-Me parece que los votos de castidad qué hacen los sacerdotes y las monjas católicos son contra natura y, por lo mismo provocan las perversiones más degradantes en las que puede caer una persona.
¿Por qué lo hacen? ¿Por qué renunciar al instinto de supervivencia o al de reproducción?
¿Porqué los sacerdotes católicos no se casan como los protestantes y tienen mujer e hijos, en lugar de contaminar a la sociedad con degeneraciones inaceptables?
-Tienes toda la razón. Marcela. Basta con mirar las desviaciones en las que caen los curas al tener relaciones con menores, abusando de su autoridad espiritual y del candor y miedo de los adolescentes. ¡Cuántas mujeres no han sido ultrajadas por estos rufianes en el interior de las sacristias y cuántos chiquillos no han sido víctimas de los sacerdotes, sus maestros en las escuelas religiosas¡
-Por eso mismo sacaron los confesionarios a los pasillos de las iglesias, abuelo, porque en las sacristias era más fácil manosear, tocar y poseer a los feligreses víctimas de estos depravados.
-De existir Dios ¿crees que no los castigaría y los sentenciaría a vivir en las calderas del infierno por toda la eternidad.
-Si Dios los manda con Satanás, abuelo, nosotros no lo veremos ni constataremos su castigo, suponiendo que lo haya
-Pero, te preguntó, ¿por qué a los curas católicos se les obliga permanecer célibes?
-La razón del celibato en los sacerdotes católicos es para que sus bienes sean heredados por la Iglesia y, en ningún caso, por sus herederos sanguíneos. Nada tiene que ver aquí el pecado original, ni cuentos de esos, ¡vamos!, se trata de la misma vulgaridad de siempre: de dinero a cambio del cual prostituyen a la sociedad convirtiéndola en víctima de sus perversiones. Yo creo que sería bueno mutilarlos para que no pudieran hacer daño a nadie.
-No abuelo, mutilarlos los llenaría de rancor en contra de la sociedad. Imagínate las venganzas de horror cuando abandonaran la prisión ante la imposibilidad de condenarlos a purgar una cadena perpetua… Seres antisociales que ya no tienen nada qué perder… No, abuelo, no, antes yo creía en la posibilidad de descerebrarlos en algún laboratorio de las cárceles, pero caí encuentra de que con nuestros impuestos tendríamos que seguir pagando esa carga social.
-Pero, con tu idea, se correría el peligro de privar de la vida a muchos inocentes, por más que fueran curas… Ese es el principal problema de la pena capital.
-Con una y inyección de pentotal sódico confesarían todo, abuelo, absolutamente todo. Ese compuesto relaja la voluntad como ningún otro… Se trata de un producto químico infalible para dar con la verdad para que, una vez descubierta se podrían hacer medidas de esa naturaleza provocarían un comportamiento ejemplar de los sacerdotes y de las monjas que se empeñan en satisfacer sus necesidades sexuales abusando de los feligreses…
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MÉXICO ACRIBILLADO
Francisco Martín Moreno.
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martes, 3 de marzo de 2009
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