martes, 28 de noviembre de 2017

Epilepsia


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EPILEPSIA 


-¿Qué es la epilepsia?

-Es una enfermedad del sistema nervioso, provocada por un desequilibrio
en la actividad eléctrica de las neuronas de alguna zona del cerebro. 

-Esta enfermedad provoca ataques repentinos caracterizados por convulsiones violentas y pérdida del conocimiento. 


-El término epilepsia puede resultar confuso, ya que en el ámbito coloquial se suele utilizar indiscriminadamente para toda aquella persona que presenta una convulsión, de tal manera que un individuo puede haber tenido una convulsión por niveles bajos de azúcar en la sangre o un niño con una fiebre alta. 

-No obstante, la epilepsia describe un trastorno en el que una persona tiene convulsiones recurrentes  debido a un proceso crónico subyacente, de causa desconocida o no.

-No todas las personas que padecen una convulsión se diagnostican de epilepsia. Habitualmente es necesario haber presentado al menos dos episodios de crisis epilépticas o un episodio asociado a hallazgos patológicos en el electroencefalograma interictal, es decir, entre una convulsión y la otra, que no está precedida por una causa identificable, por ejemplo, una inflamación aguda, una descarga eléctrica o envenenamiento, tumores o hemorragias intracraneales.
Aunque es ampliamente utilizado, el término "epileptico", no debe ser empleado para designar al paciente con diagnóstico de epilepsia; ya que el término "epiléptico" tiende a generar una marca, rótulo, estigma o asignación de la persona por una enfermedad. 

-Algunas de las características de la epilepsia, son:

1. Sacudidas involuntarias;
2. alteraciones en los sentidos;
3. ritmo cardiaco acelerado;
4. incontinencia;
5. sensaciones de irrealidad;
6. espuma en la boca;
7. imágenes o sonidos distorsionados.

-¿Cuál es el origen de la palabra “epilepsia?

-Epilepsia del latín epilepsĭa, a su vez de la palabra griega ἐπιλαμβάνειν, ēpilambáneim (ser agarrado, atacado). Epilepsia es pues “ataque” o “enfermedad que se manifiesta por medio de ataques (crisis)”. Dado que hay diferentes enfermedades que producen crisis, es mejor hablar de epilepsias.

-¿Cómo se manifiesta un trastorno de epilepsia?

-Se caracteriza por uno o varios trastornos neurológicos que dejan una predisposición en el cerebro a padecer convulsiones recurrentes, que suelen dar lugar a consecuencias neurobiológicas, cognitivas y psicológicas.1

-Una convulsión es un evento súbito y de corta duración, caracterizado por una actividad neuronal anormal y excesiva o bien sincrónica en el cerebro. Las crisis epilépticas suelen ser transitorias, con o sin disminución del nivel de conciencia, con o sin movimientos convulsivos.

-¿Cuántos tipos de epilepcias existen?

-Existen más de 40 tipos diferentes de epilepsias. 

-Síndrome epiléptico es el nombre de un conjunto de signos y síntomas específicos, que incluyen uno o más tipos de crisis epiléptica junto con sintomatología no necesariamente convulsiva, como por ejemplo, retardo mental o psicomotor, y que pese a constituir una entidad diferenciable clínicamente, puede tener diversas causas.

-Existen también enfermedades epilépticas, que por razón de sus características, específicas y bien definidas, cursan con convulsiones repetitivas. Habitualmente tiene nombre propio, como la enfermedad de Unverricht-Lundborg o el síndrome de Lennox-Gastaut. Otros síndromes epilépticos son:

Encefalopatía epiléptica: en la cual se cree que las propias crisis convulsivas contribuyen al establecimiento de un trastorno progresivo de la función cerebral.
Síndrome epiléptico benigno: se considera benigno aquel síndrome epiléptico que es fácilmente tratable o no necesita tratamiento por ser autolimitado en el tiempo y remitir sin secuelas.
Síndrome epiléptico/epilelpsia refleja: son aquellos síndromes epilépticos en los que todas las crisis comiciales se desencadenan por un estímulo sensorial.
Síndrome epiléptico/epilepsia reactiva: son aquellas epilepsias relacionadas con una situación previa, como las crisis convulsivas por deprivación alcohólica.
Epilepsia de ausencia infantil: es una epilepsia idiopática generalizada que afecta a niños entre las edades de cuatro y doce años. Las crisis de ausencia se manifiestan con disminución o pérdida del estado de conciencia, a veces con características motoras de menor importancia, tales como parpadeos o movimientos de la mandíbula.
Síndrome de epilepsia en niñas sin/on retraso mental: Es una epilepsia genética que se da en niñas dentro de los tres primeros años de vida. 

