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Los bebedores de café llegan a sufrir dolores de cabeza, fatiga, falta de claridad mental y cambios súbitos en su estado de ánimo cuando dejan de consumir de pronto esa bebida, aunque sólo sean dos tazas, o los varios refrescos de cola que acostumbran tomar cada día.
La abstención repentina y total en el consumo de cafeína puede provocar un síndrome de privación grave y clínicamente importante.
Si por cualquier razón un bebedor habitual de café tiene que disminuir o suprimir su consumo de cafeína, es recomendable que lo haga poco a poco.
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miércoles, 4 de enero de 2012
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