A mediados del año 19903, los gobiernos de los Estados Unidos y de Colombia habían llegado a la formalización de un proyecto de tratado, conocido con el nombre de Tratado Herrán-Hay que haría posible la definitiva realización del proyecto del Canal de Panamá. En agosto de ese mismo año, el Senado Colombiano rechazó el proyecto por encontrar inadmisibles algunas de las propuestas norteamericanas. Ante este hecho que echaba por tierra las hondas esperanzas de muchos panameños, los Estados Unidos iniciaron una serie de actividades encaminadas para que el Istmo de Panamá se separara de Colombia. La fuerza histórica histórica determinante en ese agitado proceso, que se produjo entre los meses de agosto y noviembre, fue el imperialismo norteamericano. Ese desenlace fue principalmente el resultado de los pasos dados por la diplomacia y las fuerzas armadas norteamericanas. Es por ello que los Estados Unidos pudieron imponer sus condiciones tanto a Colombia como a Panamá.
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Como resultado de todo lo anterior, los intereses que predominaron no fueron los de la nación panameña. los Estados Unidos se apropiaban el monopolio de la ruta, a perpetuidad, y el nuevo estado quedaba bajo su tutelaje, con el agravante de que a la mitad de su territorio, tenía una zona colonial, directamente bajo jurisdicción de los Estados Unidos. A cambio de eso, Panamá recibía la garantía de que los Estados Unidos defendería su independencia, a impediría que Colombia pudiera emplear la fuerza para intentar recuperar el Istmo. Además, Panamá recibía una escasísima y ridícula compensación económica como arriendo del territorio ocupado por los Estados Unidos El documento que simboliza el predominio de los intereses del imperialismo norteamericano que representa la traición de las más caras y sentidas aspiraciones panameñas es el tratado Hay-Bunau varilla.
Cuyas condiciones son más cruentas que las que se intentaban en el Tratado Herrán-Hay. Este tratado hacía posible la construcción del canal, establecía además, que prácticamente cualquier pedazo del territorio panameño podía ser utilizado, a discreción de los Estados Unidos, par los efectos de construcción, saneamiento, mantenimiento, funcionamiento y defensa del canal. Además, el país quedaba dividido en dos, por una llamada Zona del Canal, bajo la administración de los Estados Unidos y no del Estado Panameño, con una población norteamericana, con otra lengua, con otras costumbres que ha significado un rudo golpe al proceso de unificación cultural de la nación. Este tratado constituye, como instrumento legal, una monstruosidad jurídica, fue aceptado y aprobado por la oligarquía terrateniente y comerciante de Panamá. Los historiadores que, desde aquel entonces representan los
intereses de la oligarquía panameña justifican todo lo que sucedió en 1903. Según ellos, los grupos dirigentes de Panamá, durante esos álgidos meses, se comportaron como verdaderos patriotas y los denomina, en sus libros de texto de historia, como los Próceres de la Independencia.
Es cierto que el 3 de noviembre de 903 representa u en cierta medida la realización de las aspiraciones del pueblo panameño: la de llegar a constituir una entidad política independiente, pero a la vez los propios panameños rechazan a los llamados próceros por considerarlos traidores a los intereses de Panamá.
La fecha verdaderamente importante que tiene un significado profundo es el 28 de noviembre de 1821 cuando Panamá hizo uso de su derecho de autodeterminación para independizarse de España.
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