Arturo Rodríguez
García
Por temor a las
protestas callejeras y por la oposición de los legisladores de izquierda a
admitir su victoria electoral en 2006, Felipe Calderón asumió la Presidencia el
primer minuto del 1 de diciembre de 2006.
Transcurrido un
sexenio con saldos negativos en prácticamente todos los indicadores, extendió
el ejercicio del poder hasta el último minuto del 30 de noviembre de 2012 pues
concovó a una cena, "con motivo de la transmisión de poderes", en
Palacio Nacional, horas antes de entregar el mando, a medianoche, a su sucesor,
Enrique Peña Nieto.
En las últimas
semanas Calderón mantuvo una agenda de inauguración de obras, aun inconclusas,
por todo el país, y fue pródigo en discursos y hasta en actividades lúdicas.
También presentó
iniciativas de último minuto: el 23 de noviembre propuso cambiar el nombre de
Estados Unidos Mexicanos por el de
México. Nadie lo consecuentó. El 27 de noviembre propuso una reforma electoral para
aplicar la segunda vuelta en elecciones presidenciales. No tuvo eco. Tampoco el
28 de noviembre cuando propuso una reforma al régimen ejidal para facilitar los
procesos de conversión a propiedad privada en el campo.
Lejano el día en
que se colocó una casaca y una gorra militares, carga la cuenta de más de 80
mil muertos, decenas de miles de desaparecidos y amplias zonas del país su
midas en la barbarie.
Aun así no tuvo
empacho en actuar para una cadena nacional y declarar: "Me voy con la
conciencia de haber actuado en cumplimiente de mi deber y responsabilidad al
servicio de México. He trabajado para dejar una patria más fuerte con un mejor
sistema de justicia. Más sano y con una economía sólida".
El mensaje fue una
cápsula transmitida en cadena nacional la noche del 28 de noviembre. En más de
tres minutos Calderón actúa diferentes situaciones, acordes con lo que su voz
en off va diciendo.
La cápsula,
parecida a las que se produjeron con motivo de su sexto informe de gobierno,
fue literalmente una actuación: Empuñando una pluma de oro, escribe:
"muchas gracias", mientras su voz en off
expresa:
"Gracias
porque hace seis años me dieron un voto de confianza que me acompañó durante
todo este tiempo."
Luego Calderón, en
un despacho de Los Pinos, ve fotografias de gente común. "Mi corazón está
con cada uno de ustedes", profiere con música new
age de fondo y mientras pormenoriza sus agradecimientos y se
muestran imágenes de más gente y obras inconclusas, hasta que vuelve a cuadro.
El presidente de la
guerra contra el narco pretende otro calificativo. Para Calderón , el suyo fue
"el sexenio de la salud" y la "guerra" en defensa de la
población.
''Gracias a todos
los soldados, marinos, policias, los ministerios públicos vallientes", y
mientras la voz en oo los menciona. , las imágenes de soldados, marinos y
policías aparecen… hasta que menciona la palabra valiente en el momento justo
en que él mismo aparece, otra vez en el escritorio, escribiendo, concentrado,
con su pluma de oro.
"Gracias
porque cuando la patria los necesitó, ustedes dieron un paso adelante para
defenderla". Luego agradeció a los servidores públicos y a su familia.''
Cuando habla de
decisiones difíciles se toca la barbilla en actitud reflexiva: cuando habla de
su conciencia, asiente como aprobándose.
"Servir a la
patria es el más grande honor que puede tener un mexicano; servirla como
presidente es el más grande también. Pero servir a la patria en momentos como
los que nos ha tocado vivir, sin duda alguna es un honor mucho mayor."
Calderón mira a la
bandera, la acaricia para luego despedirse, prometer que seguriá sirviendo a
México y repetir que está agradecido del privilegio. Y por primera vez en la
cápsula aparece en campo abierto, en la explanada de la resicencia oficial,
levantando su mirada al cielo, como si pronunciara una plegaria a la bandera
que ondea.
Entonces las
imágenes se sobreponen para hacer coincidir todo : la bandera que ondea, la
mano con la pluma de oro: oa figura de Calderón al centro elevando su mirada al
cielo y la voz en off que se despide.
"Muchas
gracias y hasta pronto, México", dice el hombre que ya tiene garantizado
un lugar en la Universidad de Harvard, donde al menos durante un año tendrá una
estancia académica, según dio a conocer la Presidencia el mismo día de
transmisión de la cápsula.
La carroza se hizo calabaza
"Antes de que
la carroza se convierta en calabaza", según dijo en octubre en Chiapas,
Calderón recorrió casi la totalidad del país. En un mes, 22 entidades
federativas fueron pisadas por el presidente para inaugurar obras. Desde hospitales
o carreteras inconclusas hasta parques.
