Papitas

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Manuel Buendía Tellez-Girón

Supongamos que usted tiene un negocio de papas fritas. Un negocio pequeño, pero es todo lo que usted posee. Es su patrimonio familiar. En el invirtió ahorros y crédito, esfuerzos y esperanzas.
Tal vez tardó mucho para encontrar un buen procedimiento para envasar las papas ¡Y qué gran progreso cuando también comenzó a fabricar "charritos" y "rancheritos"!
¿Por qué pudo ampliar su línea de fabricación?
Porque fue capaz de abrirse paso en el mercado. ¡Pero a costa de cuánto trabajo y sacrificio!
Ahora usted está orgulloso de su pequeña empresa, que le permite llevar una vida decorosa y dar empleo a otros cuatro o cinco que son jefes de familia como usted.
Siento mucho decírselo, pero usted se ira al diablo dentro de unos cuantos meses. Quebrará su negocio, tendrá que despedir a sus trabajadores, los acreedores se echarán encima...En fin, de la noche a la mañana usted se quedará con las manos vacías.
Prepárese, porque así será. Lo tiene decidido una poderosa empresa norteamericana, que ya ha penetrado en México. Su nombre es WONDER.
Por ahora solo fabrica pastelillos para los nenes. Pronto fabricará pan rebanado -para desplazar a industriales establecidos aquí desde hace años- y enseguida se lanzará a apoderarse del mercado nacional de las papas fritas y toda clase de botanas o golosinas.
Usted tratará de defenderse, pero nada podrá hacer. Usted y muchos otros pequeños industriales mexicanos que se dedican a lo mismo son importantes para luchar contra la enorme fuerza de un consorcio norteamericano que posee cien fabricas en casi todo el mundo.
En primer lugar, le harán guerra de precios. La empresa norteamericana podrá abatir costos porque dispone de un proceso de fabricación altamente tecnificado. Además no le importará perder lo que sea al principio... porque cuando haya desplazado a la competencia y se sienta dueña absoluta del mercado, fijará precios a su antojo. En poco tiempo se resarcirá de cualquier pérdida anterior y las ganancias serán fabulosas.
Pero antes usted y sus colegas van a ser objeto de una verdadera agresión publicitaria.
Desde ahora WONDER ha ordenado a sus publicistas que preparen una campaña de informaciones periodísticas y de discursos ante las autoridades sanitarias, para que éstas y el público crean que ustedes producen botanas dañinas a la salud.
Usted no podrá parar esta avalanacha. Lloverán multas y el público comenzará a rechazar el producto que ahora compra. Cuando esta campaña haya alcanzado la saturación, aparecerán las ricas, sanas y vitaminadas botanitas WONDER.
Prepárese, pues, a afrontar la miseria, con su familia y como muchas otras familias mexicanas. Así lo tiene decidido ya un poderoso consorcio norteamericano.
El Día, 661206
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