--------------------------------------------------------------------------------------------------------
-Emilio, ¿por que no crees en la Astrología? ¿por qué no crees que los
astros que vemos en el firmamento, en el mismo momento que los estamos
viendo, nos están afectando en nuestras vidas?
|
-¡Mira
Marcela! todo en el universo se ve como era, nunca como es. Vemos el Sol como
lo fue hace ocho minutos, a Sirio como aparecía hace nueve años, a las Pléyades
como fueron hace 500 años. En la noches claras y sin luna, el ojo humano puede
distinguir en la constelación de Andrómeda una nubecilla no mayor que la Luna y
que brilla con luz pálida. Es una de las galaxias exteriores y la vemos como
fue hace dos millones de años, sin que podamos saber lo que haya ocurrido desde
entonces a sus incontables estrellas.
La
galaxia Andrómeda está en el borde más lejano de lo que puede percibirse a
simple vista en nuestro firmamento, mas el telescopio nos permite penetrar
millones de años en el pasado del universo. Y cuando colocamos las placas
fotográficas más sensibles en los más potentes telescopios, salvamos millares
de mi-
llones de años.
Los rayos luminosos provenientes de esos cuerpos celestes tan remotos han sido
llamados luz fósil, y en verdad que son mucho más viejos que la mayoría de los
fósiles encontrados en la Tierra.
-Es
maravilloso pensar que la luz, tan débil que una delgada capa de gas o una
partícula de polvo basta a detenerla, puede viajar a velocidad constante de
300,000 kilómetros por segundo durante centenares de millones de años. Esos
rayos nos muestran la relativa vacuidad del espacio y nos dan idea de la
dilatada escala de su arquitectura.
-¡O
sea, Marcela! en lo que los astrólogos se basan para decidir lo que esta
pasando... ¡ya pasó!
--------------------------------------------------------------------------------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario