jueves, 25 de febrero de 2021

Margarita Zavala

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MARGARITA ZAVALA




Denise Dresser


  -Una puerta que no se abrió fue la de Margarita Zavala esposa discreta. Esposa leal “the good wife”, como la serie de televisión del mismo nombre. Digna, intachable, irreprochable. 


  -Así fue Margarita Zavala como Primera dama durante el sexenio de Felipe Calderón. 


  -Siempre con la palabra precisa, el gesto perfecto, el tono adecuado. 

 

-Siempre con la sensibilidad que parecía faltarle con frecuencia a su esposo. por ello los aplausos merecidos y el respeto generado a lo largo del gobierno calderonista. 


  -Margarita tenía un lugar que se había ganado gracias a la discreción.


  -Después de los excesos de Marta Sahagún, un papel acotado y recatado por parte de la pareja presidencial era justo lo que el país no necesitaba. Maragarita fue y ha sido eso: leal.


  -Pero esa postura de lealtad incondicional hacia su esposo fue lo que hizo inviable su candidatura presidencial. 


  -Por lo que sabía y calló. Por lo que permitió. Por el fracaso que fue la presidencia del panismo y no lo admite. 

  

  -Fue cómplice, colega, colaboradora, conspiradora de la administración de Calderon. 


  -Escuchó, aconsejó y aplaudió. No fue una simple espectadora; es demasiado inteligente para serlo. Pero al no serlo, le corresponden también los cuestinamientos y las críticas.


  -Desde una percha cercana presenció el inicio de la guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado, así como la devastación que trajo consigo. 


  -Vio cómo su esposo a pesar de lo que prometió en la campaña presidencial- avaló la impunidad para Mario Marin; el exgobernador de Puebla, porque necesitaba el apoyo priista en el Congreso. 


  -Vio la operación de Estado instrumentada en la Suprema Corte para salvarle el pellejo a Juan Molinar, luego de la responsabilidad política y administrativa que tuvo en la tragedia de la Guardería ABC. 


  -Vio como Garcia Luna y Televisa montaron un montaje en el caso de Florence Cassez, violando todos los lineamientos del debido proceso. Vio cómo el gobierno de Calderón salió a la defensa del entonces secretario de gobernación Juan Camilo Mouriñó y negó el conflicto de interés en que incurrió cuando firmó contratos beneficiando a su familia siendo presidente de la Comisión de Energía. 


  -Vio como la alianza electoral y politica con Elba Esther Gordillo, empoderá a un sindicato rapaz, saboteando una reforma educativa que urgía. 


  -Vio todo esto y calló. 


  -La pregunta que nunca contestó es: ¿Guardó silencio por lealtad o estaba de acuerdo? 


  -Según el INE, Jaime Rodríguez recabó 2,034,403 firmas, pero sólo 252,646 fueron válidas, 59% inválidas. 


  -Armando Ríos Pitter recabó 1,765,599 firmas. pero sólo 242,646 fueron válidas, 86% inválidas.


  -Margarita Zavala recabó 1,578,744 firmas, pero sólo 870,168 fueron válidas, 45% inválidas. 


  -El Bronco llegó a la boleta por la subyugación del Tribunal Electoral y ella pasó de refilón; apenas, argumentando irregularidades menores -432 firmas falsas- producidas por un infiltrado a su campaña. 


  “Haiga sido como haiga sido”, tanto el proceso como los resultados demostraron prácticas condenables de oportunistas disfrazadas de autónomos, “ciudadanos” comprando firmas, falsificando credenciales, simulando apoyos.


  -Candidatos fariseos por los vicios de origen que cargaron desde el momento de anunciar sus condidaturas. 

  

  -Jaime Rodríguez, expriista, cuya entrada a la contienda fue impulsada desde Los Pinos para dividir el voto opositor. 


  -Armando Ríos Pitter, experredista, emulando la misma estrategia. 


  -Margarita Zavala, expanista, militante toda la vida de un partido del cual se salió cuando no le permitieron contender por la candidatura presidencial. 


  -Con estos incentivos y entecedentes, díficil creer que iban a convertirse en ser puente, que han privileguiado la lógica patrimonial por encima de la función representativa. 


  -Con éstas trayectorias y formas de actuar imposible creer que iban a ser una amenaza permanente a partidos divorciados de una ciudadanía desilusionada: con ellos. 


  -Independientes adulterados, independientes ficticios, independientes impostores. 


  -Tenían y tienen poco qué ofrecer más allá de la marca “independiente” que ya ensuciaron.


  -Más valor y reconocimiento y felicitación entonces a quienes sí lograron remontar los obstáculos para ser independientes y lo hicieron limpiamente; firma legítima tras firma legítima. 


  -Pedro Kumamoto y Manuel Clouthier y Carlos Brito, ejemplos a seguir, portavoces de lo posible. 


  -Ojalá la encarnación de fuerzas, perfiles más ideas, más debate, más atención a los temas álgidos que los partidos no quieren tocar, como la reducción al financiamiento público y la vinculación de ese financiamiento al voto efectivo, no al padrón electoral, ojalá su participación demuestre por que los partidos no deben tener el monopolio de la participación en la esfera pública. 


  -Ojalá modifiquemos la regulación exigida a los verdaderos independientes para que sea posible facilitar su presencia e impedir la llegada de más simuladores.

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