     -Las crisis pueden ser de distinto tipo, pero las más frecuentes son
las crisis tónico-clónicas generalizadas o unilaterales. Habitualmente
comienzan con convulsiones en serie o encadenadas, y suelen confundirse
con otros síndromes, como el síndrome de Dravet. En las niñas de entre
14 y 36 meses que sufren este mal, hay un tercio con coeficiente
intelectual  normal, pero las dos terceras partes restantes presentan
retraso de algún tipo. Las crisis pueden comenzar con fiebre, sin fiebre
y/o tras la vacunación (aunque es importante señalar que las vacunas no
son la causa, son el detonante) como ocurre con el síndrome de Dravet.
En 2008 se encontró la mutación causante de la enfermedad, el gen
PCDH19. Esta epilepsia también se llama síndrome de Juberg.

Epilepsia catamenial: es aquella en la que varía la frecuencia de las crisis en función de la fase del ciclo menstrual en la que se encuentre la mujer. La mayoría presentan crisis epilépticas inmediatamente antes o durante la menstruación, o bien un incremento de estas.
Epilepsia nocturna del lóbulo frontal autosómico dominante (ADNFLE): trastorno hereditario que causa convulsiones durante el sueño que duran entre cinco segundos y cinco minutos. Estos ataques surgen de los lóbulos frontales, y consisten en movimientos motores complejos. Es causada por una mutación en uno de los varios genes que codifican para los receptores nicotínicos.
Epilepsia occipital benigna de la infancia: la mayoría de las autoridades incluyen dos subtipos: un subtipo de inicio temprano con entre tres y cinco años, y uno de inicio tardío, entre los siete y los diez años. Los pacientes más jóvenes suelen experimentar síntomas similares a la migraña con náuseas y dolor de cabeza, mientras que los pacientes mayores suelen quejarse de alteraciones visuales como escorotomas o amaurosis.
Epilepsia primaria de la lectura: en los individuos susceptibles, la lectura provoca crisis parciales típicas, y afecta los músculos de la masticación y la vista. El desarrollo suele darse durante la postpubertad. Las crisis las provoca independientemente cualquier texto y las induce con una mayor frecuencia la lectura en voz alta.


Epilepsia rolándica: también conocida como epilepsia benigna de la infancia con puntas centrotemporales, es el síndrome epiléptico más común en niños, y desaparece en la adolescencia. Habitualmente consiste en crisis parciales, junto a salivación y disartria durante el sueño. En la mayoría de los casos no es necesario tratamiento alguno.
Encefalitis de Rasmussen: enfermedad rara, de etiología desconocida, que aparece con una mayor frecuencia en niños de edades comprendidas entre los tres y los doce años. Aparte de la encefalitis, el deterioro neurológico y los anticuerpos autoinmunes, se caracteriza por crisis epilépticas, generalmente parciales continuas.
Esclerosis tuberosa (TSC): es un trastorno genético que causa tumores que se forman en multitud de órganos diferentes, como en cerebro, ojos, corazón, riñón, piel y pulmones. Las lesiones cerebrales que puede causar suelen desencadenar trastornos epilépticos.
Síndrome de Dravet: las crisis epilépticas comienzan como crisis clónicas generalizadas o unilaterales, durante el primer año de vida del paciente. Suelen ser prolongadas (hasta 20 minutos).
Síndrome de Ohtahara: es una forma rara de síndrome epiléptico combinado con parálisis cerebral. Se caracteriza con crisis frecuentes, que suelen comenzar en los pocos primeros días de vida.
Síndrome de West: crisis breves durante el primer año de vida del enfermo, bilaterales y simétricas. Se acompaña de retraso psicomotor.
Síndrome de Asperger: conjunto de problemas mentales y conductuales que forma parte de los trastornos del espectro autista. Se encuadra dentro de los trastornos generalizados del desarrollo. La persona afectada muestra dificultades en la interacción social y en la comunicación de gravedad variable, así como actividades e intereses en áreas que suelen ser muy restringidas y en muchos casos estereotípicas.

-Cada tipo de epilepsia tiene diferentes manifestaciones que se determinan a través del tipo de crisis epiléptica, así como a través de la etiología, del curso de la enfermedad, de su pronóstico (desenlace probable de la enfermedad) y por último a través de un diágnóstico EEG (“curva de corriente en el cerebro”). El estudio del eletroencefalgrama no siempre informa que haya indicios de epilepsia porque muchas veces algunos cambios eléctricos se producen en zonas tan profundas dentro del cerebro que el electroencefalograma no los puede detectar. Igualmente hay que acotar que las descargas sub-clínicas no sólo se generan en niños con epilepsia, sino también en aquellos que no la presentan. Todos estos factores pueden ser muy diversos, según cada una de las diferentes formas de la epilepsia.

-¿Cuánto tiempo puede durar una convulsión epiléptica?

-Una crisis epiléptica o convulsión ocurre cuando una actividad anormal eléctrica en el cerebro causa un cambio involuntario de movimiento o función del cuerpo, de sensación, de la capacidad de estar alerta o de comportamiento

-La crisis puede durar desde unos segundos hasta varios minutos, e incluso en algunas crisis parciales pueden llegar a ser continuas, durando días, semanas o meses.

