Reuters
El hebreo es el idioma oficial de Israel y de la Biblia, aunque un creciente número de judíos en todo el mundo está reclamando que sea el yidish la lengua de su cultura, generando un cisma entre los miembros de la extensa comunidad.
Antes del Holocausto, de las persecuciones estalinistas y la asimilación, el yidish, un idioma con grafía hebrea que combina palabras alemanas y eslavas, fue la lengua vernácula de 11 millones de personas.
Aunque hay palabras del yidish que perduran fuera de las comunidades ultraortodoxas, está considerado una lengua muerta.
Un grupo de apasionados padres judíos niega esta afirmación y muchos de ellos residen en Estados Unidos, donde hacen del yidish el idioma materno de sus hijos.
El yidish apareció hace unos mil años, cuando los judíos se instalaron en Alemania, dijo Paul Glasser, un decano del Instituto YIVO de estudios judaicos en Nueva York.
Los padres defensores de la lengua sostienen que enriquece a su familia y la experiencia judía hasta un punto que supera incluso al hebreo, aunque sus familiares, amigos y conocidos han reaccionado mal ante la elección, que les parecía más una barrera comunicativa. .
"¿Por qué no hebreo?", es otra pregunta habitual y a menudo llena de pesar.
El hebreo es un idioma semita que fue revivido y adaptado por los primeros colonos judíos a Israel provenientes de Europa, que desempolvaron una lengua que no tenía uso oral, salvo en las liturgias, desde hace 2.000 años, para convertirlo en uno de los idiomas oficiales del nuevo estado en 1948.
"El yidish era percibido por el sionista como el idioma del victimismo", indicó el profesor del Amherst College, Ilan Stavans, autor de un libro llamado "Reviviendo el Hebreo".
¿Por qué hebreo?
Stephen Cohen, de 45 años, un escritor técnico y calígrafo de East Windsor, Nueva Jersey, da vuelta la pregunta planteada por quienes respaldan el hebreo.
"¿Por qué hebreo cuando el yidish es la lengua ancestral de la mayoría de los judíos estadounidenses?" sostiene.
"Apoyo completamente que mis hijos aprendan hebreo, pero el yidish es el idioma de la diáspora, al igual que yo soy un judío de la diáspora", opina Zackary Sholem Berger, de 35 años, un traductor de cuentos tradicionales al idioma.
"Hay algunas cosas para las que no tenemos palabras en yidish. Están las palabras, pero no las tenemos", dijo Yosl Kurland, un músico atraído al yidish por sus canciones.
Pero Reyna Schaechter, de 13 años, cuyo abuelo escribió un diccionario para padres, dijo tener todas las palabras que necesita, incluyendo jugosas expresiones idiomáticas para expresar el odio adolescente.
"Deberías crecer como una cebolla, con la cabeza bajo la tierra", está entre sus favoritas.
"No diría que sus días están contados", indicó Joshua Fishman, un profesor emérito especializado en lenguas sin estado.
"Tales predicciones usualmente son más erróneas que acertadas. No toman en cuenta que la gente es atípica. Siempre habrá gente atípica".
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jueves, 18 de junio de 2009
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