viernes, 10 de febrero de 2012

Vasco Nuñez de Balboa

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Un sevillano llamado Rodrigo de Bastidas llevado de su espíritu aventurero acompañó a Cristobal Colón en su segundo viaje a América. Posteriormente en 1500 obtuvo autorización de la Corona para llevar a cabo una expedición.
En ese viaje le acompañaba al más tarde célebre descubridor del Océano Pacífico, VASCO NUÑEZ DE BALBOA.
En su expedición Bastidas descubrió, el mes de octubre de 1501, la costa atlántica de Colombia y la costa de lo que ahora corresponde a la Comarca de San Blas, hasta la punta de Manzanillo.
Allí la expedición tuvo que detener sus correrías debido al mal estado de las naves regresando a Santo Domingo.
Bastidas descubrió el Istmo de Panamá, aunque solo la parte norte del Darién hasta el meridiano 79. Siempre se distinguió por su espíritu humanitario en el trato que dio a los indios.
Explorada en parte la tierra firme y convencidos los españoles de que ésta era un continente, empezaron las demandas ante la Corte Hispana para obtener su gobierno.
El 8 de junio de 1508, el Rey Fernando el Católico concedió su Gobierno a dos personas: Diego de Nicuesa y Alonso de Ojeda.
El territorio situado al este del río Atrato, denominado Nueva Andalucía, le correspondió a Ojeda y el territorio comprendido desde el mismo río hacia occidente hasta llegar al Cabo de Gracias a Dios, en Centro América, denominado Veraguas le correspondió a Nicuesa.
Cuando la expedición de Nicuesa llegó a las playas istmeñas tuvo la mala fortuna de enocóntrarse en medio de una tormenta. La nave de Nicuesa naufragó cerca de la costa salvándose a duras penas con los tripulantes, el resto de la flota, al mando de su lugarteniente Lope de Olano se había separado durante la tormenta y buscando refugio se logró meter e la boca del rio Chagres. Después de muchas vicisitudes Olano rescató a su jefe Nicuesa.
Un poco después de haber salido la expedición de Nicuesa rumbo a Nueva Andalucía, zarpó la de Ojeda, formada de 5 carabelas y más de 500 hombres. A Ojeda tampoco le fue muy bien pues ya en el continente se encontró con los indios urubaes, aborígenes sumamente belicosos que empleaban flechas envenenadas.
En la batalla Ojeda fue gravemente herido, la derrota fue total y la fuga era el único recurso de salvación Ojeda y sus hombres llegaron a la costa donde fueron recogidos por Nicuesa que ya se dirigía a sus dominios de Veraguas. Ojeda dispuso ir a Santo Domingo a buscar refuerzos y dejo en la colonia a sus hombres bajo las ordenes de Francisco Pizarro. El gobernador de la Nueva Andalucía había fundado, la colonia San Sebastián de Urabá, misma que por encontrarse en sitio tan inhóspito estaba condenada a desaparecer.
Francisco Pizarro esperaba en San Sebastían de Urabá a Ojeda con los refuerzos y en lugar de éste llegó Marín de Fernández de Enciso pues Ojeda había muerto en Santo Domingo.
Entre los hombres que venían con Martín de Fernández de Enciso se encontraba Vasco Nuñez de Balboa que se había unido a la expedición, en parte para hacerse rico con el oro de los indios y también para escapar de sus múltiples acreedores en Santo Domingo.
Por haber sido miembro de la expedición de Rodrigo de Bastidas, estaba considerado como experto conocedor de Veraguas.
Balboa aconsejó a Enciso el abandonar San Sebastián de Urabá e irse en dirección de Veraguas, es decir a los dominios de Nicuesa.
-De este lado del río- decía Balboa -los indios son muy belicosos y usan flechas envenenadas, al otro lado, por el contrario, son pacíficos y sus flechas no están untadas de veneno-.
Los constantes ataques de los urabaes acabaron por convencer a Enciso que se dispuso abandonar las ruinas de la colonia fundada por Ojeda y levantar otra dentro de los dominios de Nicuesa.
Abandonada la colonia, las naves anclaron en las margenes izquierdas del río Atrato donde fueron atacados por los indios que por fortuna para Enciso y su gente no empleaban flechas envenenadas. Los indios fueron vencidos. Balboa contribuyó a derrotarlos llenándose de prestigio por su labor guerrera y logró granjearse el aprecio de sus camaradas.
Se fundó la colonia Santa María la Antigua. Allí se comenzó en realidad la conquista del Istmo.
Por consejo de Balboa, Enciso envió a Nicuesa unos mensajeros en donde le invitaba a asumir el mando. Pero una vez enterado, Nicuesa enojado los amenazó con la prisión, juró duros escarmientos para los colonos y habló de asegurar todo el oro encontrado en la Antigua, iba a ser recatado por él, pues a él pertenecía por ley y por derecho.
