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HIPNÓSIS
-Emilio, ¿qué me puedes decir de la hipnósis?
-A la hipnósis un halo de misterio la rodea. Fascina al gran público, asombra a los médicos y divide a los psicolanalistas.
-Conocido es que algunos ilusionistas han facinado al público con actos de hipnótismo tales como Dominique Webb quien, desde el escenario del teatro OLYMPIA de París y mediante unas palabras y una mirada impresionante dormía a tres cuartas partes del público.
-Aunque la hipnósis fue condenada en el pasado está reapareciendo en los hospitales de manera lenta pero segura, al igual que en los consultorios médicos, en los sofás de algunos discipúlos de Freud.
-En Francia, por ejemplo, se han abierto seis escuelas para enseñarla a los médicos psicólogos, parteras y enfermeras. Y el número de personas que la practican se ha multiplicado por diez en cinco años.
-Si ayer era un tabú, hoy se practica más y más cada vez. En pocas palabras, la hipnósis está despertando.
-La verdad, yo soy una profana, y tengo mis dudas de que exista el fenómeno del hpnótismo, pero dime... ¿existe en realidad?
-No hay un solo médico, neuropsiquiatra o científico que dude de la existencia de este curioso estado en que cae el individuo, una especie de duermevela, entre el relajamiento y la inconsciencia.
-Esperame tantito, Emilio, y perdón por mi ignorancia, ¿qué significa “duermevela”?
-”Duermevela” es un sueño ligero del que está dormitando.
-Y, ¿cómo se explica la hipnósis?
-No hay una sola persona capaz de definir ni explicar la hipnósis con precisión, en esto radica la paradoja.
-Bueno, ¿cómo la definirías tú?
-Te voy a dar las definiciones que dan dos afamados expertos sobre este fenómeno.
-La hipnósis es un cuarto estado del organismo que no es posible objetivar (a diferencia de los otros tres: vigilia, sueño y ensoñación), que es una especie de potencialidad natural, de dispositivo innato del individuo.
-La hipnósis es un modo de funcionamiento psicológico particular en el cual el sujeto, gracias a la intervención de otra persoona logra abstraerse de la realidadq que lo rodea. Esta especie de :desconexión supone cierta relajación que hace aparecer nuevas posibilidades de acción del espíritu sobre el cuerpo, o de acción en un nivel inconsciente.
-En suma, la hipnósis es lo que los psicólogos llaman un “estado de conciencia modificado”, una separación del estado de vigilia ordinario que en ocasiones se caracteriza por una inhibición parcial de la voluntad y una receptividad mayor a la sugestión.
-¿Les afecta fisiológicamente, es decir, en la respiración y en el cambio del pulso, o de alguna manera, a los sujetos que están en trance hipnótico?
-No, de ninguna manera, no se nota cambio alguno; la respiración, el pulso, el reflejo rotular sigue igual que en estado de vigilia. Incluso ha habido cientos de investigadores que han intentado percibir modificaciones en los electroencefalogramas. Pero ha sido en vano, los trazos de los electroencefalgramas de individuos en estado hipnótico son idénticos a los de un persona en estado de vigilia.
-Para mi, hipnósis me sugiere imágenes de mujeres lánguidas que, con los ojos entreabiertos, obedecen al dedo y a la mirada del mago Mandrake.
-Tienes razón, la hipnósis se parece a la magia, toma aires de taumaturgia evoca lo irracional. Sin embargo, no hay nada de esto en esta discipina que, a veces, da miedo: el 49% de las personas interrogadas dicen sentir inquietud o desconfianza ante ella.
-La hipnósis me deja perpleja y me intriga.
-¡No solamente a tí, Marcela!, la hipnósis sigue siendo un misterio para la ciencia un estado enigmático inducido, por palabras o gestos de una banalidad realmente asombrosa: “deseo que relajes tu nuca, tus brazos, tus piernas.... ahora sientes una pereza, una laxitud en todo el cuerpo, sientes los párpados pesados, pesados, ya no puedes abrirlos...”, etc.
-Son palabras obsesionantes, repetitivas, dichas en un tono monótono, pero que, como señala una joven que ha sido hipnotizada, “hacen que me sienta en paz, me desconectan de la realidad y me da una gran tranquilidad interior”.
-En ocasiones, a esa voz monótona el hipnotizador añade la fijación de la mirada del sujeto en un objeto cualquiera. Otros se valen de la fascinación que ejerce su propia mirada. Pero, sea cual fuera el método empleado, no se trata de un don caido del cielo, de un talento particular que sólo tienen algunos elegidos. La hipnósis se aprende. Y los que la practican estudian las palabras y los gestos que ayudarán al paciente a desprenderse de la realidad que lo rodea para hundirse en ese estado fuera del tiempo.
-¿Cómo reacciona una persona que es hipnotizada?
-Las personas reaccionan de manera diferente, según su personalidad. Por eso, las expresiones de la hipnósis varian mucho: hay personas hipnotizadas que cierran los ojos; otras los mantienen abiertos; hay quienes ponen rígidos sus miembros; otras que no quieren hablar; algunas que balbucean o que se liberan de todas sus inhibiciones; y hay quienes recuerdan todo después de la sesión de hipnósis y quienes lo olvidan todo.
