Anécdotas (Claudio Arrau)

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ANÉCDOTAS DE CLAUDIO ARRAU

Claudio Arrau fue discípulo favorito de Martin Krauze, éste de Liszt, a su vez Liszt fue discípulo de Czerny, quién fue alumno de Beethoven, Salieri y Hummel. 

Krauze dijo de Claudio Arrau "Este niño ha de ser mi obra maestra" 

Claudio Arrau partió su carrera nada menos que a los 5 años con un recital, en Chillán, (capital de la  provincia de Ñuble, República de Chile”).

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Becado para estudiar en Alemania

“Siempre fue muy humilde y muy sencillo. Claudio decía que era producto de la casualidad. Su padre se murió al caer de un caballo cuando tenía un año y su madre se tuvo que dedicar a tocar e impartir clases de piano. Él se entretenía leyendo partituras, aprendió a leer música antes que libros”.

Después sería becado a estudiar a Alemania con un discípulo de Franz Liszt.

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Mazeppa

“Supongo que te imaginaras las horas de estudio que hay que dedicarle a cualquier instrumento para llegar los grandes niveles interpretativos que tienen los maestros; pues bien, este pianista, uno de los más grandes del siglo XX estaba estudiando un estudio de Liszt, de su serie de "Estudios de Ejecución Trascendental", uno de ellos, quizá el más complicado se titula "Mazeppa" y éste es el que estaba estudiando el jovencito Arrau (con 17 años)”. 

Cuentan que estaba 14 horas diarias con el estudio, los que hayan estudiado algún instrumento conoceran la sensación. 

Vivía en una casa antigua pero con apartamentos separados, pues bien, el vecino de al lado tuvo que ingresar en una clínica psiquiátrica y por supuesto... le pasó la factura a la familia de Arrau bajo amenaza de que si no la pagaban lo denunciaría.

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Concierto impecable

Una vez, el gran pianista chileno Claudio Arrau salió a escena para tocar el Cuarto concierto para piano de Beethoven, que empieza con un solo de piano: se sorprendió cuando la orquesta inició la larga introducción orquestal del Tercer conciero del mismo compositor.

Claudio Arrau pensó entonces en salir del escenario, pero, recordando su reputación de pianista de enorme repertorio, decidió quedarse y tocar el Tercero -impecablemente-, aunque no lo había tocado hacía más de un año.

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Odio a las dictaduras

El nazismo ya arreciaba cuando  Claudio Arrau le daba clases a un ex alumno de Krause. 

Un día este alumno estaba tocando en un teatro y llegaron los de la SS (aparato de seguridad nazi) y se lo llevaron y lo ahorcaron afuera del teatro. 

Claudio Arrau no lo soportó, hizo sus maletas y se fue. No soportaba ninguna dictadura, no fue a España mientras estaba Franco, a Rusia fue sólo una vez pero no cuando estuvo Stalin. Por eso no venía a Chile cuando estaba Pinochet”.

–Dejó Alemania para radicarse en Estados Unidos.

Claudio Arrau dijo en relación al régimen de Augusto Pinochet: "¿Cómo podría estar con un gobierno de criminales? Ellos asesinaron la democracia que había en Chile".

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Irreligiosidad

    En sus conversaciones con Joseph Horowitz, Arrau se manifiesta irreligioso y próximo al ateísmo:

“Fui criado en la religión católica, pero la abandoné cuando tenía quince años. Sólo me confesé una vez y me pareció absolutamente ridículo. Una sola vez tomé la comunión: Me repugnaba la idea de tragarme la persona de Cristo. Me parecía un verdadero acto de canibalismo. Y descubrí que muchos de los dogmas católicos servían al poder de la iglesia. En realidad no me volví contra el catolicismo. Es solo que este perdió toda actualidad para mi”.

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Autor “non plus ultra”

Cuenta Pablo Neruda sobre el día en que conoció a Claudio Arrau. 

“Le hablé al pianista precisamente sobre Cesar Franck”.

“Claudio Arrau me contestó”: 

"¿Franck? Deberías escuchar a Verdi" 

Claudio Arrau siempre reconoció en Pablo Neruda un artista y autor "non plus ultra", y dijo que para él había sido un honor que el poeta lo considerase su amigo.

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Empanadas

“Era muy goloso, le encantaban los dulces chilenos. En una de sus últimas visitas a Chile, se alojó en el Hotel Carrera y nadie lo podía visitar. Yo fui a visitarlo y no me dejaron entrar; la recepcionista me dijo que se pasaba pidiendo empanadas de pino y queso”. 

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Seis horas nada más

“El 81 fui a verlo a Brasil, donde iba a dar unos conciertos. Llegué hasta su hotel y nadie sabía dónde estaba. Pero yo miré la hora y supuse que debía estar en el comedor, y allí lo encontré. Estuvimos hablando un rato pues me dijo que tenía que ir a estudiar”. 

“¿Todavía estudias?’, le pregunté y él me respondió ‘Sí, pero un poco, seis horas diarias no más’. Tenía 77 años”.

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Honorarios

“Mi padre  fue nombrado embajador de Chile en la Unión Soviética por el Presidente Frei Montalva, para restablecer las relaciones diplomáticas entre Chile y la Unión Soviética que estaban interrumpidas desde 1947. 

Él tuvo el honor de concertar y organizar una gira del maestro Claudio Arrau a Leningrado, Kiev y Moscú.

“La gestión de mi padre para realizar este concierto no fue nada fácil. Claudio Arrau ya había actuado en la Unión Soviética en la década del ‘30 y solicitó que ojalá pudiera obtener las mismas condiciones de aquella época. 

El maestro le contó a mi padre que al final de dicho concierto el Gobierno soviético le había informado que no disponía de divisas para pagarle sus honorarios, pero que sí podía pagarle en barriles de petróleo.

Aquel acuerdo terminó siendo uno de los más acertados de su carrera, como lo relató la propia autoridad de Gobierno.

Seis meses después, ya de regreso en Moscú, le avisaron que en la estación de ferrocarriles de la ciudad había llegado un tren con sus barriles de petróleo. Como el combustible había subido mucho de valor, estos conciertos en la Unión Soviética habían terminado siendo, en opinión del maestro, los conciertos mejor pagados de su carrera.

Los recitales de Claudio Arrau causaron impacto en el mundo cultural soviético y de manera muy especial entre los músicos de ese enorme país.

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Relato íntimo

En sólo una frase de una entrevista del director de orquesta Neeme Järvi dijo:

“Claudio Arrau es el maestro de piano más grande de nuestra época. El colaborar con él ha sido para mí la experiencia musical más profunda de mi vida. Su Beethoven es el Beethoven con el que siempre había soñado y que recién ahora, a través suyo, vengo a encontrar”, expresó.

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