Se comparó una vez
más con La Cenicienta el 24 de noviembre, y sus
funcionarios, en un simil desafortunado, con los ratones de ese cuento
infantil.
Ese mismo día en
Campeche se vistió de ciclista y recorrió 75 de los 175 kilómetros del Gran
Fondo Reto Maya 175K.
Las actividades
lúdicas fueron más allá: el 28 de octubre, en la Marquesa, Calderón compitió y
ganó una carrera de go-karts
contra sus hijos, María y Juan Pablo, y contra el gobernador mexiquense Eruviel
Avila.
''A un día de que concluyera su gestión
se lanzó dos veces en una tirolesa tras inaugurar el Bioparque San Antonio en
el Distrito Federal.
También le dio por
cantar, el 21 de noviembre en La Piedad, Michoacán, el corrido del Perro
negro. Ahí los reporteros le preguntaron si no se iba con mal sabor
de boca por no haber atrapado a Joaquín El Chapo
Guzmán, y Calderón respondió recitando la cantidad de delincuenes detenidos o
muertos en su sexenio.
Aprovechó para
recordar que no hubo entendimiento con las autoridades locales, es decir con el
exgobernador Leonel Godoy, sobre el combate a la delincuencia, y en general
culpó a otros de sus fracasos.
Apologías y autoexilia
La expresión que lo
define y con la que pasará a la historia fue un intento jocoso por minimizar
las denuncias de fraude y de falta de legitimidad con llegó a la Presidencia:
"Haiga sido como haiga sido".
Al final Calderón
acudió a su peculiar sentido del humor:
Durante un mensaje
inaugual en la Cumbre de la Comunicación, el 20 de septiembre, hablo de los
mayas y de la incertidumbre de que podamos desaparecer; luego se declaró
ignorante del tema, pero dibujó el futuro del país con buenos augurios.
Ante todo, sus
arengas fueron apologías de las decisiones que tomó, en relación con la expresión
genérica, "retos difíciles".
"Trabajé para
aliviar el dolor de millones de obres", dijo el 19 de octubre en
Batopilas, Chihuahua, segundo municipio más desfavorecido de México, con indicadores inferiores a los de
los países más pobres de África, de acuerdo con las mediciones de las Naciones
Unidas.
En recuentros
diarios de acciones y cifras alegres, se hacía el gracioso para presumir las
obras que entregaba. Por ejemplo, el 29 de noviembre dijo que sin ser jefe de
Gobierno del Distrito Federal ni delegado en Álvaro Obregón, entregaba el
Bioparque San Antonio a los habitantes de esa demarcación capitalina.
Ese mismo día hizo
el anuncio de renovación de la flota satelital e inauguró un centro de control
de satélites. Anunció que ese posiblemente sería el último día de actividades
públicas como presidente. "Y digo
posiblemente porque todo puede pasar", expresó.
Y pasó. El 30 de
noviembre, último día de su gobierno, inauguró la II Sección del Parque
Bicentenario, en el norte de la Ciudad de México, y convocó a una cena en
Palacio Nacional por el cambio de poderes.
"Me gusta
dejar las cosas en orden, arregladas", dijo el 14 de noviembre al
inaugurar el distribuidor vial José Francisco Blake Mora, en el oriente de la
Ciudad de México.
El 28 de noviembre la
Presidencia emitió un comunicado para anunciar que Calderón fue invitado por la
Universidad de Harvard.
Desde hace meses se
perfilaba que el panista michoacano buscaría una estancia académica. Incluso la
mención de que podría ser contratado por la Universidad de Texas desató
protestas en Austin para repudiar su eventual contratación en esa casa de
estudios.
Sin embargo irá a
Harvard , en Cambridge, Massachusetts, donde será el primer participante de un
plan sin antecedentes denominado Programa Angelopoulos de Líderes Públicos
Globales, para empezar en 2013. Un autoexilio.
Harvard confirmó
que Calderón se reunirá con estudiantes, colaborará con investigadores y
trabajará en un programa sobre temas relacionados con su mandato. Además estará
afiliado al Centro de Negocios y Gobierno Mossavar-Rahmani.
En una entrevista
que concedió a Joaquín López Dóriga en los jardines de lLos Pinos, cuya primera
parte fue trasmitida el 28 de noviembre. Calderón dijo que posiblemente jamás
volvería a pisar esea residencia. Con ese mismo conductor , a mediados de año,
destapó la aspiración presidencial de su esposa Margarita Zavala. '
Como sea, el
segundo presidente panista ha insistido en que "segurá trabajando"
por el país, y en la cápsula del adiós que se transmitió en cadena nacional ,
concluyó: "Muchas gracias, México, y hasta pronto".
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Tomado de PROCESO 1883
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