-Los síntomas que experimenta una persona durante una crisis epiléptica dependen del lugar en el cerebro en el cual ocurre la alteración de la actividad eléctrica. Por lo tanto, el cuadro clínico varía dependiendo del tipo de síndrome epiléptico causante de las crisis. Se denominan crisis tonico-clónicas (también llamada de grand mal) a aquellas en el que el paciente pierde el sentido y se desploma, se pone rígido y tiene espasmos musculares. En las crisis parciales complejas, el paciente puede parecer confundido o aturdido y no podrá responder a preguntas ni a instrucciones.
Sin embargo, no todas las crisis son tan notables. Existen ataques muy leves (petit mal), los cuales apenas pueden ser percibidos por las personas de alrededor, siendo la única manifestación de la crisis epiléptica un parpadeo rápido o algunos segundos de mirada perdida con desconexión del medio; a este tipo de crisis epilépticas se les denomina ausencias y son relativamente frecuentes durante la infancia.

-¿Cuál es el tratamiento para la epilepsia?

-La epilepsia así como las crisis epilépticas pueden en la actualidad recibir un tratamiento con resultados aceptables. En la mayoría de los casos, las epilepsias de la infancia se curan en la pubertad. Cuando la epilepsia se debe a una lesión claramente visible y esa lesión es eliminada quirúrgicamente, se reduce la intensidad y frecuencia o bien, en muchos casos, se cura la epilepsia. Por lo tanto, al comienzo del tratamiento se examina al individuo, en busca de causas de la epilepsia que se puedan eliminar, por ejemplo, la operación de un tumor cerebral o la supresión o mitigación de un trastorno metabólio.

-En otros casos esto no es posible, ya sea porque no se ha encontrado ninguna causa o porque ésta no pueda ser eliminada, como es el caso de cicatrices, malformaciones en el cerebro o una predisposición inherente a las convulsiones. El objetivo en estos casos es la eliminación de los ataques por medio de medicamentos u operaciones quirúrgicas.

-De cada diez pacientes tratados con medicamentos: 6 logran control de la epilepsia; 2 presentarán algún tipo de mejoría notable y 2 no experimentarán mucha mejoría.

-En algunos casos un tratamiento quirúrgico puede ser más ventajoso que el farmacológico; esto sucede normalmente sólo en el caso de epilepsias focales y de momento afecta a menos de un 5% de todos los enfermos epilépticos.

-¿Cuáles son las causas de la epilepsia?

-La epilepsia tiene muchas causas. Cualquier cosa que altere la actividad normal de las células nerviosas – incluyendo enfermedad, daño cerebral y el desarrollo anormal del cerebro – puede conducir a convulsiones.

-La epilepsia se puede desarrollar a causa de una anormalidad en la función cerebral celular, anomalías en la forma en que las células del cerebro se conectan uno con el otro, o un desequilibrio de las sustancias químicas, llamadas neurotransmisores, que señalan a los nervios, o por una combinación de cosas.

-Los investigadores creen que algunas personas con epilepsia tienen un nivel anormalmente alto de neurotransmisores excitadores que aumentan la actividad de las células nerviosas, mientras que otros tienen un nivel anormalmente bajo de los neurotransmisores inhibitorios que reducen la actividad de las células nerviosas en el cerebro.

-A veces, después de una lesión en la cabeza, derrame cerebral u otro problema, el cerebro trata de curarse a sí mismo. Este proceso de curación puede causar accidentalmente conexiones anormales que pueden conducir a la epilepsia. Las anormalidades en el cableado del cerebro que ocurren cuando el cerebro se está desarrollando también pueden causar epilepsia.

-Aproximadamente la mitad de todos los ataques no tienen una causa conocida. Sin embargo, en otros casos, las convulsiones están claramente vinculadas a la infección, un traumatismo u otros problemas que pueden ser identificados.

-¿Cuántos tipos de epilepsias existen?

-Existen más de 40 tipos diferentes de epilepsias. 

-Síndrome epiléptico es el nombre de un conjunto de signos y síntomas específicos, que incluyen uno o más tipos de crisis epiléptica junto con sintomatología no necesariamente convulsiva, como por ejemplo, retardo mental o psicomotor, y que pese a constituir una entidad diferenciable clínicamente, puede tener diversas causas.

