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MISOFONÍA E HIPERACUSIA
-¿Qué es la MISOFONÍA?
-Las personas que padecen MISOFONÍA odian irracionalmente
sonidos cotidianos específicos.
-Las personas con MISOFONÍA reaccionan al escuchar un patrón de sonido específico.
-¿Como cuáles sonidos son específicos?
-Algunos sonidos y ruidos desencadenantes son:
• ruidos de la boca en general;
• mascar chicle;
• sorber líquidos;
• succionar el aire entre los dientes;
• el crujir al comer papas fritas;
• el ruido de tragar comida;
• silbidos;
• bostezos continuos;
• taconeo, como pasos de un vecino del piso superior;
• suspiros continuados;
• hacer gárgaras;
• ruidos de la nariz;
• el teclado de la computadora;
• el goteo de un grifo;
• el cliqueado un bolígrafo;
• el tic tac de algunos relojes;
• la tos;
• los golpecitos con un lápiz sobre la mesa;
• el ruido de llaves al ser movidas;
• los estornudos;
• etc.
-¿Qué síntomas indican que alguien padece MISOFONÍA?
-Sentir irritabilidad o incluso pánico ante sonidos cotidianos pueden ser síntomas de que se padece MISOFONÍA.
-Algunos de los sonidos que provocan este malestar tienen una intensidad relativamente baja, del orden de 40 a 50 decibeles, es decir, por debajo de una conversación normal.
-¿A qué se debe la MISOFONÍA?
-Se trata de una respuesta desproporcionadamente intensa del sistema nervioso autónomo y el sistema lнmbico a ciertos sonidos "normales", con una hiperactivación anormal del sistema auditivo. Puede ser provocada por el sonido de otra persona respirando, comiendo, bebiendo o mascando un chicle, e incluso por las voces de los niños, y la reacción que experimenta quien la padece suele ser de estrés, ansiedad y, en ocasiones, ira extrema.
-¿De dónde proviene el término?
-El término MISOFONÍA —del griego μίσος mísos ‘aversión’ y φωνή foné ‘sonido’— o sensibilidad selectiva al sonido.
-Y, ¿qué puedes decirme de la HIPERACUSIA?
-La MISOFONÍA no debe confundirse con la HIPERACUSIA, que consiste en percibir ciertos sonidos de una forma anormalmente alta, y sentir incluso dolor físico al escucharlos.
-La MISOFONÍA y la HIPERACUSIA son trastornos relacionados con una “disminución de la tolerancia al sonido”.
-En síntesis, la HIPERACUSIA es una afección en la que la información auditiva se percibe de forma insoportablemente alta, mientras que en la MISOFONÍA son los sonidos repetitivos o patrones de sonido los que se hacen intolerables.
-¿Desde hace cuánto que se conoce este padecimiento?
-El término MISOFONÍA fue acuñado en el año 2000 por los neurocientíficos estadounidenses Pawel y Margaret Jastreboff y se define como el decremento de tolerancia a determinados sonidos.
-¿Qué han descubierto los científicos en torno a este trastorno?
-La MISOFONIA, por ser tan reciente, todavía no está identificada en el Manual diagnóstio y estadístio de los trastornos mentales.
-En 2013, un grupo de psiquiatras holandeses expuso los criterios de diagnóstico de la condición e instó a que se pudiera clasificar como un trastorno psiquiátrico.
-Se cree que es un trastorno neurológico, probablemente localizado en las altas estructuras del sistema nervioso central, caracterizado por experiencias negativas que son solo resultado de sonidos específicos. Desde el punto de vista de quien padece misofonia, el cuerpo humano más bien parece una orquesta desafinada.
-Con todo, de dónde surge esta reacción tan visceral todavía es una incógnita. Podría tener algo que ver con el daño en la corteza prefrontal medial, similar a lo que se produce con otra condición llamada tinnitus. El tinnitus es un timbre fantasma u otro ruido en el oído, una percepción comúnmente causada por las células ciliadas dañadas en la cóclea.
-¿Existe una cura para padecimiento?
-Todavía no existe cura para esta patología, salvo terapia cognitivo-conductual o el uso de dispositivos que produzcan ruido blanco (zumbidos, como el de un ventilador en marcha, que ahogan los ruidos molestos). Algunos pacientes, incluso, tienen que poner el ruido blanco a un volumen tan alto que ya apenas dejan de oír cualquier otro sonido más.
-¿Existe algún tratamiento contra la MISOFONÍA?
-Mientras que algunas personas que padecen MISOFONÍA tratan de enmascarar los ruidos que causan su trastorno con música, otras personas simplemente los intentan evitar ausentándose o huyendo de los lugares donde se producen los sonidos que les molestan.
-Dependiendo de la gravedad e incidencia de la MISOFONÍA, las consecuencias pueden llegar a ser muy serias para la persona que la padece.
-El paciente deja de tener relaciones personales, de involucrarse en actividades sociales, e incluso puede llegar a abandonar el hogar y discutir con otras personas sin que ellos puedan llegar a comprender qué es lo que le ocurre.
-Las personas que padecen MISOFONÍA se sienten alienadas e incomprendidas porque se les suele tildar de histéricas o exageradamente sensibles, en ocasiones malhumoradas.
-Es de vital importancia acudir al médico para que se pueda diagnosticar esta condición y probarse a sí mismo que no es una invención o un estado de ansiedad que le lleva a no soportar los sonidos de otras personas.
-El psiquiatra puede recomendar distintos tipos de tratamiento, como por ejemplo la terapia cognitiva-conductual, que aunque no curen la MISOFONÍA, ayudan al paciente a tolerarla. Asimismo, poder hablar acerca del problema que se padece puede ser de gran ayuda.
-Emilio, para finalizar ¿sabes de algún caso de MISOFONÍA?
-Meredith Rosol, maestra de escuela primaria de Baltimore que fue diagnosticada con MISOFONIA, afirma que ya no come con sus padres, a no ser que se ponga un tapón en los oídos.
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