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-Emilio,
a mí me produce estupefacción el hecho de que los proyectiles interceptores
puedan calcular, con la rapidez del rayo, el punto de intersección de otro
proyectil, y estar allí en el instante preciso en que pueden hacer contacto
con este último.
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-Pero
Marcela, ¿acaso, no te parece algo más maravilloso el ver a un beisbolista en
el instante de capturar una pelota
al vuelo?
-Con
el objeto de cacular a dónde irá a caer la pelota, o cuál será el punto de
intersección, tendrá que tener en cuenta la velocidad de la bola, su curvatura
de caída, la dirección, el impulso del viento, la velocidad inicial y el
promedio progresivo de disminución de la misma.
-El
jugador debe hacer todos esos cálculos rápidamente, en seguida, habrá de
calcular la rapidez con que debe correr y la dirección a emprender, con el
objeto de llegar al punto de intersección al mismo tiempo que la pelota.
-El
beisbolista no piensa acerca de todo ello. Su "Mecanismo
alcanza-metas" calcula por sí mismo los datos que necesita, a través de
los ojos y oídos, para ejecutar todas estas operaciones tan complicadas.
-La
computadora que se aloja en su cerebro "capta" esta información, la compara entonces
con los datos que tiene almacenados (los recuerdos de otros éxitos en la acción
de interceptar pelotas) y, con la velocidad de la luz, su
"computadora" hace todos los cálculos necesarios para ejecutar la
operación y, en seguida, indica a los músculos de sus piernas las órdenes
correspondientes al caso y, entonces, échase a correr.
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