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PAÍS DESFIGURADO
Marta Lamas
En POLÍTICAS DEL RIESGO Y SENTIMIENTO DE INSEGURIDAD (2013), Robert Castel deconstruye las concepciones vigentes sobre el riesgo y la seguridad, y dice que cuando algunos miedos son dominados y ya no constituyen un problema, la sensibilidad a los riesgos se desplaza, aparecen otros y se suscitan nuevos temores. Pone el ejemplo de cómo el miedo al hambre y al riesgo alimentario se ha desplazado (en Europa) al miedo a que la comida esté contaminada, a que los productos sean cancerígenos, a que alteren la salud, e incluso a que produzcan obesidad.
Hace rato que nuestro país está en grave riesgo por la atroz desigualdad que hay.
Sin embargo, la sensibilidad social se ha desplazado a la inseguridad.
Hoy en México el mayor riesgo para amplios sectores de la población es la inseguridad y el miedo a ser secuestrados.
Castel previene sobre el hecho de confundir los riesgos, pues ello provoca falsas soluciones.
Si se piensa que el mayor riesgo es la inseguridad, entonces la exigencia es más policía, más vigilancia, más control.
Hace unos días, el Instituto de Estudios para la Transición Democrática (IETD) que preside Ricardo Becerra, ha tomado como el mayor riesgo de nuestro país al contenido del informe anual del Consejo Nacional de Evaluación de la política en desarrollo social (CONEVAL) sobre la pobreza en México.
El análisis del IETO acaba de salir en un documento que se titula RETRATO DE UN PAÍS DESFIGURADO.
¿Qué significa ser un país desfigurado?
El diccionario dice que desfigurar es “desmejorar”, “afear”, “disfrazar”, “encubrir”, y “oscurecer una cosa alterando sus verdaderas circunstancias” .
Desfigurar es, llanamente, deformar, y un país desfigurado es un país que ha perdido su figura, que se ha deformado. Y según el IETD lo que hace que nuestro país esté desfigurado es su estancamiento, la persistencia de la desigualdad y el aumento de la pobreza todo lo cual genera inseguridad.
El informe del CONEVAL muestra, mediante datos trabajados con un rigor loable, lo que todos ya sabemos y tratábamos de olvidar.
En nuestro país cada vez hay más pobres (cada día se registran 2 mil 470 pobres más).
A su vez, el IETD señala con claridad y contundencia las brutales consecuencias de que la política económica no esté articulada a una política social.
Eso sí que es un riesgo muy preocupante, que se soslaya a diario.
Un aspecto que subraya el documento del IETD es el de los salarios mínimos y la ausencia de previsión social.
Los datos del CONEVAL son brutales: De las personas que ganan un salario mínimo, 58% están en pobreza y 12% en pobreza extrema, y si se observa a las que perciben dos salarios mínimos, 42.3% están en pobreza moderada y 4% en pobreza extrema.
Eso representa 2 millones de hogares, donde viven 10 millones de personas, y quiere decir que una quinta parte del total de pobre que ha cuatificado el CONEVAL trabajan.
El CONEVAL ofrece una conclusión desesperanzadora quienes trabajan en nuestro país están recibiendo menos dinero que hace cinco y que hace 20 años. Por eso el IETD dice que somos una nación “que no llega a la quincena”.
El año pasado (2014) surgió del Gobierno de la Ciudad de México la propuesta de subir el salario mínimo. Se argumentó con sustento en datos la necesidad de un alza que no implicara un correspondiente aumento a del costo de la vida. Se planteó la importancia de desindexar el salario de otros indicadores, como las multas.
Sin embargo el gobierno federal no retomó la idea, supongo que por esa absurda tradición en la política mexicana de resistirse a apoyar las propuestas de la oposición.
Parte del quiebre social que estamos viviendo también se debe a que no se intenta razonar pensando en el largo plazo, ni se valora la causa verdadera de los peligros que nos amenazan.
En México nos hemos acostumbrado a la pobreza de nuestros pobres, y ya no la vemos. Y tanto la clase política como la empresarial -alejados de esa pobreza- que viven es el riesgo de la inseguridad como la amenaza dominante, sin percibir el riesgo del desfiguro que provoca la brutal desigualdad.
RETRATO DE UN PAÍS DESFIGURADO centra la atención en la cuestión social, y subraya el vínculo entre la política económica y la política social.
En palabras del IETD, este vínculo tiene implicaciones mayores para “el orden de prioridades nacionales, para la orientación del gasto público y, sobre todo, el social; para instaurar por fin una política de recuperación de los salarios, cua decadencia es causa manifiesta del fracaso acumuado de las últimas décadas, no obstante los avances registrados en los datos de salud, vivienda y otras necesidades”.
Por eso el IETD propone redireccionar el gasto hacia la redistribución y hacer los presupustos públicos con el objetivo de ofrecer equidad y seguridad social, con el paso impostergable del aumento al salario mínmo.
Para comprender por qué el IETD dice que nuestro país está “desfigurado” vale la pena leer el documento.
Lo encuentran en http://wwww.ietd.org.mx/retrato-de-un-país-desfigurado/
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Tomado de PROCESO 2025
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