miércoles, 30 de abril de 2008

Cocaína

Un nuevo vicio recorre el contiente… o una nueva delicia, según con quien hables.
Parte de los ritos sagrados de los indígenas precolombinos, la cocaína fue también un juguete de los aristócratas, un pasatiempo de la gente de teatro.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que hay unos tres millones de aficionados en toda Iberoamérica. El nuevo placer la droga cocaína- es ya muy viejo y el resurgimiento de supopularidad parece destinado a continuar.
La cocaína es parte de la vida, incluso del lenguaje, para el mundo del espectáculo.
Los Rolling Stones prometen
"que habrá siempre un espacio en mi estacionamiento /
cuando necesites un poco de coca y simpatía".

-¿Quiénes consumen cocaína?

Entre los consumidores se incluyen cantantes y músicos de gran cartel, estrellas de cine y de la moda, ejecutivos empresariales, personalidades; figuras del deporte, gente de la publicidad, en fin, cualquier persona que pueda pagar hasta 50 dólares por una tarde de "vuelo".

¿Por qué la consumen?

La cocaína es un "elevador', estimula. Los que aspiran coca (la droga es comúnmente inhalada por la nariz, aunque las hojas sin procesamiento casi siempre se mastican) se sienten más fuertes, mentalmente más alertas, confiados y serenos. No hay angustia en su "vuelo", sino una sutil sensación de bienestar y alegría.

-¿Cómo se justifican los que consumen cocaína?
Un aficionado señala::
"La cocaína proporciona a uno más energía. Cuando la consumó puedo hacer el doble de trabajo y me siento mucho más extravertido".

-¿Cuáles son las desventajas del consumo de cocaína?

-Algunas desventajas sólo son molestias; otras, claramente peligrosas.
Primero, la sensación que da sólo dura de 10 a 20 minutos. Cuando se termina, el "vuelo" es remplazado por una sensación de sopor.
Además, la cocaína no crea nueva energía en el cuerpo; lo que hace es sólo liberar más energía en forma química, una energía que ya existe que se almacena en el sistema nervioso.
Por consiguiente, cuando el efecto inmediato de la droga se acaba, quien la consume siente que decae su estado de ánimo: tiene menos energía que la normal.
Luego viene la tentación de mantener el "vuelo" haciendo una docena o más de inhalaciones al día.
El resultado puede ser la "tristeza de la cocaína".

-Según sé, la cocaína, en cantidades limitadas, no es en verdad una droga grave. ¿No es cierto?

Aunque en general hay coincidencia en que la droga no provoca dependecia física, sí puede formar un hábito sicológico.
En un estudio sobre los efectos depresivos de la cocaína, llevado a cabo por la Universidad de Marcos, en Lima (Perú), alrededor del 60% de las personas entrevistadas dijeron que habían sufrido la "depresión post-coca" o nerviosismo, temor o paranoia.
Para los investigadores es difícil determinar el grado de otros efectos físicos mencionados -náusea, vómitos, diarrea, dolores de cabezas, escalofríos, sudor, irritación de la garganta, impotencia- que resultan de la droga o de las sustancias con que se mezcla la cocaína.

-¿Cuál es el principal consumidor en el mundo de cocaína?

-El principal punto de destino es Estados Unidos, donde se consume el 80% la cocaína producida ilegalmente, el 20% se consume en Iberoamérica.

-¿Se consume la cocaína en forma pura?

No, la cotización corriente por 250 gramos puede llegar hasta 8,000 dólares. Cuando sale a las calles, la cocaína, que le cuesta a un traficante mayorísta 5,000 dólares el kilo en el mercado negro colombiano, se vende hasta por 100 dólares el gramo para un cliente en la Ciudad de México.
Usualmente los traficantes incrementan sus ganancias mezclando cocaína con lactosa, polvos de talco, borax, laxantes, anfetaminas u otros polvos blancos que a menudo dejan el producto final con sólo un 10% de cocaína pura.

-¿Qué efectos se tienen en el cuerpo con la cocaína?

La droga estrecha los vasos sanguíneos, reduciendo la cantidad de sangre que circula en la nariz. Cuando su efecto desaparece, el resultado es una congestión nasal y un goteo postnasal. Lo que es peor, con la reducción del suministro sanguíneo, el tejido nasal se debilita y se destruye. De esta manera, los que más utilizan la droga padecen úlceras, hemorragias y hasta la formación de un agujero que atraviesa el tabique que divide las vías nasales. Se ha informado que en algunos individuos provoca sicosis, caracterizada por alucinaciones y paranoia. El uso crónico también puede conducir a desmayos, convulsiones, pérdida rápida de peso, paros cardiacos y hasta la muerte. En condiciones extremas, un usuario puede ingerir una sobredosis y el resultado puede ser la muerte; pero en general casos como ese son muy poco comunes.
En casos extremos, se da el caso que un usuario esté tan obsesionada por la necesidad de conseguirla que ha robado dinero de las alcancías de sus hijos para adquirirla.

-¿Es la cocaína una droga nueva?

Pese a tratarse de la droga de moda, nada hay de nuevo respecto a ella. Durante siglos, los indígenas de Perú, Bolivia, Colombia y Argentina han masticado hojas de coca como remedio para cualquier mal, desde el cansancio hasta las verrugas, y todavía su empleo principal es la defensa contra el hambre durante las épocas de poco alimentó.

