martes, 13 de febrero de 2018

Dormir


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DORMIR


-¿Desde cuándo se volvió una forma de vida estar activo día y noche y dormir cada vez menos?

-Yo tengo tanto que hacer que me he visto en necesidad de robarle tiempo al sueño, pero, siento que ello ha redundado en mi salud.

-La enorme reducción del tiempo dedicado al sueño me ocurrió tan gradual y sutilmente que no he notado esta tendencia.

-No será que ello se debe al auge de nacimientos que les obligó a ti y tu esposo a levantarse a las 2 de la mañana para alimentar a tus bebés?, o bien, a tu creciente seducción de Internet y la oferta de canales de televisión?

-¡Ah!, y no olvides los videojuegos. O a ¿no desconectarte nunca del trabajo?

-Sea como sea, a millones de personas con falta crónica de sueño ponen en riesgo su salud, calidad de vida e incluso su esperanza de longevidad. 

-Dormir bien es una necesidad básica.
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Vida más larga y saludable

-En Estados Unidos, cerca de 40% de las personas duermen menos de siete horas al día y la mayoría resiente los efectos.

-La relación entre el sueño y la salud, y entre dormir mal y la enfermedad, cada día es más clara.

-La duración del sueño ha disminuido de una media de 8 horas en los años 50 a siete horas en la época actual, y la hipertensión arterial ha pasado a ser un trastorno cada vez más común.

-La presión arterial y la frecuencia cardiaca alcanzan su nivel más bajo durante el sueño, quienes duermen menos tienden a la hipertensión.

-La relación entre esta última y la duración del sueño podría explicar otros hallazgos que asocian la falta de sueño con un mayor riesgo de infarto, diabetes y sobrepeso.

-Dormir bien ayuda a prevenir enfermedades.

-Cuando no dormimos lo necesario, nuestro cuerpo produce más hormonas del estrés y combate menos la inflamación, lo que a su vez afecta la función inmunitaria.

-El descanso nocturno hace que la vacuna contra la gripa surta mayor efecto.

-En un estudio realizado por una Universidad, hombres a quienes se vacunó en condiciones de falta de sueño (no se les permitía dormir más de cuatro horas por noche) produjeron menos de la mitad de anticuerpos contra el virus de la gripe que los participantes vacunados que dormían toda la noche.

-Las personas que duermen bien viven más.
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Mejor aspecto y bienestar

-Las personas que se limitan a cuatro o cinco horas de sueño nocturno durante varias noches no sólo experimentan más padecimientos físicos, como dolores de cabeza y trastornos digestivos, sino que sufren cambios metabólicos similares a los que acompañan al proceso natural de envejecimiento.

-Con razón nos vemos tan mal luego de una noche sin dormir.

-Al parecer, en estos efectos intervienen las hormonas del crecimiento.

-Estas sustancias son esenciales para conservarnos con buen aspecto a medida que envejecemos, pero su concentración se reduce drásticamente entre los 20 y los 60 años de edad.

-Las hormonas del crecimiento nos rejuvenecen.

-Cuando uno las tiene en alta concentración, conserva la masa muscular, luce una mejor piel y resulta sexualmente atractivo.

-A todos nos conviene mantenerlas en la concentración más alta posible, y la mejor manera de hacerlo es dormir.

-Cuando no nos vemos bien, no nos sentimos atractivos, y nuestra relación de pareja puede verse afectada.

-Así que dormir más tmbién puede revitalizar nuestra vida amorosa.
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Alegría y relajación

-En una encuesta realizada en 2005 en Estados Unidos, más de la mitad de los participantes adultos dijeron que padecían insomnio varias noches por semana.

-Estudios recientes indican que las personas insomnes producen más hormonas del estrés que las que duermen bien.

-Esto les provoca un estado de sobreexcitción que les dificulta relajarse y conciliar el sueño.

-La incapacidad de dormir causa más estrés, lo que puede tener consecuencias devastadoras.

“Yo me deprimo y me olvido de todo. No poder dormir es lo más horrible que me ha ocurrido nunca",    -dice Quetzalli, de 42 años, quien en cierta ocasión durmió sólo 30 horas en 30 días.

"Falté varias veces al trabajo, un día choqué en mi auto contra unos arbustos porque ya no podía concentrarme".

-Las personas que no duermen bien se deprimen, y la depresión causa insomnio; es un círculo vicioso.

