viernes, 13 de junio de 2008

La Equis de México

Cuando llegaron los españoles a la capital Azteca en 1519, ésta tenía nombre doble:
Meshicco Tenochtitlan.
Como era muy difícil para los españoles el pronunciar Tenochtitlan quedó sólo México, pronunciado
me-shic-co,
que quiere decir "en el ombligo de la luna".
Este significado viene de me(tztli),
que significa "luna"; xio(ctli)
que significa "ombligo" y co, que significa "en".
La razón de que México se escribe con X y no con J se debe a que los españoles tenían una letra especial para representar el fonema equivalente a la ch francesa o bien la sh inglesa o bien como el sonido del siseo, el cual lo representaban con la x.
En aquel entonces escribían roxo (rojo), fixo (hijo), Xavier (Javier) y que pronunciaban: rosho, fisho y shavier.
Fue el rey Alfonso X, el sabio, quien introdujo el uso de la x para representar en castellano el sonido sh y probablemente porque se identificaba con el número X de la sucesión de los Alfonsos.
El idioma que traían los conquistadores traía muchas x y cuando oyeron nombres como Shalapa, Meshicco, Guanashuato, Shalisco, etc., consideraron que estas palabras debían ser escritas como: Xalapa, México, Guanaxuato, Xalisco.
Con respecto a Mexicco, la escribieron y pronunciaron con una sola c, ya que el sonido de doble c no existe en castellano y para facilitar la pronunciación, volvieron el nombre esdrújulo: México.
En los siglos XVII y XVIII, el sonido sh cambió por j, y aunque se escribían con x ya se pronunciaban como: rojo, hijo, Jalapa, Méjico, Guanajuato, Guadalajara, Jalisco, etc.
En 1815, los académicos de la Real Academia de la Lengua de España dictaminaron que la x sólo tenía el valor de la letra del latín: o sea el sonido compuesto de cs.
México, se debía pronunciar, según ellos, como lo pronuncian las personas de habla inglesa: Mecsico, o bien, debía escribirse como Méjico.
Los mexicanos de aquel entonces no hicieron caso de la decisión y siguieron fieles a la x tradicional.
Desde luego no faltaron escritores y autoridades que usaron la j e incluso la g: Mégico.
Con respecto a los demás nombres de lugares, sucedió que la mayoría se escribió con j como: Jalapa, Guadalajara, Guanajuato, Jalisco y así por el estilo.
En otros casos se siguió escribiendo x pero leyéndolo como si fuera una s: Atlixco, Tlaxcala y Xochimilco.
Xola conservó la antigua pronunciación: "shola", al igual que los nombres de lugares yucatecos: Uxmal, leído "ushmal".
México con X quedó como la única excepción que confirma la regla ortográfica porque aquí entran en juego razones que no obedecen al raciocinio puro.
En la X el mexicano ha reconocido inconscientemente un símbolo que dimana de dos religiones.
La mayoría de los mexicanos se conservan fieles a la X de los 3 siglos anteriores siendo las razones que los impulsaron de índole místico, religiosa y estética.
El quitarle a México la X era para muchos como quitarle su nopal al águila de nuestro escudo o como cambiarle algún color a la bandea.
La adopción oficial de la j parecería como una desnacionalización del nombre de la patria.

-¿Pero cómo esta eso de que la X dimana de dos religiones?

-Todo empieza con la historia de la creación de la X: un sabio griego la compuso en el siglo X ú IX a. C. Para representar el sonido griego ks, tomó del alfabeto hebreo-fenicio los elementos más significativos de la shin, o sea la s y de kaph, o sea la k.
Al unir por los ápices la shin y la kaph, salió la x.
S + K
SHIN + KAPH = X
Los griegos orientales le atribuyeron un nuevo sonido, el de la j y escribieron el nombre Cristo como Xristos, pronunciándolo "jristos".
El nombre se abrevió en Xrs o sencillamente X, que es el monograma de Cristo.
Este monograma se halla grabado sobre los vasos que sirven al culto y sobre varios muebles de las iglesias.
Constantino, emperador romano, después de su victoria sobre Majencio en el año 312 de nuestra era, mandó bordar la X y la cruz sobre el estandarte de los emperadores de Roma.
Los romanos representaban el número 5 así: V y el diez así:
v
^
Al unir por los ápices ambos símbolos, obtuvieron la cifra 10.
Los aztecas representaban el 5 con una mano abierta hacia abajo así: ^ , para formar el 10 unieron dos v en sentido contrario al de los romanos para formar el 10:
^
v
El 10 azteca era un rombo pero los elementos formativos y el proceso mental son los mismos.
Colón firmaba X Ferens que significa "el que lleva a Cristo", o sea Christum Ferens.
Los norteamericanos abrevian el nombre de navidad como X'mas por Christmas o sea "Misa de Cristo", y equivale a Cristo.
Fray Servando Teresa de Mier, señalaba a principios del siglo pasado que: México significa "Donde está o es adorado Cristo y mexicanos es sinónimo de cristianos".
El padre Mier también creía que los mexicanos descienden de judíos que vinieron a poblar México después de la destrucción del templo de Jerusalén.
Veía en Mesi o Mexi, el mítico fundador de México, al mesías hebreo.
Desde luego, esta versión es indefendible ya que México es nombre genuinamente náhuatl, pero ayuda a comprender el apego de los mexicanos cristianos con la letra X.
El aspa o X era uno de los principales símbolos religiosos en el México prehispánico: representa el sol en su carrera celese: los cuatro brazos del aspa miran hacia los solsticios, que son los puntos extremos del movimiento solar.
Algunos literatos haciéndose eco del sentir popular han dado su opinión:
Mestizaje del Aspa
Encuentro en México, de dos aspas místicas el nahui-olin del mundo náhuatl, brazos tendidos a los topes del sol, al igual que los miembros de Andrés el apóstol en la cruz de oblicuos maderos. Imagen es el aspa india de la era cósmica de Anáhuac, y el aspa de San Andrés de la fe en Xto (Así se escribía antiguamente el nombre de Cristo). Los dos aspas se vuelven una en la equis de México.
Decía un autor:
"La X tiene algo de hierático y sagrado. Este concepto despierta inmediatamente un éco en nosotros".
Otros ejemplos: El "Credo" de López Méndez, tan conocido por todo mundo: "México, creo en ti, porque escribes tu nombre con la X que algo tiene de cruz y de calvario...". Y los versos de Jorge Ramón Juárez, en su soneto a Dolores, Hidalgo:
"...eres la cruz autóctona del dolor aborigen... Equis en el esdrújulo nombre de la nación".
Han pasado ya 200 años desde que la Academia de Madrid se encapricho y dijo que la X sonaría sólo como Cs. ahora la propia academia de acuerdo con las academias hermanas de América, determinó que la escritura de México con su X tradicional es legítima.
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