-Existen también enfermedades epilépticas, que por razón de sus características, específicas y bien definidas, cursan con convulsiones repetitivas. Habitualmente tiene nombre propio, como la enfermedad de Unverricht-Lundborg o el síndrome de Lennox-Gastait. Otros síndromes epilépticos son:

Encefalopatía epiléptica: en la cual se cree que las propias crisis convulsivas contribuyen al establecimiento de un trastorno progresivo de la función cerebral.
Síndrome epiléptico benigno: se considera benigno aquel síndrome epiléptico que es fácilmente tratable o no necesita tratamiento por ser autolimitado en el tiempo y remitir sin secuelas.
Síndrome epiléptico/epilepsia refleja: son aquellos síndromes epilépticos en los que todas las crisis comiciales se desencadenan por un estímulo sensorial.
Síndrome epiléptico/epilepsia reactiva: son aquellas epilepsias relacionadas con una situación previa, como las crisis convulsivas por deprivación alcohólica.
Epilepsia de ausencia infantil: es una epilepsia idiopática generalizada que afecta a niños entre las edades de cuatro y doce años. Las crisis de ausencia se manifiestan con disminución o pérdida del estado de conciencia, a veces con características motoras de menor importancia, tales como parpadeos o movimientos de la mandíbula.11
Síndrome de epilepsia en niñas sin/on retraso mental: Es una epilepsia genética que se da en niñas dentro de los tres primeros años de vida. Las crisis pueden ser de distinto tipo, pero las más frecuentes son las crisis tónico-clónicas generalizadas o unilaterales. Habitualmente comienzan con convulsiones en serie o encadenadas, y suelen confundirse con otros síndromes, como el síndrome de Dravet. En las niñas de entre 14 y 36 meses que sufren este mal, hay un tercio con coeficiente intelectual normal, pero las dos terceras partes restantes presentan retraso de algún tipo. Las crisis pueden comenzar con fiebre, sin fiebre y/o tras la vacunación (aunque es importante señalar que las vacunas no son la causa, son el detonante) como ocurre con el síndrome de Dravet. En 2008 se encontró la mutación causante de la enfermedad, el gen PCDH19.12 Esta epilepsia también se llama síndrome de Juberg y Hellman.
Epilepsia catamenial: es aquella en la que varía la frecuencia de las crisis en función de la fase del ciclo menstrual en la que se encuentre la mujer. La mayoría presentan crisis epilépticas inmediatamente antes o durante la menstruación, o bien un incremento de estas.13
Epilepsia nocturna del lóbulo frontal autosómico dominante (ADNFLE): trastorno hereditario que causa convulsiones durante el sueño que duran entre cinco segundos y cinco minutos. Estos ataques surgen de los lóbulos frontales, y consisten en movimientos motores complejos. Es causada por una mutación en uno de los varios genes que codifican para los receptores nicotínicos.[cita requerida]
Epilepsia occipital benigna de la infancia: la mayoría de las autoridades incluyen dos subtipos: un subtipo de inicio temprano con entre tres y cinco años, y uno de inicio tardío, entre los siete y los diez años. Los pacientes más jóvenes suelen experimentar síntomas similares a la migraña con náuseas y dolor de cabeza, mientras que los pacientes mayores suelen quejarse de alteraciones visuales como escorotomas o amaurosis.
Epilepsia primaria de la lectura: en los individuos susceptibles, la lectura provoca crisis parciales típicas, y afecta los músculos de la masticación y la vista. El desarrollo suele darse durante la postpubertad. Las crisis las provoca independientemente cualquier texto y las induce con una mayor frecuencia la lectura en voz alta.
Epilepsia rolándica: también conocida como epilepsia benigna de la infancia con puntas centrotemporales, es el síndrome epiléptico más común en niños, y desaparece en la adolescencia. Habitualmente consiste en crisis parciales, junto a salivación y disartria durante el sueño. En la mayoría de los casos no es necesario tratamiento alguno.14
Encefalitis de Rasmussen: enfermedad rara, de etiología desconocida, que aparece con una mayor frecuencia en niños de edades comprendidas entre los tres y los doce años. Aparte de la encefalitis, el deterioro neurológico y los anticuerpos autoinmunes, se caracteriza por crisis epilépticas, generalmente parciales continuas.15
Esclerosis tuberosa (TSC): es un trastorno genético que causa tumores que se forman en multitud de órganos diferentes, como en cerebro, ojos, corazón, riñón, piel y pulmones. Las lesiones cerebrales que puede causar suelen desencadenar trastornos epilépticos.
Síndrome de Dravet: las crisis epilépticas comienzan como crisis clónicas generalizadas o unilaterales, durante el primer año de vida del paciente. Suelen ser prolongadas (hasta 20 minutos).16
Síndrome de Ohtahara: es una forma rara de síndrome epiléptico combinado con parálisis cerebral. Se caracteriza con crisis frecuentes, que suelen comenzar en los pocos primeros días de vida.17
Síndrome de West: crisis breves durante el primer año de vida del enfermo, bilaterales y simétricas. Se acompaña de retraso psicomotor.18
Síndrome de Asperger: conjunto de problemas mentales y conductuales que forma parte de los trastornos del espectro autista. Se encuadra dentro de los trastornos generalizados del desarrollo (CIE-10; Capítulo V; F84). La persona afectada muestra dificultades en la interacción social y en la comunicación de gravedad variable, así como actividades e intereses en áreas que suelen ser muy restringidas y en muchos casos estereotípicas.

-¿Qué causa la epilepsia?