-¿Se puede conseguir legalmente la cocaína en alguna parte, pues sé que se consume por razones médicas?

-Aunque la venta y el uso de la cocaína procesada para efectos ajenos a la medicina son ilegales en todo el continente, las hojas de coca pueden adquirirse legalmente en ciertos mercados de Perú, Bolivia, Ecuador y Argentina.

-Se que Sigmund Freud la recomendaba y la usaba con fines médicos. ¿No es cierto?

-La cocaína fue llevada a Europa por la aristócracia española, tanto los médicos del Viejo Mundo como los de Estados Unidos comenzaron a experimentar con sus atributos medicinales a fines del siglo XIX. Y efectivamente Sigmund Freud propuso que fuera un remedio para la sicosis y la depresión, como tratamiento para el asma y los desórdenes estomacales, y para evitar el vicio de la morfina y el alcohol; que se utilizara como analgésico y hasta como afrodisíaco.
-Y cuando Carl Koller, colega de Freud, la introdujo como anestésico local, revolucionó toda la cirugía ocular. La droga parecía ser un curalotodo. La gente de ambas márgenes del Atlántico pronto comenzó a tragar píldoras, a tomar té, a inhalar gotas y polvos nasales, a fumar cigarillos, a mascar goma y a ponerse inyecciones que tenían una cosa en común: estaban llenos de cocaína.
Podía conseguirse en cualquier farmacia, tiende de abarrotes o almacén; se podia comprar en mercados en su forma natural de hojas de coca, y en ninguno de los casos se requirió alguna vez de prescripción médica.
-La Coca-Cola, tenía entre sus componentes hojas de coca, sin embargo, como la cocaína provocaba dependencia sicológica, y debido grandes quejas, posteriormente se utilizó cafeína en lugar de coca.
En América Latina, la Iglesia Católica adoptó una enérgica posición en contra de su uso, afirmando que "acortaba la vida de muchos indígenas", y condenó sus efectos señalando que eran paganos.
Un amigo de Freud que recurrió a ella para combatir la dependencia de la morfina, desarrollo una sicosis de esta droga y murió. A partir de ello, Sigmund Freud dejó de recetarla.
Entre 1931 y 1939, la mayoría de los países latinoamericanos, de acuerdo con tratados internacionales, restringió la disponibilidad de droga procesada y, desde un punto de vista farmacológico, fue clasificada, erróneamente, como narcótico en vez de calificarla como un estimulante.
Luego, a mediados del mismo decenio, cuando aparecieron por primera vez en el mercado las anfetaminas -estimulantes sintéticos-, la mayor parte de quienes, en las clases altas, todavía usaban la cocaína ilegal se volcó a los "aceleradores", que resultaban más baratos y eran legales.
Durante los 30 años siguientes, el uso de la cocaína se limitó en gran medida al mundo del cine y los Espectáculos en Estados Unidos y Europa. Pero a fines del decenios de 1960 y principios del de 1970, a medida que los jóvenes de todo el continente comenzaban a imitar a los de Estados Unidos probando todo tipo de drogas, la cocaína se hizo popular otra vez.
En un estudio dirigido en 1975 por C. S. García y J. A. Rosalío, del Departamento de Siquiatría de la Universidad de Puerto Rico, el 84% de los consumidores de cocaína de ese país tenían menos de 25 años.
Casi el 75% de los aficionados a la cocaína residía en ciudades grandes y más del 90% eran varones.

-Si está prohibida la cocaína, ¿cómo es que llega a los Estados Unidos, que són los principales consumidores?

La mayor parte de la cocaína que se vende en los mercados negros se pasa de contrabando desde Colombia.
El polvo procesado es diestramente envasado en tubos de pasta dental, libros, bolsas de mano, barras de caramelo y ropas, e introducido a través de las fronteras internacionales por viajeros o grandes organismos.

-¿No sería conveniente que se legalice la cocaína, como se hizo con el alcohol en 1929, en los Estados Unidos, con lo cual se acabó el problema?

-En los últimos años, algunas personas han comenzado a discutir que esta droga debería ser legalizada o desprenalizada, o al menos eliminada de la categoría de narcótico, que no lo es, e incluida con las anfetaminas para lo que se refiera a la aplicación de la Ley. También ponen en duda la rigurosas sentencias por su uso y venta.
En México, por ejempo, la condena por cultivo, posesión y/o venta de cocaína, no importa cual sea la cantidad, puede llegar hasta 15 años de prisión. En Bolivia las sentencias pueden ser de hasta 17 años.
El 7 de mayo de 1980, la Corte Suprema de Colombia dictaminó que las personas que consuman cocaína con certificado médico pueden poseer en forma legal hasta 28 gramos de esta droga para uso personal. Con todo, como la cocaína no causa dependencia física a estas personas no se les puede llamar "adictos", en término médicos.
Aunque no se considera que la legalización sea una posibilidad práctica en un futuro cercano, las autoridades se oponen enérgicamente a catalogar a la cocaína en la misma estructura penal de la heroína, la cual es bastante más nociva.
De cualquier manera, las sentencias más rigurosas en sí no disminuirán los empleos no medicinales de la cocaína.
No obstante, si la juzgamos objetivamente -sin sobrevalorarla ni exagerar sus peligros-, tal vez se pueda hacer frente con más realismo a su amenaza para las sociedades.
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