Cuando los de Santa María tuvieron conocimiento, al regreso de los mensajeros, de las amenazas de Nicuesa, se dieron cuenta hasta los más a obstinados de que se había cometido un grave error al invitarle a asumir el mando. Nicuesa, con el saldo de hombres que le quedaban, se preparó para sacar de su territorio a los intrusos. Todo fue en vano porque Balboa no lo dejo ni siquiera desembarcar. Trasladado a un barco y con 17 de sus hombres que le permanecieron fieles, Nicuesa zarpó y nunca más se supo de él.
Las grandes facultades con que la naturaleza había dotado a Balboa, su presencia y sus habilidades como político y organizador, indujeron a sus compañeros a elegirlo como jefe de la colonia, desconociendo la autoridad de Enciso, principalmente por razones de seguridad pues no confiaban en su capacidad para el manejo de la empresa y además que su trato era despótico e injusto para que l con los demás. Esta situación fue aprovechada por Balboa y Enciso se vio forzado a abandonar la colonia. Marcho a España para acusar a Balboa de haberlo despojado de sus dominios y la no menos grave acusación de ser el causante de la muerte de Nicusa y de sus 17 compañeros.
Libre de Enciso y de Nicuesa, Balboa se dio a la tara de explorar tierras vecinas. La ideas de Balboa era a entrar a la inmortalidad con gloria, acrecentando el poderío de España, con la idea de que las acusaciones que pudiera hacerle Enciso fueran desoídas tomando en cuenta sólo sus aportaciones a la Corona y no los medios como se había hecho del poder.
Balboa despachó expediciones tanto a España como a Santo Domingo donde cuenta del dando cuenta del Océano Pacífico, mar por descubrir del que le habían hablado los indios y además obsequiándole a los monarcas y a las autoridades de Santo Domingo cantidades del oro recogido.
El 1° de septiembre de 1513 Balboa inicia la gran jornada con 1990 hombres en un bergantín y canoas, partieron de Santa María la Antigua para desembarcar poco después y ya en tierra se les unieron unos 100 indios caretanos. Después de 6 días de marcha sorprendieron a una tribu enemiga, los poncanos. Hubo lucha y ganó el bando de Balboa, pero los vencidos se convirtieron en aliados de los españoles. Con caretanos y poncanos como guías llegaron después de unas cuantas jornadas a las tierras del cacique Rorecha quién tras una batalla murió después de lo cual muchos súbditos de este jefe indígena se unieron a la expedición.
El 25 de septiembre de 1513 Balboa descubre desde una alta cima el inmenso océano. En un gesto de egoísmo Balboa se adelantó él sólo a contemplar la maravilla de su hallazgo. En ese lugar se celebró un "Te Deum" por el clérigo de la expedición.
Enciso había ponderado las riquezas de Veraguas y además eran confirmadas con las riquezas enviadas por Balboa, amen del gran descubrimiento del Océano Pacífico, al que Balboa había dado el nombre de "Mar del Sur". Al ver tanto oro, el monarca ordenó el cambio de nombre de Veraguas a Castilla de Oro.
El descubrimiento produjo una conmoción no sólo en España sino también en el resto de Europa. Balboa se había ganado el derecho a todos los honres, pero los Reyes habían nombrado como gobernador a Pedrarias Dávila. A él, sin embargo, le dieron el título de Adelantado del Mar del Sur y Gobernador de la Provincia de Castilla de Oro.
Los estudios geográficos recibieron un impulso tremendo con la hazaña de Balboa y la economía española y aún la de toda Europa se acrecentó fantásticamente.
Con una enorme expedición de 17 carabelas y 1500 hombres llegó Pedrarias Dávila a Santa María la Antigua de Darién en calidad de Gobernador de Castilla de Oro, y el acabar con Balboa era uno de los propósitos inmediatos del nuevo gobernador.
Acababa Balboa de trasladar al Pacífico los materiales y piezas necesarias para la construcción de 4 navíos. Quería llegar al Perú y llevarse también la gloria de descubrir y conquistar el rico Imperio Inca. Hizo viajes de exploración por las Islas de las Perlas y por las costas del Darién hasta la Punta PIñas. Al regresar de aquel recorrido encontró una carta urgente de Pedrarías que lo llamaba a donde él se encontraba. Le tocó a Francisco Pizarro arrestar a Balboa y llevarlo ante el Gobernador.
En enero de 1519, 7 meses antes de ser fundada la ciudad de Panamá, se efectuó la decapitación de Balboa. Al morir tenía 44 años de edad. Había sido arbitrario con Enciso y responsable de la muerte de Nicuesa, pero también era cierto que acababa de darle glorias a España con el descubrimiento del Océano Pacífico.
En la ciudad de Panamá se encuentra una hermosa avenida que tiene vista hacia el Pacífico y cuyo nombre es: Avenida Balboa. En esa misma se encuentra el parque del mismo nombre en donde se ve una magnifica estatua de Balboa mirando hacia el océano. Un puerto se llama Balboa. La unidad monetaria de la República de Panamá es el Balboa, que tiene el mismo valor que el dólar.
Los panameños rinden tributo a la memoria de ese conquistador aventurero que me parece exagerado. Sería algo parecido a que en México se le rindiera culto al conquistador Hernán Cortes.
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