Las Mujeres y el Ajedrez

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LAS MUJERES Y EL AJEDREZ

-¡Emilio!, verdaderamente, me asombra que el Ajedrez tenga tantos aficionados siendo un juego carente de acción, sin movimiento de esfuerzo físico.

-¡Cierto!, Marcela, quizá por ello, en realidad, son muy contadas las mujeres que juegan Ajedrez... ¿A qué crees que se deba?

-Esa falta casi absoluta de favor entre nosotras se debe, sin duda, a que es el juego menos social que existe. Fuera de algún raro y ahogado gruñido, impera durante todo él un silencio absoluto. No es un juego en el que se den violentas emociones, ni las sorpresas de los juegos de azar. Ni siquiera tiene en su haber la virtud de contribuir al fomento de la salud o al acrecentamiento del saber.

-¡Oye Emilio!, no figura el nombre de una sola mujer en la constelación de las grandes maestros. ¿Por qué será que las mujeres no somos tan buenas en Ajedrez como ustedes los hombres? Me duele decirlo, porque a mi me gusta el Ajedrez, pero debo admitirlo, es obvio que el Ajedrez femenino es inferior al masculino.

-¡Mira Marcelal en la actualidad hay un buen número de mujeres que juegan bien Ajedrez, algunas aún mejor que el promedio de los hombres, pero, como tú dices, habitualmente se admite que el Ajedrz femenino es inferior al masculino.

-Yo creo que una de las diferencias entre el hombre y la mujer es que al hombre le encanta competir, son reminicencias de nuestros ancestros cavernicolas que tenían que ir de cacería para llevar de comer a las mujeres que estaban en amena charla y tertulia gestando y cuidando niños.

-Ve a los hombres nos gusta el futbol, en cambio a las mujeres les encantan las telecomedias.

-A las mujeres no les gusta competir, prefieren compartir,  no pelear por las cosas. Lo vemos a diario, los niños suelen jugar a las luchas, y las niñas juegan a las muñecas.

-Yo creo Emilio, que una explicación que a mi me gusta más, es que falta estímulo y oportunidades para las mujeres. Posiblemente se deba principalmente a la falta de enseñanza a las niñas de edad escolar y en el ambiente familiar.

-A mi me parece, Marcela, que el Ajedrez, por ser un juego bélico, en el que se enfrentan dos ejércitos, ha sido considerado por siglos, como juego exclusivo para los hombres. Sin embargo, los tiempos cambian y la mujer ha ido conquistando, con todo merecimiento, su lugar en el campo del Ajedrez.

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