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BIOGRAFÍA DE CECILIA VILLAREAL
-Tío, hace mucho que no me platicas una de tus interesantes historias.
-Cierto Amelita... déjame acordar alguna... ¡ah! sí, ¿no te he platicado la historia de doña Cecilia?
-¡No tío! Platica, platica.
-Antes de empezar con la historia de doña Cecilia es necesario que te explique que Ciudad Madero es en realidad un municipio pegado a la ciudad de Tampico. Es difícil establecer dónde está la frontera entre Tampico y Ciudad Madero. Ambas ciudades se han fusionado en un conjunto urbano poblado por 600,000 habitantes, de los cuales unos 200,000 viven en los 70 kilómetros cuadrados de Ciudad Madero.
-Ciudad Madero adoptó su actual nombre en 1930. Hasta ese momento había sido conocida como Villa Cecilia, en honor a la protagonista de nuestra historia.
-El paraje donde ahora se asienta Ciudad Madero fue conocido en el siglo XVIII como Paso Real de Altamira y era sólo una encrucijada de sendas poco transitadas. A principios del siglo antepasado una bella mujer, de nombre Cecilia Villarreal, estableció un mesón en ese lugar. Como habrás adivinado se trata del personaje principal de nuestra historia.
-Doña Cecilia, en su adolescencia, había estado casada con un militar, Francisco de la Garza, del cuerpo de dragones de las tropas de la Nueva España, y había tenido un hijo, Felipe, que con el tiempo abrazaría también la carrera de las armas. Pero desde muy joven la mujer fue perseguida por la tragedia. El marido fue asesinado por Juan el "Zurdo", famoso bandido que se había prendado de la bella Cecilia. Dice la leyenda que Cecilia fingió acceder a los requerimientos de Juan el "Zurdo", y que cuando lo tuvo dormido e indefenso en la cama, le abrió de un tajo la yugular.
-En los años que siguieron, mientras el mesón del Paso Real de Altamira, que empezó a ser conocido como Paso de doña Cecilia, prosperaba y el hijo ya se había convertido en oficial de caballería, la indomable mujer se casó varias veces, siempre con hombres de cierta fortuna y prestigio, y hasta crió como propios a niños abandonados que a veces le entregaban los arrieros.
-La hospitalidad y buena cocina del mesón de doña Cecilia se hicieron famosos en la comarca, pero su buen nombre se empañó por las habladurías: se hacía notar que los maridos de la mujer tenían la rara costumbre de morirse poco después del matrimonio, dejándole siempre algunos bienes; y se decía que unos cuantos arrieros ricos que transportaban cosas de valor habían desaparecido misteriosamente tras gozar de excepcionales banquetes en el mesón de doña Cecilia.
-Por alguna razón, que no te puedo decir, su hijo dejó de frecuentarla. El joven militar comandó por años la guarnición militar de Santa Anna de Tampico, a pocos kilómetros del mesón. En 1820 Felipe de la Garza Villarreal ascendió a general y como comandante militar de la región le tocó capturar y fusilar en Soto la Marina, Tamaulipas, a Agustín de Iturbide en 1824, por lo cual fue declarado Benemérito por la legislatura tamaulipeca.
-Pocos años después el general, hijo de doña Cecilia, retrocedió con sus tropas cuando, en el cercano Cabo Rojo, Veracruz, desembarcó en 1829 la poderosa fuerza de reconquista enviada por el rey de España. Al mismo tiempo, en el mesón de doña Cecilia, el general mexicano Manuel Mier y Terán había instalado su puesto de comando, sirvió de base para lanzar una contraofensiva que puso en fuga a los españoles con lo que acabaron sus sueños de reconquistar la colonia perdida.
-La última mención que se conoce de doña Cecilia fue escrita en 1842 por la esposa del primer embajador enviado por España a nuestro país, la marquesa Calderón de la Barca. En uno de sus viajes le tocó pasar por el mesón de la ya anciana dama y escribió: "Doña Cecilia vive en pacífica soledad, rodeada de manglares y sin otro inconveniente para su felicidad que las víboras y caimanes. La encantadora reclusa tiene 78 años de edad y acaba de enterrar a su séptimo marido".
-Y colorín colorado esta leyenda, que es un destilado de hechos historicos, se ha acabado.
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