-La epilepsia puede tener muchas causas. 

-Puede tener origen en lesiones cerebrales de cualquier tipo (traumatismos craneales, secuelas de meningitis, tumores, etcétera), pero en muchos casos no hay ninguna lesión, sino únicamente una predisposición de origen genético a padecer las crisis.

-Cuando no hay una causa genética o traumática identificada, se le llama epilepsia idiopática, y los genes desempeñan un papel de modulación del riesgo de que ocurra un episodio y también en la respuesta al tratamiento. 

-¿Cómo se diagnostica la epilepsia?

-Para diagnosticar la epilepsia se requiere conocer los antecedentes personales y familiares y, por lo general, se corrobora con un electroenefalograma. 

-También forman parte del diagnóstico estudios de imagenología, mientras que se reservan los procedimientos diagnósticos más especializados para casos muy puntuales. 

-El tratamiento consiste en la administración de medicamentos antionvulsivos. En los casos refractarios (es decir, que no responden a estos tratamientos, sobre todo en los que se presentan series de convulsiones, y se pone por ello en peligro la vida), se recurre a otros métodos, entre los cuales se incluye la cirugía. 

-La epilepsia causa múltiples efectos en la vida cotidiana del paciente, de manera que el tratamiento debe incluir el abordaje de estas consecuencias.

-¿Qué se debe hacer en caso de encontrarse ante una crisis epiléptica?

-En caso de presenciar un ataque epiléptico, es importante tener las siguientes consideraciones:

No mover al paciente del sitio.
No meter nada en la boca.
Evitar si es posible que se golpee la cabeza.
Solo en casos puntuales es necesario ir a urgencias:
1 si es una mujer embarazada;
2 si existe un traumatismo importante;
3 si tiene varias crisis y entre una y otra no recupera la conciencia o si una crisis dura más de 5 minutos; ambos casos serían un estatus epiléptico, lo cual es muy peligroso.

-En la fase tónica de una crisis no se respira debido a una contracción de todos los músculos del cuerpo. El oxígeno que hay en el cuerpo va a los órganos vitales; por ese motivo los labios y orejas pueden presentar cianosis. Esto no es peligroso, siempre que no sea el mencionado el status epilepticus.

-¿Qué me puedes decir de los farmacos que se usan con la epilepcia?

-La terapia “clásica” que se realiza en más del 90% de todos los enfermos epilépticos es a través de medicamentos inhibitorios de crisis: los antiepilépticos. Normalmente esta terapia medicamentosa se realiza a lo largo de muchos años. Gracias a ello muchos de los pacientes tratados (un 60% aproximadamente) reducen de manera importante la frecuencia de las crisis y en más del 20% de los casos se consigue alguna mejora. La tolerancia de los fármacos antiepilépticos (AED, por sus siglas en inglés) no es muy buena en general. En algunos casos, estos medicamentos pueden tener efectos secundarios adversos debido a la alta dosis requerida para el control de las crisis, siendo absolutamente necesaria una vigilancia facultativa regular de la terapia. Los efectos secundarios pueden ser agudos (reacción alérgica cutánea) o crónicos (vértigo, letargo, náuseas, alteraciones del comportamiento...).

-Además, se calcula que la respuesta a los fármacos puede estar condicionada hasta en un 85% por factores genéticos, por lo que ya existen en el mercado pruebas que recogen la información farmacogenética del paciente para que el médico pueda valorar qué tratamiento va a funcionar mejor en el paciente con epilepsia, en función de sus características genéticas. Así el médico puede escoger el tipo de fármaco y la dosis más adecuada que evite al máximo posible los efectos secundarios.

-El fármaco antiepiléptico concreto debe ser individualizado en función del síndrome epiléptico, tipo de crisis, edad del paciente, otras patologías que sufra el paciente, interacción con otros medicamentos, características específicas del paciente (mujer en edad gestacional, embarazo, peso, etc.) y preferencias del paciente (perfil de efectos secundarios, número de tomas al día, etc.).

-No es aconsejable el cambio entre genéricos porque puede variar la biodisponibilidad así como los perfiles farmacocinéticos con lo que se puede modificar el efecto deseado o aumentar los efectos secundarios.

-La monoterapia, cuando sea posible, debe ser la elección y si esta fracasa, una vez se ha asegurado que se han alcanzado niveles terapéuticos, se debe cambiar a otro fármaco bajo estricta supervisión médica.

-La combinación de dos fármacos solo debe ser considerada cuando hayan fracasado varios intentos de control de las crisis en monoterapia. Si a pesar de ello no se controlan, se deberá valorar con qué terapia estaba mejor controlado el paciente, teniendo en cuenta la frecuencia de aparición de crisis así como los efectos secundarios.
El tratamiento con un AED se debe iniciar ante una segunda crisis epiléptica. Ante un primer ataque epiléptico se debe considerar el inicio del tratamiento con AED si:

Existe déficit neurológico.
El EEG demuestra actividad epiléptica inequívoca.
La familia no quiere correr el riesgo de un segundo ataque epiléptico.
En las pruebas de imagen se observa alteración estructural.
Para optimizar la adherencia al tratamiento se debe:
Proporcionar educación sanitaria a paciente y familia.
Disminuir el estigma que supone la enfermedad.
Utilizar prescripciones sencillas de cumplir.
Mantener buena relación entre los distintos niveles sanitarios y estos con la familia o cuidadores.