-Pero también sabemos que un sueño largo y reparador nos hace sentir más felices.
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Mejor actividad cerebral

-La falta de sueño no sólo acarrea menos salud física; también afecta la concentración, la capacidad para resolver problemas, la memoria y el estado de ánimo.

-Cualquier factor que perturbe la calidad y la cantidad de sueño tiene consecuencias adversas duraderas en el cuerpo y la mente.

-No dormir lo necesario puede tener efectos físicos y mentales comparables a los de una borrachera.

-El permanecer despierto 17 horas seguidas produce una disminución del desempeño equivalente a tener una concentración de alcohol en la sangre de 0.05% (la que presenta una mujer de 68 kilos de peso que ha bebido dos tragos en una hora).

-Según un estudio reciente, las personas que tienen dos copias de cierta variante genética que ayuda a regular el reloj biológico no sólo tienden a presentar un patrón de sueño de acostarse tarde y levantarse tarde, sino que también sufren peores efectos mentales por no dormir bien, como los olvidos y la dificultad para concentrarse.

-Tan sólo en Estados Unidos cada año mueren 1,500 personas en accidentes automovilísticos causados por conductores fatigados.

-Y en un alarmante estudio, se observó que la falta de sueño puede afectar el juicio moral de las personas.

-Este hallazgo tiene implicaciones obvias para profesionales como los médicos y los soldados, cuyas decisiones suelen ser de vida o muerte, pero hay que pensar en lo que ocurriría si, por no dormir bien y estar cansados, los empresarios, los maestros, los abogados, los constructores y otros estuvieran más expuestos a cometer errores de índole moral.

-¿Se reduce de peso si se duerme mejor?

-Recientes estudios indican que las personas que no duermen lo necesario tienen más probabilidades de subir de peso.

-No resulta sorprendente que la tendencia general a dormir menos horas haya coincidido con una propensión creciente a la obesidad.

-Con la privación de sueño, el metabolismo se vuelve más lento y el apetito aumenta.

-El sueño insuficiente reduce la concentración de leptina, la hormona que produce la sensación de saciedad, e incrementa la de grelina, la hormona que nos hace sentir hambre.

-Otro efecto que conviene tener en cuenta es que la falta de sueño influye en nuestra elección de alimentos: nos despierta el antojo de carbohidratos y azúcares.

-Esto se debe a que no dormir bien reduce la sensibilidad a la insulina, lo que pone a los insomnes en peligro de padecer diabete tipo 2.

-Así que, Marcela, duerme mejor y te costará menos trabajo reprimir tu antojo de dulces y galletas.

-Emilio, ¿cuánto debo dormir?

-No hay una receta en cuanto a la cantidad idónea de sueño.

-Contra la vieja creencia de que todo adulto necesita dormir ocho horas, un estudio de una Universidad indica que los genes, quizá, determinen las horas de sueño que necesitamos.

-Esto puede explicar por qué hay personas muy vivaces que parecen requerir menos. Tal vez heredaron genes del sueño eficientes.

-Por su parte, las personas que necesitan muchas horas de sueño podrían no estar programadas genéticamente para dormir.

-Es posible que padezcan algún trastorno como la apnea obstructiva del sueño, que interrumpe el descanso pero puede tratarse.
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Revitalizada gracias al sueño

-Durante años Jaquelin Rivera buscó una cura para sus migrañas diarias con visitas a un especialista tras otro.

-Entre tanto, su médico familiar la apremió para que se atendiera de otros males: tenía sobrepeso, hipertensión y altas concentraciones de colesterol y glucosa en la sangre.

-Pero sólo cuando descubrió que padecía otro trastornono diagnosticado todo lo demás se resolvió.

-Jaquelín, de 44 años, dormía entre ocho y nueve horas cada noche y hacía dos siestas durante el día. Pero cuando le contó a su médico que siempre despertaba agotada, él la envió a una clínica del sueño.

-Tras pasar una noche allí en observación, le dijeron que padecía apnea obstructiva del sueño, trastorno por el cual dejaba de respirar varias veces por hora mientrs dormía lo que le impedía descansar.

-Una vez que la trataron, empezó a despertar con energía por primera vez en años.

"Dejé de fumar y me puse a hacer ejercicio. Empecé a comer mejor y bajé 11 kilos. Tanto mi presión arterial como mis concentraciones de colesterol y glucosa se redujeron”. 

“Hasta las migrañas se hicieron menos intensas y frecuentes. Dormir bien me ayudó a hacer todas las otras cosas que tenía que hacer".

-Procurarte más horas de sueño reparador es quizá la forma más fácil de mejorar tu salud.
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