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LEYENDA DE SODOMA Y GOMORRA
-Emilio, ¡cuéntame la leyenda de Sodoma y Gomorra!
-Cuenta la leyenda que los habitantes varones de la ciudad de Sodoma eran todos homosexuales.
-¡Oye!, ¡se me hace muy raro que una agrupación ciudadana crezca y prospere cuando sus habitantes varones tienen una sola obsesión: la masculina. Si en Sodoma sólo había sodomitas, ¿cómo podía funcionar la demografia?
-Bueno, sin embargo la Biblia es bien rigurosa y precisa al describir la situación moral de la ciudad.
-Cuando Jehová amenaza con destruirla, Abraham le pide que, para que no paguen justos por pecadores, la perdone en caso de encontrar bastantes de los primeros.
-Jehová admite que la indultaría si hubiese cincuenta, cuarenta... veinte y aun diez. De esta cifra no baja Abraham, lo que hace pensar que no tenía demasiada confianza en encontrarla.
-Por fin se llegó a un acuerdo tácito; sólo se libra del castigo la familia de Lot.
-Jehová manda a dos de sus ángeles para efectuar el castigo.
-Los dos ángeles llegan como forasteros a Sodoma. El hospitalario Lot los recibe en su casa.
-Los hombres del pueblo se arremolinan frente a la casa de Lot exigiendo que les entregara a los forasteros que no se los quedara él solito.
-Los habitantes de Sodoma tenían negras intenciones. Lo que pretendían los habitantes de Sodoma que rodearon la casa "mozos y viejos todos sin excepción" (Génesis, 19) le gritaban a Lot:
"Sácanoslos para que los conozcamos."
-Resulta que en la germanía bíblica el verbo "conocer" tiene un significado sexual que ya va bastante más allá de las simples relaciones sociales; Abraham, sin ir más lejos, había "conocido" a Agar de la que tuvo a Ismael.
-Lot, que sabía perfectamente lo que se entendía en Sodoma por "conocer", sale cerrando la puerta tras de sí y, llevado por un amplio sentido de la hospitalidad, les ofrece dos hijas "que no han conocido varón" para que se refocilaran con ellas y perdonaran a sus huéspedes. Oferta que, naturalmente rechazan indignados, escandalizados, los amotinados.
"Quítate allá. Quien ha venido como extranjero, ¿va a querer gobernarnos ahora? Te trataremos a ti peor todavía que a ellos" (Génesis, 19).
-Esa amenaza nada amable teniendo en cuenta sus costumbres, no asusta a Lot que sigue pugnando en la puerta de su casa para detener a los ansioso hasta que los dos ángeles lo meten dentro, y, según la Biblia, ciegan a los asaltantes que no podían dar ya con la casa y embestían los muros buscando la entrada.
-Convencidos después de esta última prueba de que la ciudad no tiene remedio, los ángeles enviados -ángel, en griego, significa esto: mensajero- deciden cumplir las consignas recibidas.
-Lot saldrá con su familia inmediata y después el resto de los habitantes moriría entre las llamas que caerían del cielo.
"Quien al huir intente volver la cabeza, perecerá también".
-De ahí surge la famosa huida, la desobediencia de la esposa de Lot que no sigue las ordenes de su cónyuge y su conversión en estatua de sal.
-¿Qué fue lo que pasó?
-Ante la reacción burlona de los advertidos, y quizá de un intento de agresión personal que no hacía falta que fuera de índole erótica, los enviados dieron la señal oportuna tras remontar el vuelo y lo que cayó en plena plaza del pueblo fue, sencillamente, una bomba atómica. Lo que explicaría el fuego y azufre que, según la Biblia, terminó con la ciudad dejando "una hoya de la que surgía una humareda como acabado la humareda de un horno".
-¿Crees que sería algo así como una bomba atómica?
-Sí, la explosión acabó con hombres y plantas como en Hiroshima. Y como en Hiroshima quien volvió la cabeza quedó convertido en estatua de ceniza al ser sometido a la radiación, tal y como ocurriera en las ciudades mártires japonesas, ceniza que, dada su blancura, fue tomada por sal por los aterrorizados testigos del suceso.
-Y, ¿qué pasó con Lot y sus dos hijas?
-Según la Biblia, la familia reducida a Lot y a sus dos hijas, que, en vano había ofrecido el padre a los desaforados varones de Sodoma a cambio de sus huéspedes. Esas dos muchachas debían haberse sentido realmente frustradas durante el tiempo que vivieron en la ciudad destruida, con tantos años sin tener que defender su honra ante quienes no tenían la menor intención de quitársela.
-Pero las perspectivas sociales y sexuales que se les ofrecían tras su salida no eran más halagüeñas, porque su nueva casa era una caverna y el único varón a mano era su padre.
-La solución, tan obvia como inmoral, se le ocurrió a la mayor:
"Nuestro padre es ya viejo y no hay aquí hombres que entren en nosotras como en todas partes se acostumbra. Vamos a embriagar a nuestro padre y a acostarnos con él a ver si tenemos con él descendencia."
-Así lo acordaron y, según sigue la Biblia (Génesis, 19), se acostó con su padre la mayor "sin que él la sintiera al acostarse ni al levantarse". En vista de lo cual a la noche siguiente repitieron la operación con vino incluido y se deslizó en su cama la menor, sin que tampoco la sintiera él en toda la noche. Lo cual demuestra que el buen varón Lot, el único puro de Sodoma, el defensor de la hospitalidad a riesgo de su vida y aun a riesgo de su honra, tenía el sueño más bien pesado.
-Y, ¿qué pasó?
-¡Ah!, las dos hijas obtuvieron lo que querían. Cada una de ellas tuvo un niño. Resultaron hijos-nietos de Lot. Se llamaron Moab y Ben ammi.
-¡Qué chistoso el nombre del último! Y ¿qué fue de Gomorra?
-Gomorra es "la otra que a nada tuvo derecho" y ni siquiera el nombre de sus habitantes adquiere valor de adjetivo como en el caso de Sodoma. Que se sepa nadie ha sido acusado nunca de "gomorrita", lo que no deja de ser una injusticia, ya que habían hecho los mismos méritos que los de Sodoma.
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