-El control analítico de rutina no está recomendado, salvo indicación clínica. Se debe realizar control analítico en caso de:

Ausencia de adherencia al tratamiento.
Sospecha de toxicidad.
Tratamiento de las interacciones farmacocinéticas.
Situaciones clínicas específicas como estatus epiléptico, embarazo, fallo orgánico.

-La decisión para retirar la medicación se debe hacer en consenso con el paciente, la familia o cuidadores una vez que hayan comprendido el riesgo de un posible nuevo ataque, una vez tenido en cuenta el tipo de epilepsia, pronóstico y calidad de vida siempre y cuando hayan pasado dos años sin ningún ataque. La retirada debe realizarse lentamente, a lo largo de 2-3 meses.

-La intervención psicológica puede ser utilizada conjuntamente con el AED, si no realiza un control adecuado de la epilepsia, aunque no debe ser una alternativa a los AED. 

-Los ataques convulsivos que duran más de 5 minutos o que se repiten por tres ocasiones en una hora deben recibir tratamiento urgente y como primera elección se debe escoger el Diacepam rectal, que es seguro y eficaz.

-¿Qué me puedes decir del tratamiento quirúrgico?

-La neurocirugía está indicada cuando la epilepsia es resistente a los AEDs. La cirugía puede ser paliativa o curativa. La paliativa se realiza en los casos de epilepsias catastróficas. La valoración de realizar una cirugía resectiva, que pueda ser curativa, debe realizarse antes del planteamiento de realizar tratamientos paliativos como la estimulación del nervio vago. Esta valoración tiene dos fases: una no invasiva y una invasiva; la no invasiva consiste en realizar estudios clínicos que no necesitan de una intervención quirúrgica. Estos estudios son: EEG basal, un video monitoreo, una IRM de cerebro con características especiales, de acuerdo con el tipo de epilepsia que se esté investigando. Pueden sumarse estudios de S.P.E.C.T. o de P.E.T. Siempre incluye además una valoración neurosicológica.

-Los estudios de Fase 2, que necesitan de una cirugía son: la colocación de electrodos subdurales o la estimulación cortical transoperatoria. A esta fase se llega en los casos de difícil diagnóstico, o en los que no hay una lesión visible en las imágenes.
Hay que tomar en cuenta además, que la cirugía de epilepsia no consiste en sacar una lesión, sino en delimitar una zona desde donde se originan las crisis convulsivas. Es por esto que se necesitan todos estos estudios, antes de decidirse por un tratamiento quirúrgico. La estimulación del nervio vago es una alternativa en aquellos pacientes en los que no hay control completo de los ataques y donde la cirugía está contraindicada. Está indicada en crisis parciales (incluyendo las secundariamente generalizadas) y las crisis generalizadas.

-En casos severos, una opción quirúrgica es realizar una escisión cerebral. Esta operación consta de un corte en el cerebro que imposibilita que los hemisferios cerebrales se comuniquen. Esta falta de comunicación genera que coexistan dos mentes en un cerebro, ya que puede haber información que es conocida por un hemisferio y desconocida por el otro, así como puede haber conductas generadas o monitoreadas por un hemisferio y desconocidas por el otro. A pesar de que esta operación genera una lesión cerebral que conlleva efectos colaterales indeseados, los pacientes logran controlar las crisis epilépticas, lo que implica un gran avance a su calidad de vida.

-¿Qué me puedes decir sobre la magnetoencefalografía?

-La magnetoencefalografía es una tecnología avanzada que se utiliza para localizar y mapear de una manera no invasiva las áreas del cerebro que presentan y las que no presentan trastornos. Para registrar con precisión los campos magnéticos del cerebro, la MEG debe llevarse a cabo en una habitación magnéticamente blindada. 

-Esta sala especial bloquea todos los demás campos magnéticos del entorno, a fin de que el médico pueda grabar sólo los campos magnéticos del cerebro. Esta técnica podría resultar de utilidad en la evaluación de la cirugía de la epilepsia.31

-¿Qué me puedes decir del control de la epilepsia durante el embarazo?


-La epilepsia si está controlada no es un problema en el embarzo, sin embargo es un momento crítico y de gran importancia pues existe un cambio hormonal importante que puede afectar en la enfermedad, existen guías médicas sobre cuidados para las embarazadas en el embarazo32 tiene gran importancia: el control de las crisis, prevención de golpes al feto, y el uso de medicamentos. Los fármacos no se deben interrumpir, sin embargo se aconseja que se utilice un único fármaco antiepileptico y que se use en la mínima dosis posible, estudios indican que algunos antiepilépticos pueden provocar malformaciones de distinto tipo además de nacer con un menor coeficiente intelectual. Sin embargo es importante subrayar que un embarazo con una epilepsia descontrolada es mucho peor para la madre y el feto.