-¿Por qué esas diferencias entre los individuos hipnotizados?
-Nadie lo sabe. No ha sido posible encontrar una correlación entre la capacidad de caer en hipnósis de un individuo y su constitución física, su raza, su sexo o su nivel social.
-¿Es posible hipnotizar a cualquier persona?
-No, los especialistas han perfeccionado una serie de métodos para saber quiénes pueden ser sujetos de hipnósis y han definido una escala que va desde el nivel cero (los individuos refractarios que no pueden ser hipnotizados, que constitueyen aproximadamente el 15% de la población (hasta los individuos más sensibles, los sonámbulos artificiales, los que olvidan todo cuanto se haya dicho en estado de hipnósis, así como las alucinaciones visuales o auditivas poshipnóticas (del 3 al 15%). Entre estos dos extremos está el resto de la población cuyas reacciones son muy variables.
-¿Cómo se sabe cuándo una persona ha sido realmente hipnotizada?
-Existen indicios tales como: mirada fija, relajación de los músculos del rostro, brazos separados del cuerpo y dicción lenta.
-¿Para que puede servir la hipnósis?
-Hay muchos padecimientos que se pueden curar por medio de la hipnósis. Muchos de estos casos han sido publicados en revistas científicas de gran prestigio.
-¡Oye!, entonces, ¡la hipnósis es una maravillosa ayuda para la humanidad!
-No del todo, la hipnósis está muy lejos de ser una panacea: es, en algunos caosos, un recurso terapeútico más que puede dar resultado
-¿Qué enfermedades se pueden curar por medio de la hipnósis?
-Existen algunos problemas en los que este recurso puede ser eficaz: Las afecciones psicosomáticas, como el asma, la rectocolpitis hermorrágica, los eczemas, las úlceras las neurodermatosis, las verrugas planas, los transtornos sexuales.
-Frecuentemente la hipnósis es un analgésico eficaz para atenuar los dolores “fantasmas” en miembros amputados, quemaduras muy graves, zonas y males obstétricos.
-¡Oye! Y, no podría usarse para corregir a los homosexuales o lesbianas?
-Se que se ha empleado en contra de apetencias nocivas tales como el tabaquismo y la obesidad, también en manifestaciones tales como tics, parálisis, temblores, afonía, tartamudez, fobias, depresiones, traumatismos psiquicos debidos a accidentes autoovilísticos, querra o terrorismo, pero no he sabido que se le haya empleado para eliminar conductas sexuales no aceptadas por algunas partes de la sociedad
-Por otro lado, la hipnósis debe evitarse en los psicóticos y paranóicos cuyas personalidades están gravemente perturbadas.
-Emilio, ¿no me podrías dar algunas estadísticas?
-En la hipnósis, como en el psicoanálisis, no hay estadísticas; los médicos comprueban muchas curaciones pero también existen muchos fracasos. Estos últimos suelen ocurrir a causa de la mala preparación del terapeuta.
-Al principio me dijiste que en el pasado la hipnósis fue condenada, ¿por qué razón?
-La hipnósis, aún hoy en día, no tiene muy buena imagen, y ello se debe a que su práctica no ha sido ni está reglamentada.
-Cualquiera puede llamarse “práctico”, y, naturalmente, los charlatanes aprovechan esta circunstancia; pero hay, desde luego, médicos de prestigio que toman en cuesta esta técnica.
-¿Me puedes decir quién es el experto número uno sobre hipnótismo en el mundo entero?
-Quizá, a la cabeza de estos profesionistas está el norteamericano Milton Erickson, quien parte de la convicción de que el inconsciente es bienechor, reparador, mientras que los psicoanalistas consideran que es en donde el individuo reprime todo lo prohibido. La hipnósis de Erickson es optimista y se basa en una dinamización interior.
-¿No existe una correspondencia entre el vudú y la hipnósis?
-Sí, yo creo que sí, se trata de una equivalencia entre la hipnósis moderna y los comportamientos que mostraron, en tiempos pasados, las posesas de Loudun, los SHAKERS o los convulsionarios de Saint-Médard. Y también, como bien dices, hay una equivalencia con el vudú, el chamanismo, los ritos de iniciación, etc.
-En esas culturas exóticas, el trance es social y se ritualiza. En nuestra cultura esto no sucede. Pero en todas las ocasiones la naturaleza del fenómeno es idéntica.
-Es una disociación pasajera, una ruptura con el estado anterior. El individuo abandona por un tiempo el mundo ordinario para entrar en el del trance mediante un signo, una sugestión, una desestabilización. Por otra parte, se observan las mismas manifestaciones físicas: levitación de los miembros, catalepsia, sensibilidad corporal, amnesia, etc.".
-En síntesis, ¿qué podrías decir de todo esto?
-Ahora, cuando médicos y analistas revisan sus criterios, cuando la hipnósis reaparece en la panoplia de métodos terapéuticos, sería conveniente comprender sus mecanismos profundos, típicos del poder que el espíritu tiene sober el cuerpo.
-Creo que la hipnósis va a ser estudiada con ayuda de diversas disciplinas como la psicología, la biología, la etología y la etnología.
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Tomado de EL PODER DEL ESPIRITU SOBRE EL CUERPO
Française Harrois-Monin
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