Las Pioneras

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Las mujeres han invadido ya todos los terrenos que hasta hace pocos años eran predios exclusivos de los hombres.

Ahora, ya libres de todo tipo de prejuicios, se han lanzado a una actividad que durante siglos fue privativa de los caballeros: el ajedrez.

¿Pero qué es lo que las damas opinan de esto?

Para responder a esta pregunta he reunido algunos comentarios de 4 ajedrecistas que creo son representativos del sentir del "sexo débil":

AIDA KAUER, ex campeona argentina de los años 1969, 1970, 1971 y 1972 nos dice, en torno al panorama femenino, lo siguiente:

"Encuentro que el ajedrez tiene hasta un valor terapéutico porque agiliza la mente y hace que las personas logren evadirse de sus preocupaciones".

"Creo que las que tienen más posibilidades futuras son las jovencitas. Claro, cómo no va ser de este modo si nosotras somos las pioneras, las que más sufrimos con los comienzos. Pero ahora es distinto, todas las chiquilinas están en la secundaria y tienen acceso directo a esta forma de cultivar el intelecto".

Otra ajedrecista, de quien no se su nombre, dijo:

"Los hombres son más analíticos, y además tienen más tiempo que nosotras para dedicarle al ajedrez. Si quieren tienen su horita libre para estudiar, para rectificar errores. Yo, por ejemplo, trabajo todo el día como modista, y cuando llego a mi casa me dan ganas de estar con mi hija, no con los trebejos. Entonces yo creo que las jugadas buenas se deben a intuición, no a otra cosa".

ELVIRA DUBOIS (29 años, casada, una hija) nos dice:

"...el problema de que se nos subestime es solamente nuestro. El hombre es realmente mejor, porque es superior. La verdad es que las pocas veces que les ganamos es porque cometen algún error. Recuerdo que en una oportunidad estaba jugando un torneo interno y me tocó enfrentarme a un muchchacho. El iba invicto y yo con las negras (debo decir que me siento más cómoda en el contraataque) le dí jaque mate de pura suerte no más. ¡Cómo no voy a pensar que los hombres son mejores, más poderosos que nosotras si hasta para apretar el botón del reloj son más fuertes!".

JULIA ARIAS (29 años, soltera), campeona argentina de 1974, nos dice:

"Nosotras arrastramos un sometimiento de siglos y es por eso que los hombres no nos consideran capaces en el juego. A veces es cierto que algunas se acercan al ajedrez con toda la intención de conseguir marido, pero ése no es mi caso. Empecé en el club Stentor de Villa Luro, donde todos eran hombres. Hasta que les hice entender que yo no buscaba otra cosa que aprender a mover las piezas pasó mucho tiempo".

"A mi el ajedrez me llevó a reemprender mis estudios secundarios, abandonados en la adolescencia. Algunas de mis adversarias tienen a su favor el haber realizado estudios; eso les permite tener la mente dispuesta a la concentración".

"No quiero ser soberbia y creer que mi título me da derecho a jugar con los grandes maestros. Nosotras, todavía, estamos en pañales, pero esto no ocurre sólo en el juego-ciencia. Pasa en todos los terrenos: el trabajo, el estudio, el deporte. La mujer está pagando un derecho de piso tras muchos siglos de sumisión. Lo más sano será aceptar esa realidad y no dejarnos vencer por el orgullo de que los hombres nos venzan. Después de todo por ahora podemos darnos el lujo de dejarlos creer que son el sexo fuerte hasta en el ajedrez".

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