-¿Qué me puedes decir del control de la epilepsia durante la lactancia?

-La lactancia es una época dura y difícil que se asocia al cansancio, cambios hormonales y a la falta de sueño. Las mujeres epilépticas para evitar problemas en el postparto y la lactancia deben descansar adecuadamente y recibir ayuda familiar. Estudios indican que hay bajo riesgo para el lactante; sin embargo, se aconseja que la madre permanezca acostada al dar el pecho; no se debe dar fenobarbital a la madre y se debe realizar un destete progresivo si fuera necesario.



-¿Qué repercusiones pueden tenerse después de las crisis epilépticas?

-Las crisis epilépticas no conducen inevitablemente a una reducción de determinadas funciones cerebrales (por ej. la inteligencia), aunque sea un prejuicio muy extendido. 

-Además, de existir comportamientos psíquicos extraños en enfermos que padecen crisis (retraso en el desarrollo intelectual, trastornos en el comportamiento o en el habla...), estos no son por lo general provocados por la epilepsia, sino que su origen se encuentra en el trastorno cerebral, que a la vez es la causa de las crisis epilépticas.

-La necesidad de superar la enfermedad, rechazos en la escuela, en el trabajo y en diversos grupos sociales, por los prejuicios de sus semejantes debido al desconocimiento de la epilepsia, así como desventajas en el día a día (en el deporte, carné de conducir, diversas solicitudes...) hacen que los pacientes tengan que sufrir a menudo cargas emocionales exageradas en comparación con la realidad de la enfermedad.

-Por otro lado, en muchos países se limita el acceso a licencias de conducir, de pilotar o de manejar maquinaria, lo que a veces reduce la posibilidad de elegir un trabajo. Estas prohibiciones no suelen afectar a aquellos pacientes que puedan controlar sus crisis.

-¿Desde hace cuánto que se conoce la enfermedad?

-Quizá ninguna otra enfermedad nos permite remontarnos en la historia de la medicina tanto como la epilepsia; existen numerosas referencias desde los primeros tiempos de la historia que constatan que esta enfermedad ha acompañado al hombre desde sus orígenes. 

-Esta enfermedad era considerada como una de las enfermedades crónicas más habituales.

-En antiguos textos mesopotámicos se describen ya sus síntomas típicos como la enfermedad de Bennu, o Sitbu, aunque estos términos para algunos autores parecen designar también “contagio” o “lepra”. Se comprueba también que no era infrecuente: en el código de Hammurabi, cuerpo legislativo de la Babilonia del siglo XVII a.C., se establece que, si se descubre que un esclavo adquirido recientemente sufre bennu, éste puede ser devuelto a su anterior propietario en el plazo de un mes.

-El cuerpo de quien padece una crisis epiléptica parece no obedecer a su dueño, sino a voluntad ajena. De ahí que se relacionara con la deidad. Los seguidores de la religión tibetana Bön tenían por elegidos a quienes la padecían, mientras que en la antigüedad judeocristiana se consideraba su padecimiento como un castigo divino o como obra de demonios.

-En el Evangelio de Maros (9, 17-18) se incluye una descripción de la época que ilustra a la perfección una crisis epiléptica sufrida desde la infancia, donde dice que al no poder echar al espíritu causante de la crisis sus discípulos se lo llevaron a Jesús, el cual pudo hacerlo y el poseído quedó como muerto para luego hacerlo levantar. En el mismo capítulo se menciona otra persona que expulsaba espíritus en su nombre:

“Maestro, te he traído a mi hijo, que tiene un espíritu inmundo, y dondequiera que se apodera de él, le derriba y le hace echar espumarajos y rechinar los dientes y se queda rígido…”
Evangelio de Maros (9,17-18)

-Pero no tardó en cuestionarse el origen preternatural de la epilepsia. En el siglo V a.C., Hipócrates observó en soldados y gladiadores que las heridas por traumatismo craneoencefálico se asociaban con cierta frecuencia a ataques epilépticos, desconcertantemente similares a los que observaba en sus propios pacientes; y el mismísimo Julio César sufría esta afección.

-En la Edad Media se perdió ese legado médico. Se volvió a atribuir a la epilepsia una causa sobrenatural. Los enfermos y sus familiares rezaban, implorando ayuda, a la Virgen María y a San Valentín, en particular. De hecho, en algunos países se conocía la epilepsia como “mal de San Valentín”.

