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ANOMALIAS SEXUALES
RESPECTO A LA EDAD
Existen dos anomalias sexuales que giran en torno a la edad del sujeto:
la PEDOFILIA
y la GERONTOFILIA.
Estos términos provienen etimológicamente del griego y significan amor a los niños y amor a los ancianos respectivamente.
En ambos casos, los sujetos, por su edad cronológica, no presentan una sexualidad normal.
En el caso de la PEDOFILIA se trata de gente de edad que tiene atracción por personas de poca edad.
En algunas de estas personas aparecen conflictos afectivos motivados por una sexualidad que no se resigna a desaparecer y que se revela a veces en forma degradada.
Se trata de una sexualidad en la cual el PEDOFILO es atormentado por unos amargos celos hacia la juventud que sólo significan la desesperada rebelión contra la vejez.
Algunas mujeres experimentan sencillamente una ternura o una necesidad de querer a alguien como el yerno, el sobrino, un amigo de la familia, etc., hacia el cual manifiestan una especial inclinación maternal muy significativa.
Se dan casos de hombres maduros que se casan con jovencitas de 20 años o menos.
En el caso de la GERONTOFILIA se trata de gente joven que tiene atracción por personas de edad.
Consiste en la obtención de la satisfacción sexual con viejos.
En el caso del GERONTOFILO existe un grave complejo de inferiordad, siendo esta anomalía muy parecida a la PEDOFILIA, solo que aquí la motivación estética se suple por una motivación de dependencia y de búsqueda de protección.
A veces la GERONTOFILIIA es debida a la fijación irreductible en una imagen parental (el padre o la madre) o a una imposibilidad de liquidar los complejos afecitvos-eróticos de la infancia.
Por una motivación subconsciente ciertas jóvenes sienten una inclinacióon por el hombre maduro, con alguna cana inslusive, se trata del “hombre intresante”.
Debido a ello, y entre otras causas, son comprensibles los matrimonios con grandes diferencias de edad, de más de 20 años entre los conyuges, sobre todo en jovencitas que han perdido al padre en la infancia o que padecen del padre un rechazo evidente, es decir, buscan una imágen paterna.
El complejo de inferioridad del sujeto GERONTOFILO es muy acusado, hay en él una necesidad de depender de una persona mayor, una inacabable búsqueda de protección y de “experiencia”, o en todo caso precisa sentirse superior dentro de una relación erótica.
Todo ello surge de un complejo de inferioridad.
Estas anomalias sólo pueden curarse mediante tratamiento psicológico o psiquiátrico.
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