Los anticonceptivos caseros, como lo fue el vinagre en otros tiempos, aún siguen en la brecha, aunque sólo sea en sectores de población con más difícil acceso a los métodos comerciales.
Por ejemplo, hay adolescentes y mujeres del Tercer Mundo que emplean la Coca Cola como espermicida, lavándose con ella tras el coito.
Ante semejante práctica, un grupo de investigadores del Harvard Medical School (EE UU) han querido probar en el laboratorio la validez del método.
Tomando una solución salina como control, fueron introduciendo sucesivamente el esperma de un donante sano, durante un minuto, en los diferentes tipos de Coca Cola (clásica, sin cafeína, Light...).
Así midieron los movimientos del esperma y llegaron a la conclusión de que las mujeres no andaban del todo desencaminadas.
De todos los tipos de Coca Cola, el efecto más fuerte es el de la Coca Cola Light.
Tal efecto se ha atribuido al pH ácido de la bebida.
Sin embargo, la doctora Sharee Umpierre se ha pronunciado en contra de su uso como anticonceptivo, dada su dudosa eficacia.
Ha sido un juego de laboratorio, (nunca hicimos un juicio clínico.
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lunes, 5 de mayo de 2008
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