 -Debido al estigma bíblico, se la llamó morbus sacer (enfermedad sagrada), y se dividió por mucho tiempo en grand mal y petit mal. El primero hacía referencia a las convulsiones caracterizadas por inconsciencia, el paciente se caía al suelo y en algunos casos se contorsionaba, apretaba los dientes y emanaba espuma de la boca. El petit mal se caracteriza por un efímero momento de inconsciencia: a menudo quienes rodean al paciente no se percatan del ataque.

-¿Se sabe de personajes famosos  que hayan sido epilépticos?

Julio César;
Juana de Arco;
Napoleón;
Fiódor Dostoyevsky.

-¿Ha sido mencionada la epilepsia en la literatura?

-Sí como no, Marcela, y también en la música.

-La literatura ha ofrecido una perspectiva amplia sobre enfermedades mentales y neurológicas como la paranoia, la neurosis, la histeria y la epilepsia, que puede apreciarse en la representación y significación de numerosas obras como “Otra vuelta de tuerca” de Henry James, “La ccorazonada de una suerte” de Fiódor Dostoyevski, así como obras de León Tolstói, Hermann Hesse, Edgar Allan Poe y “María” de Jorge Isaacs que narra la historia de la enfermedad hereditaria epiléptica de María, la protagonista de la historia. 

-Por ejemplo, Dostoyevski reflejó los síntomas de esta enfermedad en personajes de sus obras, como “La patrona", “Humillados y ofendidos", “El idiota", “Los demonios", “Diario de un escritor" y “Los hermanos Karamázov". 

-En cuanto a "Otra vuelta de tuerca" de Henry James, se ha descrito que las visiones de uno de sus personajes coinciden con el resultado de una epilepsia focal temporal.

 -El reflejo de la enfermedad en la literatura aúna dimensiones simbólicas, etiológicas y diagnósticas, entre otros. Desde obras que se basan en prejuicios y clichés, que dificultan aún más la vida de los enfermos, a descripciones llenas de comprensión, alguna de las cuales transmiten fenómenos asociados a las crisis como las percepciones extraordinarias (por ejemplo, “La corazonada de una suerte”), o algunos tipos de alucinaciones.

-La preocupación literaria por la epilepsia tiene un significado cada vez mayor como fenómeno médico y puede estimular al médico, estudiante de medicina y personal sanitario de una manera más completa en su relación con los enfermos de epilepsia. De esta manera, se presume que el impacto de la literatura que describe esta dolencia, como otras, ayuda en la formación del personal sanitario en cuanto al trato con los pacientes, contribuyendo a la buena práctica médica y a la ética, en definitiva diversificando la formación sanitaria.

-¡Mencionaste que también en la música!

-Ian Curtis fue uno de los más famosos casos de epilepsia en la historia del rock.

-Ian Curtis, líder y cantante del grupo inglés Joy Division, fue uno de los casos más famosos de personas con epilepsia dentro de la historia de la música rock, el cual sufría de ataques epilépticos en mitad de sus conciertos.

-Sus compañeros de banda tuvieron que llevarlo al hospital más cercano para diagnosticarle su enfermedad, ya que el propio Curtis era reacio a acudir por su propio pie a cualquier centro de salud tras padecer sus ataques epilépticos, ya que no quería sentirse una carga para su banda.

-¿No me podrías contar algo curioso en torno a la epilepcia?

-El 16 de diciembre de 1997 en Japón, 685 niños fueron hospitalizados
debido a que fueron víctimas de ataques epilépticos por haber
presenciado el episodio de Pokémon Dennō Senshi Porygon (episodio n° 38
de la primera temporada en la versión original de la serie). Se descubrió
que el cambio rápido entre los colores rojo y azul en una escena
había provocado las convulsiones. 

-¿Cuántos mexicanos padecen de epilepsia?


-Al menos 2% de las personas a nivel mundial viven con epilepsia y se sabe que en México, alrededor de 2 millones de individuos sufren esta enfermedad.

-Aproximadamente de los habitantes mexicanos que padecen epilepsia, el 70% son niños y jóvenes, mientras que el 30% restante pertenece a adultos.

-El panorama actual del paciente epiléptico es cada vez más esperanzador, los adelantos médicos y farmacéuticos logrados en los últimos años han mejorado significativamente los tratamientos terapéutios.

-El 60% de los pacientes pueden ser liberados por completo de sus crisis o accesos; en el 20% de los casos se logra reducir decisivamente la frecuencia e intensidad de la crisis; mientras que el 20% restante esta constituido por enfermos con sintomatología más compleja, la mitad de los cuales deben ser internados de modo permanente o transitorio.

-¿Se celebra un día del año a la epilepsia?

-En España, el Día Nacional de la epilepsia se celebra (a partir de 2006) el 24 de mayo. En el mundo, desde 2015, se ha instaurado el día 9 de febrero como el Día Internacional de la Epilepsia.

-Además de al ser humano, ¿les puede dar epilepsia a los animales?

-La epilepsia también afecta a los animales, especialmente a los domésticos: tanto en gatos como en perros, los síntomas son los mismos que para el ser humano.3
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