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La terminación de la primera década y el comienzo de la segunda del siglo XIX fue en las colonias españolas en América el principio de una serie de agitaciones revolucionarias, de las cuales no participó el Istmo de Panamá que se mantuvo fiel al rey de España.
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Siendo gobernador del Istmo de Panamá el Mariscal de Campo Juan de la Cruz Murgeón la Corona le ofreció el título de Virrey de la Nueva Granada si lograba reconquistar dos tercios de la misma.
Con objeto de iniciar su campaña el Mariscal Murgeón organizó una expedición para atacar a los patriotas granadinos por el Ecuador, hacia donde salió el mes de octubre de 1821 con tropas sacadas de Panamá.
Dejó encargado del Gobierno del Istmo al Coronel José de Fábrega.
El 28 de noviembre de 1821 se reunieron las altas autoridades militares, civiles y eclesiásticas y miembros de la diputación provincial, después de deliberaciones decidieron independizar al Istmo de España y unirse a la gran República de Colombia.
El Coronel José de Fábrega fue reconocido como Jefe Superior del Istmo.
El segundo nombre que aparece en el Acta de Independencia es el Obispo de la Diócesis, Fray José Higinio Durán, peruano de nacimiento y que sustentaba el título de Predicador de su Majestad.
En el acta siguen los Presbiteros Juan José Martínez y Manuel José Calvo.
El primero tenía el cargo de Arcediano de la Iglesia Catedral y el segundo era Cura Rector del Sagrario.
El Obispo Durán, con el consenso de su Cabildo Eclesiástico y de los párrocos de la Capital, dispuso prestar al gobierno republicano 460,000 pesos tomándolos de varias propiedades de la iglesia que fueron enajenadas para el caso.
La contribución monetaria del clero fue de gran utilidad porque se pudieron atender urgentes erogaciones en la consolidación del Gobierno Republicano.
A los dos días de consumada la independencia aparecieron en aguas de la bahía de Panamá dos fragatas de guerra españolas, acompañadas de varios buques de transporte, que ignoraban lo que acababa de suceder.
Habían llegado enviadas por el Mariscal Murgeón a buscar el resto de las tropas, que habían quedado en Panamá.
Las autoridades republicanas creyendo que las naves venían en son de guerra se aprestaron a la defensa, pero por fortuna los capitanes realistas no estaban en disposición ni en condición de entablar acción bélica alguna, optando por firmar, con el Jefe Superior Coronel Fábrega un arreglo mediante el cual monárquicos y republicanos se comprometían a no agredirse y los primeros a retirarse.
El 4 de enero de 1822 los españoles abandonaron las aguas panameñas.
La Independencia de Panamá no costó una sola vida.
Cuando el General Simón Bolívar, Presidente de la República de Colombia se enteró de la independencia del Istmo y de su adhesión, le escribió al Coronel José de Fárega lo siguiente:
"El Acta de Independencia de Panamá es el monumento más glorioso que puede ofrecer a la Historia ninguna Provincia americana. Todo está allí consultado: justicia, generosidad, política e interés nacional. Transmita, pues, usted a esos beneméritos colombianos el tributo de mi entusiasmo por su acendrado patriotismo y verdadero desprendimiento".
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lunes, 13 de febrero de 2012
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