Perro Guía

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PERRO GUÍA

  El perro guía tiene orígenes muy antiguos.

Por siglos se han visto canes en estrecho lazo que guiaban a sus amos ciegos con el mismo afán y cuidado que podemos verlos hoy día.

En aquellas épocas el perro guiaba al ciego por instinto surgido del amor.

Los primeros esfuerzos por adiestrar perros en forma metódica datan del siglo XVIII.

En un hospital de París, Francia, se proveía de perros guías a los pacientes ciegos para que pudieran conducirse por las calles de la ciudad.

Pero no fue sino hasta tiempos de la Primera Guerra Mundial, en la ciudad de Postdam, en Alemania, que se creó un Centro de Adiestramiento de Perros Guía, donde se llevaba a cabo un programa en gran escala para el entrenamiento de estos perros.

Después de la guerra, el Gobierno Alemán le dio a cada uno de sus excombatientes ciegos un perro guía completamente entrenado, y aparte de la amargura por la guerra, salió la más útil de las maneras de usar las habilidades del perro.

La idea se repitió rápidamente en otros países.

Un perro destinado a este trabajo empieza su entrenamiento desde cachorrito.

Crece, al principio, en el seno de una familia donde aprende primero a caminar con correa al lado izquierdo de una persona y después se le enseña ejercicios de obediencia sencillos: venir, sentarse, permanecer echado y detenerse cuando se le ordena.

Como está destinado a candidato de perro guía es necesario que un entrenador del Centro de Adiestramiento este asistiendo a darle clases.

Ya desde entonces se hacen pruebas para determinar si el perro será o no, candidato para perro guía.

Ningún futuro guía puede demostrar ni el menor signo de agresividad hacia un gato.

Aquel que sea incapaz de resistir la tentación de seguirlo es descartado de inmediato.

Algunos son extremadamente sensibles al contacto corporal, basta con sólo rozarlos o palmearlos para que se sobresalten moviéndose bruscamente.

Si un perro guía se sobresalta y se hace bruscamente a un lado cuando es apenas rozado por alguna persona, puede hacer que su amo pierda el equilibrio produciendo un desagradable accidente.

Un perro así debe ser descartado.

Otros perros son imperturbables y no prestan ninguna atención a los contactos corporales, a tal extremo que parece que no tienen sensibilidad alguna.

Estos perros deben ser también descartados pues si el animal choca contra un obstáculo sobresalido o persona y no le presta atención, seguramente el ciego también chocará contra éste.

Al llegar a la edad de 10 meses es enviado al Centro de Adiestramiento, donde si su tamaño es correcto y si su carácter se presta, se le acepta para el curso que durará 7 meses.

Las cualidades más importantes que deben tener estos canes es el querer agradar, deben tener un temperamento amistoso y agradable de acuerdo a las características aportadas por los padres seleccionados. 

Se buscan aquellos que no muestren ninguna costumbre atávica que pudiera perturbar el buen desenvolvimiento de su trabajo, que no sean tímidos ni cobardes, que demuestren seguridad ante circunstancias extrañas e imprevisibles y suficiente agilidad mental como para ubicarse en el momento preciso.

-La mayoría de los perros guías son de la raza Pastor Alemán.

-Se ha demostrado que esta raza pose cualidades excepcionales.

Es de carácter dócil y es fácilmente adiestrable.

Es de gran susceptibilidad, debe ser tratado con cariño, ya que valora muy especialmente todas las demostraciones de cariño de su amo, que interpreta como muestra de amor hacia él.

Incidentalmente, se puede decir que el perro Pastor Alemán es el mejor para propósitos generales. Claro que no es tan buen rastreador como un Bloodhound, ni tan buen corredor como un Galgo, pero sea lo que sea, no lo hace mal.

Además del Pastor Alemán, también se ha utilizado para guias ciegos, a perros labrador, Collie, Boxer y cruzas de todos ellos.

Un dato interesante es el hecho de que casi todos los perros guía son hembras y esto es porque se ha comprobado que son más dóciles y aprenden fácilmente, además de que son más apegadas.

Los machos también pueden realizar su trabajo con toda dedicación y seguridad, aunque en ocasiones éste se ve un poco turbado por la aproximación de hembras en celo y puede llevarlo a "perder la cabeza".

También existe en ellos una costumbre ancestral que es la tendencia de querer olfatear árboles y postes y orinar en ellos, aunque esto no es muy importante ya que puede ser remediado con un buen adiestramiento.

Cuando llegan perros al Centro de Adiestramiento se practican ejercicios de obediencia y a caminar correctamente al lado del entrenador.

Durante este tiempo se les disuade de detenerse a oler y se les anima a mantener toda la atención en el entrenador, deben ignorar a los demás perros y a la gente.

Esto sería imposible en el caso de ciertas razas como el Pointer por ejemplo.

Cuando se ha completado esta fase del entrenamiento se les colocan arneses. Desde este momento se les enseña a que cuando tienen el arnés encima significa trabajo y que cuando se les quita se convierten en perros normales.

Pronto aprenden a diferenciar entre trabajo y juego.

En esta fase los perros obedecen las órdenes: hacia adelante, vuelta a la izquierda, vuelta a la derecha, regresar, sentarse y esperar más órdenes de su amo.

Después se les a enseña a tratar con obstáculos, deben darse cuenta de la altura y el ancho de una persona a su lado derecho.

Esto se les enseña con obstáculos de madera que se ponen a diferentes alturas.

A los 5 o 6 meses de entrenamiento es cuando se tiene el momento propicio para que el nuevo dueño, un ciego y su perro se reunan.

El perro lo cuidará y guiará por la calle, trenes, autobuses, etc. Se debe comportar normalmente como lo hacen las personas que prestan atención a todo sin dar gran importancia a lo que realmente no merece.

Por su parte el invidente debe aprender a confiar y cuidar a su perro.

Entre ambos llega a existir un alto grado de comunicación permanente que se establece forjando lazos de amistad profundos y duraderos.

En la actualidad se esta trabajando, en diversos países, dispositivos sustitutos de la vista.

Uno de estos consiste de una diminuta cámara de televisión que manda estímulos eléctricos sobre el cerebro produciendo una visión artificial a los ciegos.

Según dicen los investigadores el proyecto está a una década de su uso generalizado.

Si ya de por sí, son contados los ciegos que tienen perro guía, los avances tecnológicos sofisticados, que son extremadamente caros, beneficiarán aún a menos ciegos.

Como dato curioso puedo decirte que en la Gran Bretaña sólo el 1% de los ciegos tiene perro guía.

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