso de ser exalumno del Tecnológico de Monterrey, pero no me impactó, me impactó todo lo demás que viví. Eso fue lo que me empató con Andrés Manuel.

“Yo le dije: ‘Con un diagnóstico social, aplicando tecnologías nuevas, dándole importancia a todo lo nuevo que viene en la ciencia, a este país lo sacamos adelante’.

“Esa combinación de inquietud social con respuestas de creación de riqueza para todos fue lo que me creó empatía con Andrés Manuel.”

-Si empezó a tratarlo en 2011, entonces también lo apoyó para las elecciones de 2012. También perdió, pero ya no hizo mayor ruido. 

-¿Cree que usted influyó en ese cambio de comportamiento, más moderado, o simplemente fue la madurez política que dan los años?

-Cuando él me dice: “Oye, ayúdame”. Le dije: “No, no, no, ¿cómo te voy a ayudar, antes de hacer el estudio?”. Le dije: “¿Cómo te voy a ayudar con el tipo de gente que tienes, como Bejarano y esos? Esa gente no está para apuntalar a México”. Dije: “No, no. Estudia lo que yo hice”.

“Y segundo, el plantón de Reforma se me hizo una irresponsabilidad. Pero me contestaron, porque estaba la señora Beatriz ahí, me dijeron que no se te olvide que cuando a tu tío bisabuelo (Francisco I. Madero) le robaron la presidencia en 1910 nació el Plan de San Luis.

“Yo no conocía a Andrés Manuel cuando tenía 20 años, yo ya lo conocí cuando tenía, creo que 59, tiene 63 ahorita. No lo conocí de 50 ni de 20. Yo ya lo encontré un hombre mucho más entero.

“Eso que dicen, que yo lo cambié o influí en su cambio, no es cierto. Probablemente estar más en contacto, platicando, no conmigo, aclaro, con muchos, y que es un hombre inteligente y práctico, y conoce la historia, y conoce lo que ha pasado en los diferentes movimientos sociales en muchos países, porque sí es muy culto, y conoce, pues yo creo que toda una sociedad como la mexicana es conservadora, entonces él tiene que dar confianza, y lo de Reforma se lo magnificaron.” (…)

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Tomado de Proceso 2140

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